SOBRE LA RESTAURACION DE SU MISION
POR EL LADINO PANCHO MILLALEUBU
De la reduccion de Tucapel.
Rompa mi voz al nombre de Dios Trino Principio, medio i fin de cosas buenas; Invoque con sus motes un ladino Al coro i coronel de las camenas: No censuren mi estilo jenuino Los que compran i venden sus mecenas: Todos sigan si gustan mi Talía, Se chuparán los dedos de ambrosía.
Sopla que quema, Apolo regalon, Tendrás otro festin como el de antaño Que si no es Araucana en la sazon Será Tucapelina a lo de ogaño: De ambrosia1 va llena mi cancion
I sacarás el vientre de mal año
Si me prestas el númen, fuego i sales Que diste al gran Ercilla i otros tales.
1 La palabra ambrosia tiene aqui un doble sentido, pues que el autor ha querido dar a entender que la Tucapelina va llena de ese brevaje por tratarse especialmente de dos Ambrosios, Benavides i O'Higgins.
Gobierna, pues, mi pluma, sabio Apolo, Para hablar del asunto dignamente, Pues a mi corta esfera llegan solo Los ecos de un ladino balbuciente; La fama lo echará de polo a polo Con su trompa sonora i elocuente Mientras mi admiracion rompe el silencio Dudando de lo mismo que presencio.
¿Qué novedad es esta, Chile amado? ¿Qué es esto Butalmapu de la costa? El bravo Tucapel, el rebelado Ya de manso i leal se las aposta: De patirns i huincas 4 repoblado Todos sirven al rei por la posta: Las tropas van i vienen por la tierra, Todo es paz octaviana, fuera guerra!
¿Dónde estais Ailavilu, Lincollan, El Lautaro traidor i yanacona 5 Paillamacu, Antiguen, Caupolican Enemigos de España i la corona? El Valdivia, Mendoza, Villagran Por ella sacrifican su persona, I aunque pese al Arauco i sus anales Será eterna la fama de los tales.
¿Dónde los Paillatarus, Cayancura, Los thoquis, Colocolo i Tucapel, Monstruos de obstinacion i de bravura? El Paillamacu, ¡maldito sea él! Que a estado i relijion dió sepultura El traidor, el apóstata, el infiel, Quien mató al gran Loyola en Curalaba, Porque un Sotomayor alli no estaba.
A este héroe de Marte que apellido, Titulado marqués de Villahermosa Nunca echará el Arauco en el olvido, Por su valor i espada victoriosa, Chillan, la capital de su partido Una estatua le erije mui gloriosa: Rui Gamboa la funda, i deja en cuna, El la estima i ensalza cual ninguna.
2 Butalmapu se llamaba cada una de las cuatro grandes partes en que se suponia dividido el Arauco: detalles pueden verse en el Cronicon sacro-imperial de Chile.
3 Patirus significa en lengua araucana tanto como sacerdote, relijioso o clérigo.
4 Dicen huinca los indios por los españoles.
5 Lautaro, como se sabe, era un indio que servia a Valdivia i que por pasarse al bando de sus compatriotas en la batalla de Tucapel, decidió la suerte de Arauco.
6 Dice esto el autor porque con la muerte de Oñez de Loyola, pariente de un santo i decidido proteotor del clero, comenzó la ruina de las ciudades del sur.
7 Los cronistas lo llaman comendador de Villamayor.
A pesar de la envidia i el infierno, Del furor araucano i los temblores, Al ánjel de Chillan desde ab eterno Lo destinó el Señor por sus honores: Por mui noble i leal en su gobierno Por su piedad, i fe, toda a candores, Entre sus aujes cuenta por primeros Un colejio real de misioneros.
Deste taller sagrado i seminario De santos i apostólicos varones Salen con un fervor estraordinario A convertir los indios en misiones, Condares i Espiñeiras en sumario Fueron de los primeros campeones: Santa Bárbara, Antuco i Villacura Hacen memoria dellos con ternura.
El indómito Arauco, el Valdiviano, Mariquina, Tolthen, Ganique, Niebla, El Arique, Quinchilca, el Osorniano, El Huillimapu todò se despuebla: El celo aragones, el castellano De colonias seráficas lo puebla; I éstas i otras hazañas excelentes Del mui alto Chillan son procedentes.
