Imágenes de página
PDF
ePub

sa, cuyo brazo se venera en ella, estableció el Señor Muros que fuesen diez y ocho las Becas que se proveyesen, y dotó al Colegio con los beneficios que poseia en virtud de dispensa Pontificia, dexandole competente renta para sustento de los Colegiales. La fundacion fue confirmada por el Papa Leon X. en 21. de Septiembre del año de 1521. mas por haber fallecido este Sumo Pontifice antes de formarse la Bula, se expidió ésta por Adriano VI. mencionandose en ella la confirmacion Apostolica del an

tecesor.

No se puede encarecer bastante el comun provecho que de esta fundacion ha resultado para gloria de la Nacion, y buen gobierno de sus Iglesias, y Tribunales. Los frutos fueron tan tempranos, que apenas habian pasado treinta años desde su fundacion, quando ya tubo este Colegio la gloria de haber producido tantos, y tan sabios hijos, que entre ellos se cuentan hasta diez y seis, que asistieron al Concilio de Trento, en que fue respeta da, y admirada su sabiduría, y en especial la de Don Diego

de Covarrubias, y Leyva, à quien se encargó el arreglo de los Capitulos de Reformatione, y à quien los extrangeros han dado el renombre de Bartulo Español, y Don Nicolás Antonio alaba con este encarecimiento: Is tandem est Covarrubias, ut quidquid de eo dixeris, minus erit. Vease para conocimiento de la multitud de sujetos, que ha dado esta casa para singular lustre de nuestro Reyno, la Historia del Colegio viejo de San Bartholome de Salamanca, escrita por Don Joseph de Roxas y Contreras, Marques de Alventos, &c. en la part. 2. del tom. 1. desde la pag. 212. en adelante, y se hallará que no es desmedido el elogio que Don Nicolás Antonio formó con las palabras siguientes: Quo insignis munere Collegium Scholasticis Salmanticæ Deo Salvatori dicatum vatori dicatum, ac Ovetense ab infulis ejus sacris vulgo cognominatum munificenter edificavit; quod vere Trojanus quasi alter equus insignes plurimos in omni genere disciplinarum, maximeque legalis prudentiæ viros, ad iuventutem litteras è Cathedra docendam, & ad Reipublicæ,

L

tam

tam sacræ, quam prophane gerenda munera dimisit semper, quotidieque dimittit.

En el año de 1517. comenzó Lutero à declamar abiertamente contra las indulgencias, y de este mal principio fue precipitandose en varios errores, que Leon X. condenó en el año de 1520. lo que irritó mas al Here mas al Heresiarca, cuyo conato se dirigia à turbar, y aun destruir la Iglesia, publicando muchos libros tan llenos de arrogancia, como inficionados de error. Entre los que se opusieron con mayor fortaleza à este enemigo de la Iglesia, fue Don Diego de Muros, Obispo de Oviedo, el qual no perdonó trabajo alguno que pudiese servir à la defensa de la Fé Católica, y al remediò del veneno que se iba extendiendo por todas partes. Algunos dicen que escribió una Obra contra los errores de dicho Heresiarca, alegando un Breve de Leon X. dirigido à nuestro Obispo en 31. de Mar yo del año de 1522. Don Nicolás Antonio se informó de lo que contenia el citado Breve, y llegó à entender, que en él nada se decia del

escrito que se atribuye à este Prelado, y que solo tenia por objeto alabar la gran diligencia que puso en que no cundiese la falsa doctrina Luterana. Lo cierto es, que no se puede colegir que Don Diego escribió contra los errores de Lutero, porque no hay en el referido Breve expresion presion alguna que indique este genero de trabajo. Todo su contenido engrandece la doctrina, y diligencia de nuestro Prelado con tanta energia, que muestra bien haber sido uno de los Campeones mas valientes, y sabios contra el nuevo enemigo de la Iglesia. El Cardenal Adrian, y el Nuncio Apostólico, y otros muchos escribieron al Papa, que Don Diego de Muros asi que conoció los males que Martin Lutero intentaba contra la Religion Católica, se encendió en un increible deseo de conservar la pureza de la Fé en estos Reynos, de manera que no fuese tocada en la parte mas leve de la inficion con que pretendia mancharla el ministro de satanás, y que con la mayor presteza puso toda cautela, y halló los mas oportunos remedios contra el mal

que

que amenazaba à la España. Esto que hemos oido, dice » el Papa Leon à Don Diego, » nos ha sido de tanto gus»to, que no podiamos reci» bir noticia mas agradable, » ni que mas deseasemos de » esas Provincias de España. » Porque asi como nos tenia "puesto en gran cuidado el peligro que podia temerse » à una Nacion tan Católica, » y tan noble entre todas, à » la qual tubimos siempre en » las entrañas de nuestro amor » paternal, asi ahora sosega»da en gran parte la solici»tud de nuestro ánimo nos » parece que podemos des» cansar confiados en tu diligencia, consejo, doctrina, y en tus buenas, y santi»simas obras, en que tienes »pocos que te imiten. A la. » verdad, considerando tu "persona, y tu ardentisimo zelo por la Religion, y por la Fé, hemos dado al » Todo Poderoso muchas, y » especiales gracias por haber»se dignado fortalecer à la » Iglesia, su Esposa, con ta» les presidios, y defensores, " que mientras ellos duraren » podrá ser molestada, y » agitada , pero de ningun » modo perecer, ò caer de

