Tesoro del teatro español: desde su orígen (año de 1356) hasta nuestros días; arreglado y dividido in cuatro partes, Volumen 1

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Eugenio de Ochoa
Baudry, 1838
 

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Página 101 - Adviertan los que de Dios juzgan los castigos grandes, que no hay plazo que no llegue ni deuda que no se pague.
Página 440 - Y en la cuarta cuatro voces Con guitarras y arpas suenan. Entre tanto se sirvieron Treinta y dos platos de cena, Sin los principios y postres Que casi otros tantos eran. Las frutas y las bebidas En fuentes y tazas, hechas Del cristal que da el invierno, Y el artificio conserva, De tanta nieve se cubren, Que Manzanares sospecha, Cuando por el Soto pasa, Que camina por la sierra.
Página 151 - Estas, que fueron pompa y alegría Despertando al albor de la mañana, A la tarde serán lástima vana, Durmiendo en brazos de la noche fría. Este matiz, que al cielo desafía, Iris listado de oro, nieve y grana, Será escarmiento de la vida humana: ¡Tanto se emprende en término de un día!
Página 80 - JUAN. Vivo en vos, si en el mar muero. Ya perdí todo el recelo, que me pudiera anegar, pues del infierno del mar salgo a vuestro claro cielo. Un espantoso huracán dió con mi nave al través, para arrojarme a esos pies que abrigo y puerto me dan.
Página 434 - García todas las acciones tienen cierto acento, en que convienen con su alta genealogía. Es magnánimo y valiente, es sagaz y es ingenioso, es liberal y piadoso; si repentino, impaciente. No trato de las pasiones propias de la mocedad ; porque, en esas, con la edad se mudan las condiciones.
Página 440 - ... que han de ser oro las pajas cuando los dientes son perlas. En esto juntos en folla los cuatro coros comienzan desde conformes distancias a suspender las esferas; tanto, que envidioso Apolo, apresuró su carrera, porque el principio del día pusiese fin a la fiesta.
Página 437 - GARCÍA.— Una cosa es alcanzar y otra cosa merecer. ¿Qué vitoria es la beldad alcanzar, por quien me abraso, si es favor que debo al caso, y no a vuestra voluntad? Con mi propia mano así el cielo; mas, ¿qué importó, si ha sido porque él cayó, y no porque yo subí?
Página 440 - Empezó primero el coro de chirimías: tras ellas, el de las vihuelas de arco sonó en la segunda tienda. Salieron con suavidad las flautas de la tercera, y, en la cuarta, cuatro voces, con guitarras y arpas suenan.
Página 96 - Aquesta noche a cenar os aguardo en mi posada. Allí el desafío haremos, si la venganza os agrada ; aunque mal reñir podremos si es de piedra vuestra espada.
Página 365 - Blanca, atrevidamente, los ojos lascivos puso; y pensando que eras tú, por cierto engaño que dudo, / , ' » le respeté, corrigiendo con la lealtad lo iracundo ; hago alarde de mi sangre; venzo al temor, con quien lucho; pídeme el honor venganza, el puñal luciente empuño, su corazón atravieso; mírale muerto, que juzgo me tuvieras por infame si a quien deste agravio acuso le señalara a tus ojos menos, señor, que difunto. Aunque...

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