á

ceses. En 1555 se ajustó en Roma con el Papa Paulo IV una liga ofensiva y defensiva contra los Españoles para quitarles el Reyno de Nápoles; pero al siguiente año, á pesar de esta liga, Henrique concluyó una tregua de cinco años con el Emperador. Despues de la abdicacion de éste, las armas de Henrique pasaron Italia, mandadas por el Duque de Guisa, mientras el exército de Felipe II obraba en Flandes, donde ganó aquel mismo año de 1557 la famosa batalla de S. Quintín, que hizo perder á la Francia la flor de su nobleza, y casi todas sus tropas. El año siguiente el Duque de Guisa ganó á Calais, despues de haber estado esta Plaza en poder de los Ingleses desde 1347. Esta guerra en los Paises-Baxos, en que por una y otra parte se contarón ventajas, fué terminada en 1559 por la paz de Cateau-Cambresís, con la qual todas las Potencias beligerantes se pacificaron. Aquel mismo año en un torneo que dió en París en celebridad de las bodas de su hermana con el Duque de Saboya, perdió la vida Henrique II, que era uno de los combatientes, por la desgracia de haberle clavado el Conde de Montgomeri una hastilla de su lanza por un ojo. Dexó de su muger Catalina de Medicis, á Francisco que sigue a Carlos y á Henrique, que reynaron sucesivamente; á Francisco Duque de Alen, y á dos hijas: y tambien dos hijos naturales i

zon,

1559. FRANCISCO II, Rey ya de Escócia por su muger Maria, hija de Jacobo V, y de Maria de Lorena, hermana de los Guisas, sucedió á su padre Henrique II. Desde luego la Reynà madre y los Guisas se apoderaron soberanamente del gobierno, apartando de la Corte los Principes de la Sangre y otros grandes personages. Estas mudanzas excitaron c quexas, descontentos, y dieron nacimiento á los terribles bandos, que con el pretexto y zelo de Religion entre Católicos y Protestantes ocasionaron las famosas guerras civiles, que por espacio de quarenta años afligieron la Francia en los reynados siguientes. Francisco Imurió de un abceso en la cabeza en 1560 á los diez y siete años de su edad, sin dexar hijos de Maria Stuard, que se restituyó á Escócia al siguiente año.me vol not off,

1560. CARLOS II, hijo de Henrique II y de Catalina de Medicis, sucedió á Francisco II su hermano, de edad de diez años, baxo la tutela y Regencia de su madre, y de Antonio de Borbón Rey de Navarra, que fué declarado Lugar-Teniente General. Pe ro como éste se descubrió desde luego protector de los Calvinistas; el Condestable Montmoranci, se reconcilió con el Mariscal de San Andrés y con el Duque de Guisa, y formaron con es

ta.

ta union el Nuevo Triumvirato, que así la llamaron los Hugonotes. Ni el famoso Coloquio de Poissi, convocado para sosegar las disputas y quexas de los Calvinistas, ni la asamblea celebrada en 1562 en S. German-en-Laye, en que se les permitió el libre exercicio de su Religion, pudieron conciliar las parcialidades del Reyno, Estas cada dia iban creciendo y creando nuevas cabezas, siendo la principal de los Hugonotes el Principe de Condé, y despues el Almirante Coliny. En este reynado se dieron entre Católicos y Hugonotes las famosas batallas: en 1568 la de S. Dionisio en que murió el Condestable Montmoranci, y fué la victoria indecisa: en 1569 la de Jarnac, ganada por el Duque de Anjou, hermano del Rey contra los Hugonotes, en la que fué preso y despues muerto el Principe de Condé en aquel año la de Montcontour, ganada por el mismo Duque al Almirante Coliny, en la que perdieron los Calvinistas cerca de 120 hombres. En 1570 se les concedió en una tercera paz, ajustada en S. German-en-Laye, capacidad para todos los empléos, y además quatro plazas para su seguridad; pero temiendo las conseqüencias de estas gracias, Carlos, resuelto á destruir el partido Hugonote, y despues de haber atraído los principales Gefes á la Corte, mandó en 1572 la horrorosa matanza de S. Bartolomé, executada en una misma hora y á una misma señal, la que duró siete dias. Este remédio tan inhumano empeoró el mal y dió nacimiento á una quarta guerra civil. En 1574 murió Carlos IX en Vincenas, á los veinte y quatro años de edad, sin dexar hijos de su muger Isabel de Austria. Solo dexó uno natural, que fué Conde de Auvérnia, y Gran Prior de Francia. 19 34 19

