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Parece que Alvar Perez Osorio tenia la dicha encomienda como persona principal, y que en su nombre la gozaba tambien como subalterno Pedro Bernaldo de Quirós; porque en otro Códice que se dice, Libro blanco de Don Gutierre, se halla un instrumento que contiene el pleyto homenage que Pedro Bernaldo de Quirós hizo en manos de Alvar Perez Osorio por la dicha encomienda, prometiendo varios artículos, á los quales se sigue la cláusula de que no lo faciendo ansi, fuese perjuro è vergonzoso en toda plaza, como home fijodalgo que facia pleyto homenage en otro fijodalgo, y no lo guarda. Fue dada la referida encomienda en Miercoles 9. de Junio de la Era 1416. año de 1378.

En el mismo año en 2.. de Enero, y asimismo en 3. de Junio del año siguiente, y finalmente en 14. de Febrero de 1383. publicó Don Gutierre diferentes Constituciones, las quales he visto en el Kalendario antiguo, que se dice Preciosa, poniendose antes de ellas este título: Estas son las Constituciones que nos Don Gutierre, por la gra

cia de Dios è de la Santa Iglesia de Roma, Obispo de Oviedo, Chancillér mayor de la Reyna, è Oidor de nuestro Señor el Rey, ordenamos, &c.

En el año de 1379. falleció en Santo Domingo de la Calzada el Rey Don Enrique II. cuya muerte seria sin duda muy sensible á nuestro Prelado, por haber sido aquel Monarca tan particular favorecedor de la nobilisima familia de los Toledos, como habia sido cruel perseguidor de la misma el Rey Don Pedro. A Don Enrique sucedió en el Trono su hijo Don Juan el I. en cuya gracia se mantubo constantemente Don Gutierre, como veremos en las memorias que le pertenecen relativas al tiempo de este Reynado. Asi que este Principe fue coronado en Burgos, celebró Cortes en esta Ciudad, en que además de establecer lo que tocaba al buen gobierno del Reyno, y prometer baxo juramento guardar las franquezas, y costumbres que estaban en uso, confirmó muchos privilegios concedidos por los Reyes sus antecesores á las Iglesias, y Ciudades. En el Archivo de la de

Oviedo existen muchos instrumentos con la confirmacion del nuevo Rey, hecha en las referidas Cortes, à pedimento de Don Gutierre, en diferentes dias que fueron el 5. el 10, el 12. y el 15. dèl mes de Agosto; y en 25. del mismo confirmó generalmente los privilegios de la misma Iglesia. Al año de 1380. pertenecen varias Cartas de encomiendas que dió Don -Gutierre à diferentes Caballeros de Asturias, para que las defendiesen de los que traian contiendas con este Prelado acerca de las exênciones, y libertades que tenia su Iglesia. Contienense las citadas Cartas en el Códice intitulado Regla Colorada, fo-lios 57.69.89. y fueron dadas en Valladolid en 12. de Junio. Carvallo trae en la pag. 400. de las Antigueda des de Asturias los nombres de los Comenderos que te nia la Iglesia de Oviedo en tiempo de nuestro Prelado, en que era grande la necesi

dad de poner las posesiones de la Iglesia baxo el amparo de personages poderosos, para defenderlas de los que intentaban despojarlas de las franquezas que gozaban.

El año de 1381. ofrece una célebre memoria que dá testimonio de la gran devocion que se tenia à la Santa Iglesia de San Salvador de Oviedo, no solo en esta Ciudad, sino en lugares muy distantes de ella. En dicho año se dió una escritura de censo otorgada en 8. de Abril, y existente en los protocolos ó registros de Martin Garceiz Doncostal, Escribano de la Ciudad de Tudela en el Reyno de Navarra, por la que consta, que Estefanía Tortel, Elvira, y Clara, sus hermanas vecinas de la expresada Ciudad, llamandose Consorores de la Cofradía de San Salvador de Oviedo, dieron à censo perpetuo à Martin de Malexan ciertas casas, situadas en la Parroquia de San Pedro de Tudela,

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CAPITULO II.

DON ALFONSO, HERMANO DEL REY Don Juan: I. se rebela, y se hace fuerte en sus Estados de Gijon, y de Noreña. Rindese al Rey, y alcanza perdon de su atentado por súplica del Obispo Don Gutierre, que trabajó mucho de orden del mismo Rey en la sujecion del rebelde.

E

n el año de 1381. se levantaron contra el joven Rey Don Juan los Portugueses é Ingleses, intentando no menos que despojarle del Reyno. Don Alonso su hermano Conde de Gijon, y de Noreña, explicó en esta ocasion su genio revoltoso, poniendose de parte de los enemigos de la Corona de Castilla, con los quales habia tratado antes, yendo à Portugal con licencia del Rey, pretextando que su intento era tratar de lo que convenia à su Real servicio. El Memorial que el Abad Don Diego escribió de los sucesos que pasaron en Asturias en este tiempo, testifica que el Conde habia ofrecido recibir à los Ingleses en puerto de Asturias, y ayudarlos à apoderarse de aquel país, entre tanto que los Portugueses hiciesen la guerra para entrar

en Castilla. El Rey Don Juan avisado de los intentos del Conde, y de los tratos que habia concertado con el Rey de Portugal, salió de Salamanca, y se encaminó à un pueblo llamado Paredes de Nava, que era del Conde, quien se hallaba alli al tiempo que se comunicó al Rey la noticia de su traicion. Entendió el Conde la salida del Rey, y su ánimo de prenderle, y para asegurarse mejor se retiró à sus Estados de Asturias. El Rey, conociendo quanto importaba contener al Conde, para que no resultasen los graves daños que podian temerse, se dirigió à Oviedo. Luego que Don Alfonso supo que el Rey se hallaba en Asturias, se allanó facilmente, prometiendo por medio de sus mensageros venir à la merced, y servicio. Real. Vino poco despues à

