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cubren playazos espaciosos, que se inundan con las crecientes del rio y forman salinas de un cuajo muy sólido y blanco, que han abastecido por mucho tiempo gran parte del consumo de la ciudad de Cuba: de consiguiente, dejan un espacio muy grande de terreno á derecha é izquierda del rio entre los mangles que circundan la bahía y la llamada de Mahomilla, ineulta, fangosa y la mayor parte del año impracticable.

La indicada bahía de Mah omilla que está entre la punta del Este y desembocadero del rio de Guantánamo no es sino un lago producido por las citadas avenidas de muy poco fondo, aunque permanente que no ofrece fondeadero ni aun á los buques menores, pues no escede de tres á cinco pies de agua en toda ella.

Las salinas que circundan la bahía de Guantánamo al Oeste, y las crecientes del rio á un lado y otro de sus riberas en un terreno llano y bajo, lo constituyen de una absoluta esterilidad hasta cerca de cuatro leguas, y solo se ven saos ó monte elaro que se estiende mucho mas allá de los hatos de Sta. Rosa y la Laja, cuya naturaleza va fertilizándose subiendo rio arriba hasta entrar en las posesiones de Santa Catalina, el Jobito, Ojo de Agua &c., y continúa mejorándose y haciéndose muy feraz á proporcion que se acerca á la cordillera de montes arriba mencionada y está regado por los raudales del Guaso, Vanes, Plátanos, Hondo y los demas rios que corren en la espaciosa llanura que ocupa las tierras de la citada posecion de Santa Catalina, cuya planicie presenta el golpe de vista mas her

moso.

No hace mucho tiempo que este territorio, poblado en el dia por industriosos agricultores nacionales y estrangeros, se hallaba casi yermo y sin cultura, no obstante, de las grandes ideas que se tenian para favorecerle habilitando un puerto que tan inmediatamente brindaria su fomento, su poblacion y grandes intereses al Estado.

El puerto de Guantánamo es en efecto uno de los mas capaces de esta Isla y aunque en ciertas circunstancias tiene sus defectos, puede sacarse mucho partido de otras en que halla recursos el arte y el interés de su posesion por un motivo poderoso.

Esta verdad nos la manifiesta la situacion en que colocó su ejército y armada el Almirante Vernon en el año de 1741. Estableció su campo á la orilla izquierda del rio Guantánamo á cuatro leguas distante de su embocadura. cerca del sitio en que está hoy la casa del hato Matabajo; donde se atrincheró y construyó un reducto cuadrado de 35 varas de lado y una lengua de sierpe ó rediente avanzado, no solo para la seguridad del campo, sino tambien para flanquear y defender su aguada que estaba á su imediacion, teniendo todo el rio para

comunicarse con su escuadra que fondeó á la entrada cerca de la playa del Este, fortificando esta con una obra de doce cañones de grueso calibre para defender aquel fondeadero que es el mejor y está abrigado por la punta, segun se insinuó arriba; pero no estableció defensa alguna para la entrada del puerto, seguramente á causa de no poderse cruzar los fuegos por la mucha anchura de la boca.

En aquel tiempo en que todo el territorio imediato estaba despoblado nada hubiera impedido su tentativa de penetrar en el pais, haciéndose fuerte en el punto indicado si no hubieran sufrido sus tropas el contagio de la enfermedad que en poco tiempo las redujo á un número insuficiente para la continuacion de la empresa,

La idea primordial que se tenia de este puerto promovió el año de 1796 una comision para que bajo el prévio reconocimiento se propusiesen los medios de establecer una poblacion y se utilizasen todas las ventajas que ofrecia segun el concepto general. Pero no obstante las primeras opiniones, planes y proyectos de defensa de los oficiales facultativos, se vino á demostrar con pruebas prácticas del mayor alcance del cañon que era impracticable impedir la entrada por no cruzarse los fuegos, y de consiguiente que no pudiendo asegurarse de su posesion, era inútil todo establecimiento anexo al tráfico de esta bahía, de cuyas resultas se desvaneció esa tentativa, y en mi concepto sin indagar las causas que debieron haber impulsado al Almirante ingles á la eleccion de su campo, que se sabe, fué hecho para permanecer largo tiempo, por lo vasto de su intento y solidez y capacidad de las obras de que aun existen vestigios.

Regularmente el enemigo es el que nos descubre por sus posisiones las ventajas que ofrece un territorio, cuyos puntos e scoge con el mayor interés para invadir el pais en que hace la guerra. Así es que si la citada comision se hubiera detenido en este principio militar con respecto á aquellas operac ones quizás habrian servido para su proyectada poblacion los i mismos motivos que por los defectos del puerto arriba dicho, fundaron para Vernon un campo con todas las seguridades que son posibles, arregladas á la profesion militar.

