lagro, tomaron juramento à los cinco peregrinos, los qua- les lo hicieron tocando una Cruz en la forma acostumbrada ante Juan Fernandez, Notario público del Rey Don Juan en la Ciudad de Oviedo, y Alfonso Diaz, Notario Apostolico, y Canonigo de aquella Iglesia. El peregrino que habia recobrado el habla testificó baxo el juramento que habia hecho, que se llamaba Domingo Iñigo, morador en Cabañas, Aldea de Teruel, en el Reyno de Aragon, y que era pastor de oficio, y habia perdido el habla en el dicho dia, desde el qual jamás pudo hablar una palabra. Dixo tambien, que habiendo buscado por todo el Reyno de Aragon Medicos que le curasen de aquel mal, nunca halló quien le sanase, aunque tirarán con él, dice el instrumento, los Fecices del Pardesto. Que su última diligencia fue buscar à Fray Vicente, que estaba en estaba en la Ciudad de Zaragoza, y que habiendo estado, con él trece dias, no consiguió el cumplimiento de su deseo, lo qual visto, le mandó Fray Vicente que fuese en romeria à la Iglesia de San Sal

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vador de Oviedo, llevando al cuello una argolla de hierro, sustentandose con las limosnas que le diesen por el camino: que tres jornadas antes de llegar à Oviedo se descalzase, caminando asi las tres jornadas, y que ayunase tres dias; que haciendolo asi, confiaba en Dios que recibiria el beneficio que deseaba, y si no que fuese à Santiago de Galicia. De los otros compañe ros, dixo el primero que se llamaba Francisco de Arbenga, natural de la ribera de Genova, el segundo Lorenzo de Jardo de Surmona, en el Reyno de Nápoles, el tercero Juan de Sagravia, y el quarto Jacobe, su hermano; de los quales Francisco, y Lorenzo le habian acompañado quince jornadas, y Juan,. y Jacobe tres, y todos ellos juraron que no le oyeron pa.. labra por el camino, ni pedir limosna, manteniendole ellos con las que recogian. Informado el Cabildo del milagro, mandó que se tocasen las campanas, è hizo una solemne procesion en accion de gracias, la qual concluida, ordenó que los dichos Notarios diesen testimonio de aquel milagroso suceso,

En el dicho año de 1415. andubo San Vicente Ferrer por el Reyno de Aragon, habiendo llegado à Zaragoza en el principio de Noviembre del año anterior, como consta de las Actas de su vida. De las mismas se sabe que hizo varios milagros en aquel Reyno, por donde podemos colegir la providencia particular de Dios en no dar salud à aquel enfermo por intercesion de su gran siervo Vicente, y en inspirar à éste que remitiese al mudo à la Ĉiudad de Oviedo, para que de este modo se encendiese mas la devocion de los fieles à las Santas Reliquias que alli se veneran.

El segundo milagro fue, que trayendo ciertos vecinos de Avilés unas embarcaciones cargadas de sal, con una porcion separada para la Iglesia de Oviedo, fueron apresados por unos corsarios, los quales despues de trasladar la sal, intentaron hacer lo mismo con la que iba destinada à la Iglesia. No les fue posible sacarla, ni móverla del lugar donde estaba, y averiguando su destino, se llenaron de un temor reverente, y restuyeron toda la sal que habian

transladado à sus barcos.

Goberno Don Diego Ra mirez de Guzmán su Obispado hasta el año de 1441. en que falleció en Noreña, título de su Condado, y distante dos leguas de Oviedo. Por esta razon, aunque habia ideado su sepultura entre el altar mayor, y coro de su Catedral, en el sitio que se vé hoy cerrado con barras. de hierro, mandó enterrarse en la Capilla mayor de la Iglesia de Noreña.

En tiempo de este Prelado floreció en la santa Iglesia de Oviedo el doctisimo varon Juan de Segovia, con la dignidad de Arcediano de Villaviciosa, siendo esta la razón porque sin embargo de ser natural de Segovia, le nombran algunos Juan de Villaviciosa.i

Baxo la presidencia del mismo Don Diego, se fundó cerca del año de 1414. el Convento de la Merced de Avilés. Habia en esta antigua, y noble Villa una ilustre familia, con el apellido de las Alas, cuyo primitivo solar fue el Castillo llamado de Raices, cerca de la expresada Villa, siendo sus armas en campo de sangre, un Castillo,

yun Caballero al pie de él cón cruz en la mano, y dos alas à los lados del Castillo, con esta inscripcion: Vindica Domine causam tuam. Esta familia, pues, cuya era la Capilla que conserva sus armas en la Iglesia de San Nicolás de Avilés, logró que se la concediese una Ermita vieja, que se llamaba de Santa Maria de Royriz, expresada en la confirmacion que el Rey Don Fernando dió despues de haber celebrado Cortes en Benavente, de todos los privilegios, y posesiones que tenian los Caballeros de Santiago. In Asturiis, dice, Bargia, Ecclesiam de Royriz cum suo cauto, &c. En esta Ermita, dice el libro primero de las Visitas generales de la expresada Orden de Santiago, pertenecientes al Reyno de Leon, y de Asturias, se fundó por el avuelo de Fernando Gonzalez de Raices, vecino de Avilés, el Convento de los Padres Mercenarios, y dice que estaba debaxo del Castillo de Gijon, que es otro testimonio de la situacion de dicho Castillo, junto à la Villa de Avilés, como escribí en el tomo precedente, pag. 74. La referiTomo XXXIX

da familia de las Alas, cuyos ascendientes fueron como he dicho, los fundadores del Convento, mantienen hasta. ahora su patronato,

D. GARCIA ENRIQUEZ Osorio.

Desde el año de 1441. promovido à Sevilla.