Oviedo, y ofreció personalmente su obediencia con tanta formalidad, que hizo su pleyto homenage en la Iglesia Catedral en la Capilla de las Santas Reliquias, sobre el cuerpo de Dios, y en manos del Obispo Don Gutierre, como dice la Carta que el mismo Rey escribió despues à los Concejos de los Lugares de Arguello, de Babia, de Suso, y de Yuso. Sin embargo de haberse hecho

esta oferta con ceremonias tan sagradas, y obligatorias; duró tan poco el rendimiento del Conde, que mostró bien haberla hecho, no con sinceridad, sino con doblez, y disimulo.

En el año de 1382. volvió el Conde Don Alonso, movido de sola su liviandad à causar alborotos; y para conseguir mejor lo que intentaba, salió de Berganza para Portugal, à fin de tratar con el Rey, cómo harian guerra al de Castilla. Entendido esto por el Rey Don Juan, lexos de encenderse en enojo contra su hermano, procuró reducirle à su obediencia, enviandole à decir que le perdonaria, y le ha ria muchas mercedes, si apar

se

tandose del Rey de Portugal, y de los Ingleses sus enemigos, y atendiendo á que era vasallo suyo, y á su nacimiento en el Reyno de Castilla, y acordandose finalmente de las promesas que habia hecho en manos del Obispo Don Gutierre, juntaba con él, para hacer guerra al Rey de Portugal, y à los Ingleses enemigos de Castilla. El P. Mariana escribe, que el Conde Don Alonso, movido del desamparo que experimentaba, viniendose todos los que seguian su partido à presentarse al Rey Don Juan, que estaba en Zamora, y persuadido de Don Alonso de Aragon, Conde de Denia, y Marqués de Villena, se reduxo á la obediencia del Rey su hermano, alcanzando segunda vez el perdon de su rebeldía. Mas no fue asi; porque como consta de las Cartas del Rey Don Juan, escritas en-Zamora à 23. de Junio de dicho año, no bastaron todas las ofertas que se le hicieron para apartarle del mal camino, y de las malas obras en que andaba. Por esta razon se vió el Rey Don Juan en la necesidad de escribir à As

tu

Obispos de Oviedo. Gutierre de Toledo. 15

turias el ánimo que tenia de castigar à su hermano, y que habia acordado apoderarse de los Estados del Conde, para incorporarlos con los suyos, y de los Reyes, que le sucediesen. Por las mismas Cartas dió el Rey al Obispo Don Gutierre poderes para tomar en su Real nombre posesion de aquellos Señoríos, para nombrar Alcaydes, y Merinos, y recibir pleytos homenages para defensa de los mismos Estados. Escribió tambien à varios Caballeros, cuyos nombres se expresan en el principio de la Carta que se conserva en el Archivo de la Santa Iglesia, declarandoles su voluntad por estos términos: "Os facemos ➡ saber, que es nuestra mer» ced, que quededes con Don "Gutierre, Obispo de Ovie "do en Asturias, é fagades lo que él vos mandare è » dixere de nuestra parte, que » entendieredes que cumple » à nuestro servicio, porque »vos mandamos que lo fa➡ gades asi; é no fagades en "de al sopena de la nuesa

» merced.»

Viendose ya el Conde desamparado de los suyos, y que las cosas no se compo

nian à medida de sus deseos, se retiró de Portugal, y vino à Gijon, donde cuidó de fortificar sus Castillos, para asegurarse del Rey su herma de que pretendia privarle. no, y defender los Estados Comunicada al Rey Don Juan la noticia de lo que hacia el Conde, envió à Asturias à su Adelantado Pedro Suarez de Quiñones, à su Camayor marero mayor Pedro Fernandez de Velasco, y à Pedro Ruiz Sarmiento, que era Adelantado mayor de Galicia, los quales llevaron Cartas del Rey para los Vasallos de tierra de Leon, y de Asturias, para que obedeciendo á estos Caballeros como à su propia persona, cercasen al Conde hasta forzarle à entregar à la Corona Real sus Estados. Entretanto el Obispo Don Gu tierre, usando de las facultades

que tenia por las Cartas del Rey, enviaba comisionados a los que seguian la voz del Conde, y gobernaban sus fortalezas, ordenandoles las entregasen para el servicio del Rey; pero sucedia que algunos se resistian à sus órdenes, y otros no hacian la entrega sino à fuerza de armas.

Po

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