Boletín de la Real Academia de la Historia, Volumen 37

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Real Academia de la Historia, 1900
"Inventario de los libros que han tenido ingreso en la secretaría de la Real academía," 1922-29, with v. 83, 85, 87, 89, 91-92, 96, 99.
 

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Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página 464 - Puso por capitán de un navio a un Pedro de Arana, natural de Córdoba, hombre muy honrado y bien cuerdo, el cual yo muy bien cognoscí, hermano de la madre de don Hernando Colón, hijo segundo del Almirante y primo de [Diego] 2 de Arana, el que quedó en la fortaleza con los treinta y ocho hombres que halló a la vuelta muertos el Almirante.
Página 143 - Vida, ascendencia, nacimiento, crianza y aventuras del doctor don Diego de Torres Villarroel, catedrático de Prima de Matemáticas en la Universidad de Salamanca, escrita por él mismo.» Esta obra, que comenzó a aparecer en 1743 (comprendiendo cuatro «trozos», compuestos ese año y el anterior), se completó con el «trozo quinto
Página 70 - Colección completa de los tratados, convenciones, capitulaciones, armisticios y otros actos diplomáticos de todos los estados de la América latina...
Página 2 - En las obras que la Academia autorice ó publique, cada autor será responsable de sus asertos y opiniones: el Cuerpo lo será únicamente de que las obras sean merecedoras de la luz pública.* TEMA: ESTUDIO CRÍTICO DE LAS DOCTRINAS DE JOVELLANOS EN LO REFEREXTS Á LAS CIENCIAS MORALES Y POLÍTICAS.
Página 143 - ... solicitar las respuestas de sus dudas y sus deseos. Las mujeres infecundas me preguntaban por su sucesión, las solteras por sus bodas, las aborrecidas del marido me pedían remedios para reconciliarlos; y detrás de éstas soltaban otras peticiones y preguntas raras, necias e increíbles.
Página 241 - Baltasar: á él se remite Lechuga por su carta. Informé de todo que Su Majestad gustaba, y tanto, que del cordón que tenía pendiente el hábito me le asió, y dando con él vueltas me preguntaba y yo respondía; y de allí á un poco dijo el Sr.
Página 253 - En estos casales hay una usanza lo más perniciosa para los pobres, y es que los ricos que pueden alojar ordenan de primeras órdenes a un hijo ya éste le hacen donación de toda la hacienda, con que no pueden alojar, y el arzobispo los defiende porque le sustentan. Yo di cuenta al obispo de esta bellaquería, y respondióme que aquello era justo.
Página 246 - Señor capitán, con hombres como vuesamerced se ha de partir la capa», y me tuvo por su camarada más de ocho meses, dándome de comer y cenar, y aun vestido me dio. ¡Dios se lo pague! Y no contento con eso, sino que me dedicó una comedia, en la veinte parte, de El rey sin reino, a imitación del testimonio que me levantaron con los moriscos I0.
Página 153 - Concepción Jerónima, y como tenía el dolor de los azotes, saqué el cuchillo de las escribanías y eché al muchacho en el suelo, boca abajo, y comencé a dar con el cuchillejo.

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