O reinan los Augustos i Theodosios O transmigran las almas, segun creo, O ya se verifica en dos Ambrosios9 Lo que fábulas mienten de un Orfeo: El amansar las fieras son sus ocios, Los cuatro Butalmapus son trofeo; El Tucapel rebelde, el araucano Es vasallo leal, fiel, ambrosiano.
En profundas tinieblas sumerjidos Yacian Tucapel i su comarca, Del gremio de su madre divididos
Por infieles a Dios i a su monarca:
8 El colejio que se tituló de Propaganda fide, a cargo de los misioneros franciscanos. Sobre el de los jesuitas, véase a Olivares, Historia de la Compañía de Jesus, etc., páj. 483 i sigtes.
9 Don Ambrosio Benavides, capitan jeneral, i don Ambrosio O'Higgins, maestre de campo, etc.
Su iglesia, altar i santos demolidos, El estado despojo de la Parca, La mision imperial, aquí fué Troya, Las caras i bien caras, son tramoyas.
A estado tan funesto i lamentable Redujo el fatal hado a los costinos: Siempre el Pluton voraz, pero insaciable Abrió a mil desventuras los caminos Con pretesto i disfraz de bien sociable: Curin i Leriant són dos vecinos, I como lobos, pues, de una camada La cabra tiró al monte i la manada.
No es Roma dulce patria para Scitas, Ni nacen cada dia los Orfeos, Ni Hércules con fuerzas inauditas Venció sobre la tierra sus Anteos: Forte, forte, que plumas eruditas A Sátiros dedican los Liceos, I es mui loba i leal la musa mia Para meterse en Villa i Villanía.
Al fin es la victoria del Señor, El Iris se ofrece en vaticinio, Renovando a la tierra su verdor, Volviendo a Dios i al César su dominio; El perdido rebaño a su pastor
I la Iglesia i Estado el postliminio, Los hijos a los brazos de sus padres, I éstos los acarician como madres.
Como pródigos vuelven a Francisco Perdido i disipado el patrimonio, Su amparo solicitan, i su aprisco En fe de primacia i testimonio. De que sus hijos son en Cristo i fisco Desde el primer obispo frai Antonio11
1 lo fueran aún, segun mi estima Si reinaran Solanos como en Lima12.
Ni es de estrañar que la araucana grei Con todas sus provincias i cantones Faltase a la fe i a nuestra lei,
Sin tener mas doctrinas, ni misiones
11 Frai Antonio de San Miguel, de la relijion franciscana. 12 San Francisco Solano vivia cuando el primer alzamiento.
Que en los pueblos fundados por el rei, Que eran siete con indios a millones: Desde el gran Bio-Bio a Chiloé Forme celo i prudencia el Pilipié.
Hágase con la huéspeda la cuenta De ingleses i holandeses por sus mares, Seduciendo la plebe mal contenta, Pervirtiendo caciques a millares: De una nacion infiel i turbulenta, ¿Qué se puede esperar sino ejemplares? Escrito está: con santo serás santo, Como con los perversos otro tanto.
Ademas de los huéspedes piratas, Si los fastos no mienten, ni la historia, Las ciudades con ruines contratas Se elevaron al colmo de su gloria: Las paces jenerales tan baratas Fomentaron el lujo i vanagloria, I talvez por el sumo desbarato
El gran jefe Loyola pagó el pato.
En la Imperial, Valdivia, i en Osorno, Lima i Estrecho son los favoritos, Jirando su comercio siempre en torno, Disparate el mayor segun peritos: Villarrica era llave, i su contorno Para ocurrir a España en los conflitos: Por su obra que lleva a Buenos-Aires Mil peligros se ahorran i desaires13.
Entrega de los padres i su convoi a Tucapel.
Llégase, pues, el suspirado dia,
El Tucapel no cabe de contento, Por todo el Butalmapu luego envia
Sus guerquenes, que son hijos del viento:
Volando con placer, con alegria
En Arauco se juntan al momento La grandeza costina i plebe toda De sus cari-patirus a la boda.
13 Sobre este misterioso camino se ha hablado siempre mucho. G. Cox da a cerca de él algunas noticias en la Introduccion a su Viaje a la Patagonia.
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