» su estado. En estos santos » afanes que has tenido, per

siguiendo con gravisimos » edictos al impío engañador, » atendiendo à la defensa de » la libetad de la Iglesia, y » de la dignidad de esta san» ta Sede en los Reynos de

[ocr errors]

España, y en todas las otras » partes, y poniendo final»mente todo tu cuidado, pensamiento, è industria, » en amparar la causa de Dios, » hiciste una cosa digma de » la virtud Española, de la

dignidad que gozas, y de »tus nobilisimos progenito»res, de quienes tenias gran» des exemplos, aunque ver»daderamente te bastaba pro"ponerte à tí mismo, esto » es, tu propia virtud em

pleada siempre en propa»gar, conservar, y defender » la Religion Christiana. Por » todo lo qual no podemos » menos de alabaros en el Se»ñor, y no solo alabaros, » sino tambien daros singu »lares gracias por tan ventajosos oficios, › y santas "obras, &c."

[ocr errors]

No solo cuidó este Prelado del bien de las almas, y de conservar, y defender la pureza de la Fé en su Diócesis, y en el Reyno de Es

pa

paña, sino tambien de las comodidades temporales de sus subditos. Además de otras obras pías, hizo la calzada que va desde Oviedo à Leon, obra muy costosa, y necesaria por la aspereza del terreno, que hacia casi impracticable el comercio, y comunicacion del Principado de Asturias con las otras Provincias de España. Remedió quanto pudo las públicas necesidades, que en su tiempo fueron de las mayores que pueden experimentarse. Tal fue la del año de 1521. en que en la misma noche de Navidad, sucedió un incendio, cuya voracidad reduxo à cenizas casi toda la Ciudad de Oviedo, reservandose solo la Iglesia Catedral, y algunas casas. En el año siguiente causó tambien muchos daños una gran lluvia en el dia 7. de Septiembre, despues de haberse experimentado un terremoto en 25. de Junio del mismo año.

[ocr errors]

Gil Gonzalez afirma, que este Ilustrisimo, escribió la Historia de la conquista de Granada, la qual hasta ahora no se ha descubierto, errando, segun Don Nicolás Antonio, en poner el nom

bre de Granada por el de Malaga. Escribió tambien una epistola, en que refiere la victoria del Rey Católico contra los Moros de Granada, conseguida en el año de 1488. Don Nicolás Antonio testifica haber visto esta Obra impresa en la Librería de los PP. del Oratorio de San Felipe Neri de Roma.

Parece que además de las dignidades que tubo Don Diego de Muros, y dexamos referidas en los años anteriores, fue condecorado ultimamente con el esclarecido empleo de Presidente del Consejo, como se comprueba con la carta DCCXLIII. entre las de Pedro Martyr, à quien dice el Autor de ella lo siguiente: De te verò, quoties mentio fit, ridet, ac delectatur, qui te amat, noster Dertosensis Cardinalis, idem & Ovetensis Antistes, qui Regii Senatus habenas moderatur, tibi amicus. Es la data del principio de Noviembre del año de 1521.

Los Escritores que hacen mencion de este Prelado afirman comunmente, que falleció en el año de 1524. pero las escrituras que se conservan en el Convento de Pa

dres Predicadores de Ovie

de Mendoza.

Desde el año de 1526. hasta el de 1528. en que fue promovido à Zamora.

do, evidencian que vivió DON FRANCISCO en parte del año siguiente. En 11. de Enero otorgó una escritura de comutacion de la renta de maravedís que dió al referido Convento. En las Actas del Capitulo Provincial que los Padres Dominicos celebraron en Burgos en 12. de Febrero del mismo año 1525. se hizo memoria del Obispo Don Diego de Muros en los sufragios que se dicen pro vivis. En 18. de Julio vivia tambien, segun otro instrumento que se guarda en el mismo Archivo. Pero por otro dado en 2. de Septiembre consta, que era ya difunto. Asi que parece cierto lo que escribe Don Anastasio de Torres, poniendo la muerte de Don Diego de Muros en 18. de Agosto del año de 1525. Su cadaver fue enterrado en la Capilla mayor de la Catedral, al lado de la Epistola, junto à la sepultura de su predecesor Don Garcia Ramirez.

En 19. de Enero del año de 1526. tomó posesion de esta Sede Don Francisco de Mendoza, como se anota en el libro de posesiones, que empieza año de 1515. y acaba en el de 1531. Este llustrisimo fue hijo de Don Diego Fernandez de Cordoba, Conde segundo de Cabra, y de Doña Maria de Mendoza, hija de Don Diego Hurtado de Mendoza, Duque del Infantado. Su padre tubo tambien los títulos de Vizconde de Isnajar, Señor de Baena, Rute, y Zambra, el qual en la guerra de Granada hizo prisionero al Rey de los Moros, que llamaron el Chiquito, y lo presentó à los Reyes Católicos, que por aquel feliz suceso le concedieron mil maravedís de juro, y que añadiese à sus armas la cabeza de un Rey coronado. Era costumbre en aquellos tiempos, en que nació este Prelado, que los hijos de los

no

« AnteriorContinuar »