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Son muchos los que han presumido que este Prelado gobernó la Iglesia de Cordo

y en la de Orense, vivió pocò en la de Oviedo.

ba en los años siguientes; D. IÑIGO MANRIQUE

pero esta presuncion se desvanece con los monumentos

de la misma Iglesia de Cordoba, los quales, segun el testimonio de Gomez Bravo, Magistral de aquella Iglesia, en el Catálogo de sus Obis pos, contienen memorias de Don Sancho de Roxas, desde el año de 1441. hasta juevės 13. de Junio de 1454. en que hizo su testamento con facultad Pontificia. La misma présuncion se comprueba de insubsistente con el privilegio concedido à los vecinos, y Christianos nuevos de Gua dalaxara, en que el Rey Don Juan les dá facultad de ob: tener, y exercer los oficios públicos. Porque en este pri vilegio se hallan confirman do Don Sancho de Roxas, Obispo de Cordoba, y Don Iñigo Manrique, con el título de Obispo de Oviedo; lo que es prueba evidente de que Don Diego Rapado no fue promovido à la Iglesia de Cordoba, y de que es mas verdadero, que este Prelado, despues de una larga presi» dencia en la Iglesia de Tuy,

de Lară.

Desde el año de 1444. hasta el de 1458. en que fue tras ladado à Coria..

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Por los privilegios que he referido dados à los Vizcaynos, y à los Christianos nuevos de Guadalaxara, se sabe que la Iglesia de Oviedo quedó vacante entre fines del mes de Abril de 1444. y el mes de Julio del mismo año, que son las datas de los dichos privilegios confirmados por Don Diego Rapado, y el sucesor en esta Sede Don Iñigo Manrique. Este insigne Prelado fue hijo de Don Pedro Manrique, Señor de Amusco, Adelantado, y Nor tario mayor del Reyno de Leon, cuya vida escribió Don Luis de Salazar y Castro, en el tomo II. de la Casa de Lara, pag. 11. dando principio con este grande elogio: »Ninguno de los grandes heroes que produxo la nota»ble fecundidad de la Casa de Lara, vivió mas adornado de grandes virtudes,

»tubo mayores ocasiones en » que exercitarlas, ni logró » estimacion mas crecida en

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tre los Castellanos, que el » Adelantado D.Pedro Manrique, cuya vida, llena de "notables accidentes, nos da"ria mucho que referir, si si"guiendo nuestro anterior » estilo no buscasemos cui » dadosamente la concision.» La madre fue Doña Leonor de Castilla, una de las mayores Señoras que tubo España en su tiempo, prima herma na de los Reyes Don Enrique III. de Castilla, Don Fernando I. de Aragon, y Doña Blanca de Navarra, y asi prima segunda, y tia de todos los mayores Principes de la Christiandad, segun el citado Genealogista.

Don Martin de Ximena, en los Anales de Jaen, pagina 431. cita al P. Fr. Juan de Marieta, atribuyendole la noticia de que Don Iñigo Manrique fue del Orden de Santo Domingo. Cita despues al Padre Antonio de Quintana Dueñas, que gobernado por Marieta, escribió, que Don Iñigo enseña ba la Doctrina Christiana à los niños en la Capilla de San Clemente, y que fue Carde

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nal de la Santa Iglesia. Suponiendo Don Luis de Salazar

y

Castro la cita de los Anales de Jaen, pone algunas pruebas de la equivocacion de Marieta; pero habiendo yo registrado las obras de este Escritor, he hallado que no trae tal noticia, y habiendo visto asimismo al Padre Quintana Dueñas, he descubierto que este Autor no habla de Don Iñigo Manrique, sino de Don Alonso Manrique, y que la unica causa de la equivocacion de Ximena en citar à Marieta fue ver à este Escritor citado à la margen de la pag. 25. del Padre Quintana Dueñas en su Obra de los Santos de Sevilla, siendo asi que la cita no debe referirse à Don Alonso Manrique, sino à D.Fr. Garcia de Loaysa, de quien habla Ma rieta, sin hacer la mas leve mencion de los referidos Manriques.

El citado Don Luis de Salazar escribe, que Don Pedro Manrique, padre de Don Iñigo, hizo su testamento en el año de 1440. y que en él mandó à su hijo 30000. maravedís de renta vitalicia, declarando su voluntad de que fuese Eclesiastico; de donde

infiere que Don Iñigo no habia sido aun ordenado in Sacris, ni habia profesado Religion alguna, especialmente

llamandole en el mismo testamento à la sucesion de sus mayorazgos en caso de faltar las lineas de sus hermanos mayores. Tambien cita à Gil Gonzalez Davila, que dice que Don Iñigo Manrique fue Canónigo de la Iglesia de Burgos; y segun el mismo Salazar tubo la dignidad de Capellan mayor del Rey Don Enrique IV.siendo Principe, y por los buenos servicios que hizo en este empleo, le dió 24600. maravedís de juro de por vida, y el alvalá de esta merced, dice, se halla en los libros de su Contaduría mayor en Simancas.