El Arcediano de Tineo, eseribe en el Catálogo de esta Iglesia, que en 21. de Agosto de 1443. tomó posesion de esté. Obispado el sucesor de Don Diego Ra mirez de Guzmán, equivocandose en dos años, como. ahora veremos. Fue Don Garcia Enriquez Osorio de la nobilisima familia de este apellido, è hijo de Rodrigo Alvarez Osorio de Valcarcel, Señor de Ribera, Señor de Ribera, y Cabrera, y de su primera muger Doña Aldonza Enriquez, hija del Almirante Don Alonso En riquez, Señor de Medina de Rio-Seco, padre tambien de Don Fadrique, que fue asimismo Almirante por este tiempo. Consta de este Prelado por los registros capitulares,que fue à Oviedo, y tomó posesion de su ObisD3

ра

pado, jurando guardar los estatutos de su Iglesia; y que pidió al Cabildo hiciese procesion en la fiesta de San Antonio de Padua, la qual no pudo dotar por su corta presidencia en esta Sede. En 6. de Febrero del año de 1442. falleció el Arzobispo de Toledo Don Juan de Zerezuela, y hallandose vacante este Arzobispado, sucedió lo que escribe Mariana en el lib. 21. cap. 18. de la Historia de España: "Pretendian dice, "Don Lope de Mendoza, Arzobispo de Santiago, y "Don Pedro de Castilla, Obispo de Palencia. Dos competidores tenian mayor "negocio, y favor que los » demás. El uno era Don » Garcia Osorio, Obispo de "Oviedo, al qual daba la » mano su tio el Almirante; » el otro Don Gutierre de » Toledo, Arzobispo de Se» villa, al qual favorecian »los Infantes de Aragon, los quales comenzaban à tener » en todo gran mano. Con "esta ayuda Don Gutierre " sobrepujó à su contrario, " y salió con el Arzobispado » de Toledo."

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Por promocion, de Don Gutierre à la Silla de Tole

do, quedó vacante la de Se-villa, para la qual fue elegido Don Garcia Enriquez Osorio, influyendo para esto el favor del Almirante Don Fadrique Enriquez, el qual ya que no pudo conseguir el Arzobispado de Toledo para su sobrino, halló desembarazado el de Sevilla. Acerca de este nombramiento, dice Zuñiga en sus Anales, que la Iglesia de Sevilla era feliz en este tiempo; porque en medio de las muchas calamidades que pasaban, ya que conseguian su Mitra sugetos à quienes ensalzaba lo emparentado, è ilustre, lograba los mas benemeritos; porque Don Garcia era de genio modesto, y ajustado à sus obligaciones, y se fue luego desde Oviedo à residir en Sevilla, donde permaneció lo mas de su vida. Duró ésta hasta el año de 1448., en cuyo mes de Abril se acabaron sus dias, hallandose ausente de su Iglesia, segun los Catálogos antiguos que vió el citado Zuñiga. De lo dicho se colige que su presidencia en la Iglesia de Oviedo , apenas pudo llegar à un año, por cuya razon no hay mas memorias de este Prelado en

los

los monumentos de Oviedo. DON DIEGO RAPADO.

En el año de 1443. y si

guiente.

En los Catálogos que antes de ahora se escribieron de esta Sede se halla desconocido el apellido de Don Diego, sucesor de Don Garcia Enriquez Osorio. Conocese ya por el de los Obispos de Orense, publicado por el Maestro Florez, que trató de Don Diego en el tom. 17. de la España Sagrada, pag. 152. donde se le dá el apellido de Rapado, con el testimonio de las Synodales del Señor Manrique, en el fol. 29. Pre. sidió primero en la Iglesia de Tuy, como prueba el referido Florez con la Bula de Martin V. dada en Roma en 19. de Julio del año de 1425. lo qual se ignoraba antes del reconocimiento de la misma Bula, cuyas palabras se copián en el lugar citado, para colegir de ellas que Don Die go debe tener lugar en los fastos de la Iglesia de Tuy, donde no se hallaba conocido. Gobernó esta primera Iglesia hasta el dicho año de

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1425. en que fue promovido à la de Orense. Presidió en esta segunda Sede hasta 25. de Julio de 1443. segun parece por las memorias que se conservan en la misma Iglesia de Orense; y llegan hasta dicho dia, mes, y año. En este tiempo fue trasladado à la Santa Iglesia de Oviedo, y tenia sucesor en Orense en el mes de Noviembre de dicho año.

En el siguiente de 1444 dió el Rey Don Juan II, un privilegio en San Miguel de Pino en 23. de Abril, mandando en él que los Tesoreros de Vizcaya pagasen à sus naturales de las rentas del Señorío los mantenimientos librados por cartas Vizcaynas. En este privilegio se leen las subscripciones, y confirmaciones de Don Garcia Enriquez Osorio, Arzobispo de Sevilla, promovido à esta Sede Metropolitana, y la de Don Diego, que presidia yà en la Catedral del Salvador de Oviedo. En los monumentos de esta Iglesia se ha lla muy rara noticia de este Prelado por su breve presidencia en ella, constando solo por los antiguos registros del Cabildo que presidia en el año dicho de 1444.