Es constante que para uno y otro no se halla en todos los contornos de la bahía de Guantánamo un sitio mas al propósito: terreno llano, al pie de un ribazo que fortificado lo defendiese: agua fértil todo el año, un rio navegable, que junto con el espacio ó fonde adero resguardado que tiene á su boca y que se puede decir es independiente de la bahía, harian un puerto de mar abrigado y seguro; campos vírgenes, feraces y regados por hermosos rios á la corta distancia que queda espresada, todo se brindaba á favor del nuevo establecimiento, y parece

que en el dia reclama á la munificencia del gobierno renueve sus planes á favor de aquel territorio, cuya agricultura ha tomado tantos adelantos de pocos años á esta parte, que puede bajo sus auspicios completar las lisongeras combinaciones que se hagan en razon de la historia de su fomento.

Demostrada pues la escelencia del punto á las inmediaciones del hato de Matabajo para la fundacion de cualquier establecimiento, lo está igualmente la de la eleccion propuesta por aquellos habitantes á este Gobierno para colocar allí sus almacenes, formar su embarcadero y practicar el camino que conduzca á él desde el Saltadero del rio Guaso, como el mas corto y cómodo para todos. Solo resta desenvolver el cuadro que le presentan para empeñar sus cuidados hácia esta parte, y dejar al mismo tiempo cimentada la base en que se pueden calcular mas adelante, si se cree oportuno, los planes sobre poblacion y la franquicia y habilitacion del puerto de Guantánamo que tanto haria felices aquellos vecinos, y por lo que suspiran con sumo fundamento, pasando luego á determinar las defensas que convienen para el resguardo de sus intereses y seguridad de los moradores.

La estension del territorio, reducida hace diez y seis años á los hatos de Santa Catalina, el Ojo de agua, Jobito, Chapala, Chapalita, Guantánamo, San Andres, la Laja y los hijuelos de algunas de estas haciendas de ganado, no deberian á la verdad prometer grandes esperanzas para alentar el proyecto de fundar una poblacion á las inmediaciones de la bahía, como hace mucho tiempo se intentaba; mas en el dia ha mudado de naturaleza este terreno, y se ven sus campos abiertos á la agricultura del algodon, caña, café y añil, ofreciendo progresivamente mas adelantos; y si el Gobierno toma tanta parte como desea á favor de la Oriental de esta Isla, teniendo en consideracion el rápido fomento de esta porcion á que ha atraido los brazos la imediacion de un puerto tan bien reputado, y la esperanza de gozar libremente de su utilidad, encontrará nuevos habitantes que naturalmente y á impulso de su mútuo interés y necesidades se reconcentren en un punto; y de aquí contará sin mayores desvelos con el logro de un pueblo que será formado como la mayor parte de los que existen. Así se debe estimar por los trabajos hechos en tan poco tiempo por labradores de una industria conocida, infatigables en sus tareas, y lo mejor dispuesto para auxiliar unánimemente al que se ve necesitado en los principios de sus empresas. De otro modo no ofreceria este territorio la deliciosa perspectiva que presenta y ha trazado su industria de cinco años á esta parte.

Con efecto el hato de Santa Catalina estando aun yermo se vendió el de 1802 á una corta sociedad de estrangeros de la isla de Santo Domingo, de los cuales cuatro, por único recurso

de procurar su subsistencia, entonces la mas indigente se internaron en la espesura de un monte vírgen con un corto número de brazos y trabajando personalmente con tezon y constancia lograron ver premiadas sus fatigas con las abundantes cosechas de algodon que el próvido y feraz terreno les rendia cada un año. De estos hombres laboriosos solo ha fallecido uno que es Mr. Muzard. y los tres restantes Mr. Pedro Francisco Moran, Mr. S. Sabon y Mr. Antonio Thomas continúan en su fomento hasta el punto de reunir ya el segundo doscientos negros en mas de treinta caballerías de terreno abierto, y el tercero la fundacion de un ingenio de azúcar en que no ha mucho subrogó las tierras de su algodonal.