Las noticias que van referidas prueban que Don Iñigo fue ordenado in Sacris cerca del tiempo en que tomó posesion del Obispado de Oviedo, con cuyo título con cuyo título confirmó ya el privilegio de los Christianos nuevos de Guadalaxara citado por Garibay en los Condes de Noreña, y dado en 13. de Julio de 1444. En el año de 1447. confirmó con el título de Obispo de Oviedo dos pri

vilegios rodados que se dieron en favor de Don Iñigo Lopez de Mendoza, Marques de Santillana. En el primero desiste el Rey del pleyto que su Procurador Fiscal seguia contra este Señor en pretension de algunos valles de las Asturias de Santillana: y en el segundo se le confirma la merced, que se le habia hecho de la Villa de Coca. En el de 1454. pasó este Prelado à Valladolid à dar la obediencia al Rey Don Enrique IV. por lo que se nombra en la Crónica de este Principe entre los Prelados que concurrieron à aquel acto. En los años de 1455. T 56. confirmó, segun Salazar, con los Condes de Treviño, y Paredes, sus hermanos, y los de Castañeda, y Osorno, sus primos, todos los privilegios Reales que se expidieron, muchos de los quales

se hallan referidos en las vidas que el mismo Escritor publicó de aquellos Señores. En el año siguiente de 1457. confirmó el privilegio que Don Enrique IV. dió en Palencia en 25. de Enero, confirmando la Concordia hecha entre Doña Teresa de Torres, Señora de la Casa de

Tor

Torres, en Jaen, y su tio Juan de Torres. Gozaba Don Iñigo la misma dignidad de Obispo de Oviedo en 9. de Febrero de 1458.en que confirmó con este título el privilegio de Don Enrique IV. concediendo el Adelantamiento de Castilla à Juan de Padilla, Señor de Calatañazor.

Sobresalió tanto el Señor Manrique en las virtudes, y prendas que forman un Prelado, que pudo decir de él Don Luis de Salazar, que quando su nacimiento, y los enlaces que tenia por su sangre no bastasen à colocarle en el último grado de la estimacion, sus virtudes le harian acreedor de ella, bastan do él solo à dar esplendor à su familia, y aun à toda la Nacion. Marineo Siculo, en el libro que escribió de las alabanzas de España, trata entre otras cosas de los Varo nes ilustres que florecieron en estos Reynos, y hablan do de Don Iñigo Manrique no halla modo de encarecer sus prendas, y sus meritos. Las noticias que tubo de él le fueron comunicadas por personas que conocieron, y trataron à este Prelado, y por

su testimonio asegura que se aventajó à todos los Prelados de su edad en consejo, doctrina, vida, y costumbres. La santidad que en él resplandecia era en tanto grado, que de ella resultaba el general respeto con que todos le miraban, y la suma veneracion con que hasta los Reyes, y Principes le hablaban no sin admiracion de tan excelentes virtudes. Dice tambien que todos se sorprendian de ver la prudencia, y acierto con que gobernaba las Iglesias que se le encomendaban, y la diligencia con que instruia à los Sacerdotes en la forma de vida, precediendoles con el exemplo, y que la destreza que en él se admiraba, le hizo digno de que se le encargasen los más graves negocios del Reyno. Testifica finalmente, que los familiares de este Obispo le informaron, que vivió siempre con tal pureza, que se conservó virgen hasta su muerte, cuyo dia, y hora anuncio con anticipacion à gran número de personas.

Presidió Don Iñigo Manrique en la Iglesia de Oviedo hasta el año de 1458. y desde ella fue trasladado à la de Co.

ria, que gobernó hasta el año de 1476. En éste fue promovido al Obispado de Jaen, para cuyo buen gobierno hizo algunas Constituciones en el principio de su Pontifica do, y en el año de 1478. Los Reyes Católicos le nombraron por Presidente de su Presidente de su Consejo, con el qual dictado subscribió un instrumento citado por Ximena en los Anales de Jaen, pag. 430.lla mandose Oydor del Rey, y de la Reyna, y Presidente en su Corte, y Chancillería. Algunos Autores le dan el título de Presidente de Cas tilla, y segun Salazar, está puesto como tal en el Catálogo de los que tubieron tubieron aquella dignidad. Finalmente, habiendo gobernado la Iglesia de Jaen hasta el año de 1482. y vacando el Arzobispado de Sevilla por promocion de Don Pedro Gonzalez de Mendoza al de Toledo, se dió aquel à nuestro Don Iñigo, con especial recomendacion de los Reyes Católicos. El Cabildo de la Santa Iglesia de Sevilla recibió con grande estimacion las Cartas Reales, dadas en Madrid, à 18. de Abril de 1483. y con mucho gusto dió

la posesion al nuevo Arzobispo, cuya virtud, y sabiduria se ponderaba por tan ilustres Reyes. Gozó muy poco el Arzobispado, porque murió en principios del año de 1485.

En muchos Catálogos se halla confundido este Prelado con otro del mismo nombre, y apellido, que fue Obispo de Cordoba, y Cardenal de la Santa Iglesia, sobrino de nuestro Don Iñigo, Obispo de Oviedo. Don Martin de Ximena hace memoria de un gran número de preciosas Reliquias que nuestro Prelado dexó en su testamento, cuyo executor fue su sobrino; y en la Escritura qué se hizo de las dichas Reliquias se halla la distincion de ambos Preiados en el título, que es el siguiente: Relacion de las Reliquias que hay en el Relicario, que el Señor Obispo de Cordoba mandó facer, en que se pusieron las Reli quias que fueron del Reverendisimo Señor de buena memoria Don Iñigo Manrique, Arzobispo de Sevilla, Obispo que fue de la Santa Iglesia de Jaen, &c.

D.

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