Colección de las obras sueltas: assi en prosa, como en verso, Volumen 6

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A. de Sancha, 1777
 

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Página 233 - ... como ciego, y para que los que lo han visto no le vituperen y tengan por ignorante. Ha de saber ni más ni menos el trato y manera de vivir y costumbres de todo género de gente; y finalmente, todas aquellas cosas de que se habla, trata y se vive, porque ninguna hay hoy en el mundo tan alta o ínfima de que no se le ofrezca tratar alguna vez, desde el mismo Criador hasta el más vil gusano y monstro de la tierra.
Página 75 - ... trocaron en la gloria que en libertad poseo, con siempre igual deseo donde verá por mi dichosa historia quien más leyere en ella, que es dulce libertad lo menos della.
Página 74 - ¡Oh libertad preciosa, no comparada al oro ni al bien mayor de la espaciosa tierra! Más rica y más gozosa que el precioso tesoro que el mar del Sur entre su nácar cierra, con armas, sangre y guerra, con las vidas y famas, conquistado en el mundo; paz dulce, amor profundo, que el mal apartas ya tu bien nos llamas, en ti sola se anida oro, tesoro, paz, bien, gloria y vida.
Página 77 - Estése el cortesano procurando a su gusto la blanda cama y el mejor sustento; bese la ingrata mano del poderoso injusto, formando torres de esperanza al viento; viva y muera sediento por el honroso oficio, y goce yo del suelo, al aire, al sol y al hielo ocupado en mi rústico ejercicio; que más vale pobreza en paz que en guerra mísera riqueza.
Página 76 - Aquí la verde pera Con la manzana hermosa, De gualda y roja sangre matizada, Y de color de cera La cermeña olorosa Tengo, y la endrina de color morada; Aquí de la enramada Parra que...
Página 75 - Cuando a las manos vengo con el muchacho ciego, haciendo rostro embisto, venzo, triunfo y resisto la flecha, el arco, la ponzoña, el fuego, y con libre albedrío lloro el ajeno mal y canto el mío.
Página 45 - Crisalda, de regalos y riquezas! Perdices te ofrecería vivas en la misma percha, con el pico y los pies rojos que estampan en el arena; las calandrias que madrugan, las mirlas a quien enseña naturaleza a cazar las hormigas con la lengua; el gavilán pardo y libre, la filomena parlera, que el verano alegre anuncia a las fuentes...
Página 77 - No me da descontento El hábito costoso Que de lascivo el pecho noble infama : Es mi dulce sustento Del campo generoso Estas silvestres frutas que...
Página 204 - El fiero turco en Lepanto, en la Tercera el francés, y en todo el mar el inglés, tuvieron de verme espanto. Rey servido y patria honrada dirán mejor quién he sido, por la Cruz de mi apellido y con la cruz de mi espada.
Página 130 - Hipodamia a su Frigio marido sin sospecha; pero la cara hermosa, sin perlas y sin púrpura preciosa. Tan libre como estaba la pintura en las tablas de Apeles y Timantes; que la buena hermosura no vence con estudio los amantes, que si es perfecta, basta limpia sin orden, natural y casta Bien adornada está la gentileza, y esa es gentil, que simplemente agrada. y...

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