Este corto número de habitantes ha subsistido con mas ó ménos suerte solo durante doce años, trabajando en aquel desierto distante veinte y seis leguas de Cuba, á donde debian remitir sus cosechas perdiendo un quince por ciento mas que los hacendados vecinos de ella, ó dejándolas muchas veces en poder de los buques enemigos en el tránsito desde aquella bahía al puerto de aquella misma ciudad cuando despues las remitian por mar; pero estos gravámenes no han desalentado nunca su constancia, prometiéndose anularlos naturalmente la riqueza que debia presentar á las miras del Gobierno este partido con los otros inmediatos por la concurrencia de nuevos colonos atraidos de la opinion que se adquiriera aquel terreno, que como ellos esperaban, se ha ido poblando estraordinariamente.

La misma suerte debia caberle al del Ojo de agua, Tiguabos y Jobito, cuya primera cultura de algodon se hizo en el hato de Cunueira tambien al mismo tiempo que la de los cua tro citados, por el frances Mr. Planche, egemplo que han seguido los poseedores de los antiguos hatos de Guantanamo, Rio-seco, Malaver y otros.

Despues de concluida la guerra con el emperador de los franceses y á fines del año de 1814 fué cuando empezaron á introducirse de nuevo en esta provincia varias familias estrangeras, de las que mucha parte se acogió al espresado territorio y empezó á fomentarse al abrigo de aquellos que les proporcionaron los medios de conseguirlo, y continuar bajo los mismos principios con los que despues, imitando los esfuerzos de los anteriores van aumentando la poblacion.

En el dia (1819) se encuentran cincuenta y cinco fincas abiertas en el partido de Santa Catalina, todas en el cultivo de algodon escepto dos ingenios de azúcar, el uno con trapiche movido por la fuerza del agua perteneciente á Don Andres Haelfeg, que es el único que hay de esta clase en toda la parte Oriental de la Isla, y el otro de Mr. Antonio Thomas; y de aquellas hay algunas que reunen la de café y añil.

En el partido de Giguabo, Ojo de agua y Cunueira hay

igualmente veinte y tres habitaciones abiertas de algodonales y cafetos en algunas de ellas, de las cuales, quince son de franceses y ocho de españoles.

La antigua posesion del hato Santa Catalina ocupa la estension de 1650 caballerías planas en un terreno fertil llano y abundante de buenas maderas, y los habitantes que están fuera de él á orillas del rio del Plátano ocupan otra de 95 de las mismas caballerías, que juntas á las anteriores hacen 1745 por toda la parte que en el dia se nombra partido ó cuartel de Santa Catalina. De este número solo hay repartidas y en posesion de sus habitantes 618 y una sabana de una legua cuadrada que deducido todo de aquellas quedan á beneficio de otros colonos cerca de mil caballerías de que disponer.

Entre estas cincuenta y cinco fincas se cuentan en el día 914 esclavos y en las veinte y tres antedichas 320: y si á este número y el anterior se agregan las de las demas que son de la misma clase resulta el de mas de 1500 existentes en aquel territorio para solo la cultura del algodon.

Por un cálculo prudencial se regulan cien quintales de cosecha por cada trabajador en los años de mediano producto; de lo cual se deduce que puede contarse con 150,000 en cada uno si no hubiese aumento, y computando al precio de hoy, daria cuatrocientos cincuenta mil pesos fuertes y así progresivamente en razon de su fomento y trabajo. (1)

Sí á este producto se agrega el que dan las muchas haciendas de tabaco en las riberas del rio Guantánamo, en el partido de Limones, las que se encuentran en el de Tiguabo el que deben dar los hatos de Cabañas, Corcobado, Chapala, Jobito, San Andres, los de la Laja, el Cuero, Palma, Mangle, Sarsa, Santa Rosa y Rio-seco. que todos se hallan comprendidos en el interés comun respecto á la mejor suerte que les ofrece la imediacion á la bahía, se podrá percibir el grande objeto que se trasluce en este ligero traso, sobre el que haga el Gobierno las sabias combinaciones que le determinen á sacar todo el partido que promete la riqueza de este terreno y beneficiar á sus moradores con las gracias á que les abre campo su posesion.

Una vez conocida la naturaleza y calidad de aquel terreno y la riqueza que presenta por la narracion, aunque sucinta que acaba de hacerse, pasaremos á reunir los datos conocidos

(1) Distante de nosotros la época en que se escribió este informe nada podemos decir acerca de estos calculos; pero si estrañamos que habiéndose obtenido resultados tan ventajosos, el cultivo del algodon no haya tomado el incremento que era de esperarse de estos ensayos. Sin embargo en la provincia de Cuba tiene alguna importancia y nos parece que con el auxilio de la maquinaría, con mas conocimientos en la materia y con tanta facilidad para la esportacion, este género de industria agrícola no deberia echarsc en olvido sobre todo entre los cafetalistas. (N. del D.)

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