1574. HENRIQUE III, hijo IV de Henrique II y de Catalina de Medicis, con el nombre de Duque de Anjou, sucedió á su hermano Carlos IX, siendo yá Rey de Polónia, cuyo trono dexó. Luego de haber entrado en Francia juró continuar la guerra contra los Hugonotes: pero estos habiendo ganado á tres Principes de la Sangre, el Rey de Navarra, el Principe de Condé, y el Duque de Alenzon, que abrazaron su partido'; lograron una paz mas ventajosa que ninguna. Esta paz, que causó un descontento general entre los Católicos, dió nacimiento a la liga llamada Santa Union, que fué tan funesta á la Religion y al Estado, hasta causar por un efec to del fanatismo mas átróz, autorizado de los mismos Ministros Sagrados, el asesinato de Henrique III, que executó Jacobo Clemente otro de los coligados. Asi murió este Rey sin dexar sucesion de su muger Luisa de Vaudemont, acabandose en él la ilus

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tre rama y casa de Valois, que habia reynado en Francia doscientos sesenta y uno años.

RAMA DE BORBON.

1589. HENRIQUE IV, el Grande, Rey de Navarra, hijo de Antonio de Borbón, descendiente de Roberto de Francia Conde de Clermont, quinto hijo de S. Luis, sucedió á Henrique III como su mas proximo pariente. Aunque fué reconocido por la mayor parte de los Señores del exército Real, algunos le negaron la obediencia, y se retiraron con sus tropas, imposibilitando á Henrique de continuar el sitio de París. Los coligados reusaronle tambien la obediencia, desechando con indignacion el acomodamiento que les proponia. El furor de la liga se aumentó de dia en dia contra este gran Principe con el pretesto de que vivia fuera de la comunion de la Iglesia. Pero Henrique, arrostrando sus enemigos domesticos y estraños, los riesgos, los mayores trabajos, y la misma muerte, llegó al fin á sentarse en el trono por la fuerza de su victorioso brazo. La derrota del Duque de Mayena General de la Liga en la batalla de Ivri; y la rendicion de várias plazas rebeldes, como Chartres, Epernay, y Dreux al mismo Rey en persona, y la de otras en las Provincias á sus Generales leales, traxeron la pacificacion general en el Reyno, mayormente despues que Henrique hizo su abjuracion solemne en S. Dionisio en 1593: bien que siempre en Bretaña y Languedoc y algunas otras Provincias se mantenia el dominio de los coligados. Estos al fin, despues de la rendicion de París, hicieron sucesivamente sus tratados para entrar en la obediencia, habiendo sido el ultimo el Duque de Mercoeur en Bretaña en 1598. En este intervalo fué Henrique acometido dos veces por asesinos, que no lograron quitarle entonces la vida. En 1595 el Rey declaró la guerra á España, cuyos exér÷ citos tuvo que combatir y resistir en várias acciones y parages de Picardía y de Bretaña. En 1698 dió el Rey el famoso edicto de Nantes, concediendo el libre exercicio de su Religion á los Hugonotes, y la capacidad para todos los empleos de Justicia y Har -cienda. Aquel mismo año se concluyó en Vervins la paz entre Es paña y Francia. En 1602 el Mariscal Duque de Biron, convicto de haber conspirado contra Henrique de acuerdo con el Con-de de Auvérnia hijo natural de Carlos IX, y otros Señores, fué decapitado en un cadahalso. En 1604 se descubrió una nueva conspiracion contra la vida del Rey y los culpados fueron sentenciados á un suplicio, En 1610, estando Henrique haciendo los

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preparativos para una gran empresa, que jamás se declaró, fué asesinado dentro de su coche por Francisco Ravillac, á los cinquenta y ocho años de su edad. Dexó de su segunda muger, Maria de Medicis, á Luis que le sucedió; á Gastón Duque de Or leans; y tres hijas, sin contar los muchos hijos naturales que tuvo de dos damas.

