Historia constitucional de la Monarquia espaÆnola: Desde la invasion de los barbaros hasta la muerte de Fernando VII. 411-1833, Volumen 1

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Pasajes populares

Página 337 - ... tomar enmienda de mi agravio. Muchas lenguas habrá que mi muerte contarán, que aun yo no la sé , aunque la tengo bien cerca : mi fin te dará testimonio de mi deseo. Mi ánima te encomiendo , como patrona de la cristiandad: del cuerpo no...
Página 338 - ... mas dilacion en recibir la corona que espero. Vos, señora, como cuerda, llorad vuestra desdicha, y no mi muerte , que siendo ella tan justa, de nadie debe ser llorada. Mi ánima , pues ya otra cosa no tengo , dejo en vuestras manos. Vos, señora, lo haced con ella, como con la cosa que mas os quiso. A...
Página 337 - ... para tus vecinas ciudades; tu legítimo hijo, Juan de Padilla, te hago saber como con la sangre de mi cuerpo se refrescan tus victorias antepasadas. Si mi ventura no me dejó poner mis hechos entre tus nombradas hazañas, la culpa fue en mi mala dicha y no en mi buena voluntad ; la cual como...
Página 129 - Reí, la cual estaba de luto. Tenia en la cabeza una corona y un estoque delante de sí, y estaba con un bastón en la mano. E así puesta en el campo , salieron todos acompañando al príncipe Don Alonso hasta el cadahalso.
Página 338 - Señora: si vuestra pena no me lastimara más que mi muerte, yo me tuviera enteramente por bienaventurado; que siendo á todos tan cierta, señalado bien hace Dios al que la da tal, aunque sea de muchos plañida y de él recibida en algún servicio. Quisiera tener más espacio del que tengo para escribiros algunas cosas para vuestro consuelo: ni á mí me lo dan, ni yo querría más dilación en recibir la corona que espero.
Página 128 - Los quales mandaron hacer un cadahalso fuera de la cibdad en un grand llano, y encima del cadahalso pusieron una estátua asentada en una silla, que descian representar la persona del Rey, la qual estaba cubierta de luto. Tenia en la cabeza una corona, y un estoque delante de sí, y estaba con un bastón en la mano.
Página 337 - Padilla, te hago saber como con la sangre de mi cuerpo se refrescan tus victorias antepasadas. Si mi ventura no me dejó poner mis hechos entre tus nombradas hazañas , la culpa fué en mi mala dicha, y no en mi buena voluntad, la cual, como á...
Página 337 - Muchas lenguas habrá que mi muerte contarán, que aún yo no la sé aunque la tengo bien cerca: mi fin te dará testimonio de mi deseo. Mi ánima te encomiendo como patrona de la cristiandad: del cuerpo no hago nada pues ya no es...
Página 338 - Pero López mi señor no escribo porque no oso, que aunque fui su hijo en osar perder la vida, no fui su heredero en la ventura. No quiero...
Página 338 - Quisiera tener más espacio del que tengo para escribiros algunas cosas para vuestro consuelo: ni á mi me lo dan, ni yo querría más dilación en recibir la corona que espero. Vos, señora, como cuerda llorad vuestra desdicha y no mi muerte, que siendo ella tan justa, de nadie debe ser llorada.

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