1610. Luis XIII, el Justo, hijo de Henrique IV y de Maria de Medicis, sucedió á su padre de diez años de edad, baxo la tutela de su madre, que fué declarada Regenta del Reyno. Desde que Luis fué declarado mayor en los Estados de Paris, tuvo que su frir la rebelion del Principe de Condé, que se hizo caudillo de malcontentos, en cuyo partido entraban los Duques de Vendoma, de Guisa, de Mayena, de Nevers, &c. zelosos todos del alto poder y favor del Mariscal de Ancre con la Reyna madre. La muerte.de este Valído, consentida por la Corte, la prision de la Reyna su valedora, y la alta privanza á que subió el Duque de Luines, dieron origen á una pequeña guerra civil entre el hijo y la madre, que despues de su evasion se hizo cabeza de un nuevo parti do de malcontentos. Conciliados ya los ánimos, los religionarios formaron en la Rochela una nueva sublevacion, en que se descubrió el proyecto de repartirse várias Provincias para formar una -República, sostenidos del Duque de Bullon su Generalísimo, del de Rohán, y del de Soubise. Esta guerra civil, que fué muy sangrienta, terminó en 1622 por un tratado de paz en el sitio de Mompellér por el qual el Rey confirmó el edicto de Nantes, y cedió á los Protestantes las plazas de la Rochela, y de Montau-ban. En 1623 el Rey ajustó una liga con Venecia y el Duque de Saboya, para impedir que los Españoles se apoderasen de la Valtelina. En 1625 los Hugonotes, poco satisfechos, volvieron á turbar -el Estado, y á encender otra guerra intestina, sostenidos por los dos hermanos, Rohán y Soubise, que no se extinguió hasta la rendicion de la Rochela, que sostuvo un año de sitio contra las armas del Rey en 1627 (de lo qual vino al Cardenal de Richelieu su íntima y poderosa privanza); y la de Montaubán en 1629. El Ministerio de Richelieu, descontentó á la Reyna madre y al Duque de Orleans, que huyeron de la Corte, y formaron un nuevo partido en Lorena, que ocasionó otra guerra civil que duró hasta 1633. Luis renovó la alianza con la Suecia y los Principes de Alemánia, coligados contra la Casa de Austria. En 1635 la sorpresa de Tréveris por los Españoles encendió una larga y cruel guerra entre España y Francia. Luis XIII murió en 1643 en S. German-en

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Laya,

Laya, á los quarenta y dos años de edad. Dexó de su muger, -Ana de Austria, á Luís que sigue, y á Felipe.

1643. LUIS XIV, el Grande, hijo de Luis XIII y de Ana de Austria, sucedió á la Corona de edad de cinco años, quedando la Reyna madre Regenta del Reyno, la que se vió precisada á continuar la guerra contra su hermano Felipe IV Rey de España. La célebre batalla de Rocroi y el combate naval delante de Cartagena fueron los triunfos en la campaña de 1644 de las Armas Francesas: las que fueron igualmente victoriosas en Alemánia y Flandes. En las dos siguientes campañas las conquistas de la Francia en Flandes, Artois, Lorena y Cataluña fueron aún mas señaladas: las que no contribuyeron poco á la paz de Múnster en 1648. En aquel mismo tiempo el Rey se vió reducido á dexar la Capital, huyendo del furor de un partido, llamado de la Fronde, que se habia levantado contra el Cardenal Mazarini y su Ministerio, y causó crueles disturbios en la Capital, y en algunas Provincias, de las que se aprovecharon los enemigos para reparar sus pérdidas pasadas en Champaña, en Lorena, en Cataluña, y en Italia. Pero libre el Rey de esta guerra intestina, recobró por medio de Condé y Turena la reputacion de sus armas, facilitando la paz de los Pirinéos en 1659, que se coronó con el matrimonio de la Infanta Ide España Maria Teresa con Luis XIV. Este joven Monarca, despues de la muerte de Mazarini en 1661, empezó á gobernar por sí el Estado, cuyo aspecto mudo por la eleccion de sus Ministros, Vlas reformas en la Real Hacienda, los reglamentos de la Milicia, - el restablecimiento de la Marina, el fomento de las artes y el comercio, la creacion de las Academias y la proteccion de las cien-cias, el establecimiento de Colonias en las quatro partes del mundo, la abertura de canales, el buen orden de la policía y administración de justicia. A los veinte y dos años de su edad este Monarca se supo hacer respetar de las Potencias estrangeras, y temer tanto como amar de sus subditos. Aunque sus armas jamás estuvieron ociosas, ya contra los Moros, ya contra los Turcos; la muerte del Rey de España le subministró pretextos para invadir el País-Baxo, y apoderarse del Charolois, y del Franco-Condado. Hecha la paz con la España en Aix-la-Chapelle en 1669, continuó Luis á reformar, hermosear, y fortificar su reyno, y aumentar sus exércitos. Estos los empleó luego en 1672 contra las Provincias-Unidas, que se vieron casi ya baxo el yugo de la Francia, cuyas victorias excitaron los zelos de la Europa, que se conjuró contra Luis ; però él con la perícia y valor de sus Generales sos

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