Imágenes de página
PDF
ePub

Julio de 1600 (1) aun no habia marchado á su gobierno, pero estaba en Barcelona disponiéndose para su viaje. Llegó allá en Noviembre, y en 1607 mandaba el ejército que fué á auxiliar al Papa contra venecianos (2).

Segun parece de la relacion que copiamos íntegra al pié de estas páginas (3), el conde de Fuentes murió en Milan

(1) Cabrera, Relaciones de las cosas sucedidas en la corte de España desde 1599 hasta 1614, pág. 33.

(2) Ibid., pág. 72.

(3) Hállase original entre los manuscritos de esta Real Academia, y dice así:

Muerte y entierro del conde de Fuentes en Milan año 1610.

Lo que bay acá de nuevo es que el señor conde de Fuentes, despues de mas de 70 dias de calentura contínua, con crecimientos, murió muy sin tiempo, aunque tenia harto, pues contaba sobre 85 años. Pero personas tales siempre mueren temprano y mas muriendo en la ocasion que he dicho á vmd. por otras. Murió dia de la Magdalena, un poco despues del Ave Maria, habiendo estado con sus sentidos hasta muy poco antes; firmó y negoció de la misma manera que si estuviera bueno, aunque seis ó siete dias antes que espirase cometió los negocios à una junta de personas que él nombró, pero que le hubiesen de dar parte de todo. Asistióle el cardenal Borromeo casi siempre, y estuvieron con él muchos religiosos capuchinos, recoletos de San Francisco y padres de la Compañía. Fuése despidiendo de todos estos señores cada uno de por si. Llamó el Senado y hizoles un razonamiento, encargándoles las cosas de la justicia, y así se murió sin habérsele oido quejar en toda su enfermedad, ni haber hecho mudamiento, aunque le dijeron claramente que se moria. Fué tan gran principe en muerte como en vida. Mandó le depositasen en Nuestra Señora de San Celso, y le llevasen á España lo mas presto. Dejó 4,000 ducados de renta repartidos entre sus criados por sus vidas, entre los cuales 800 á D. Francisco de Avila, con que vendrá á tener 2,300 de renta sin la hacienda. A otros criados dejó á 200 y 300 ducados por una vez. Dejó á D. Balthasarico un caballo de su caballeriza, el que escogiese, y al de Marruecos y Asuclí lo mismo, y la demás caballeriza á D. Francisco de Avila con carrozas, literas y lo demás de este género. El entierro se hizo el domingo siguiente á una hora de la noche con 200 frailes, todos de San Francisco, y otros 200 clérigos y el cabildo de la iglesia. Mandó vistiesen 30 pobres para que le llevasen, y no pareció mal, aunque no fué

el 22 de Julio de 1610, á la edad avanzada de 85 años. La condesa, su esposa, falleció en esta córte cuatro dias des-, pues (1). No dejaron hijos varones, heredando el título y mayorazgos de Fuentes, D. Manuel Azevedo y Zúñiga,

pomposo. Desde que murió hasta que le enterraron hubo grandes cosas sobre quién habia de gobernar en el interin, y aun no han cesado. Porque D. Diego Pimentel, como castellano, pretende que le toca, y mas habién. dose desistido D. Alonso Idiaquez, general de la caballería, y ya nombra. do virey de Navarra. El Consejo secreto queria gobernarlo todo, y prometo ȧ vmd. ha sido de grandisimo provecho, el hallarse en esta ocasion aquí D. Felipe, mi señor, porque se han atajado muchas cosas por su respeto que sonaran mucho y parecieran muy mal. En efecto, los han procurado concertar en que D. Diego tenga las cosas de Guerra y el Consejo las de Estado; pero todavia están cosquillosos y por cada cosa hay encuentros.

Espérase el remedio de España con la nómina del interin, y fuera mucho mejor estuviera acá antes que el conde muriese, sin dar lugar á estas cosas. Trátase ya D. Diego como gobernador; no visita, ahorra de sus cumplimientos con los que le visitan; ha echado caballerizo á caballo cuando sale; en efecto no se ahorra con nadie en esta materia. El lunes, otro dia despues del entierro, concurrieron casi todos los caballeros de Milan á San Celso, y los ministros à la misa, à la cual habia de asistir el cabildo con el cardenal y tenia su dosel dentro de las barandillas al lado del Evangelio; pusieron el sitial de D. Diego enfrente con dos sillas, una para él y otra para D. Alonso Idiaquez. El cardenal dijo que no iria si no quitaban aquel sitial, y hizo quitar el suyo. Viendo esto D. Diego que estaba ya en la iglesia, se fué y tras dél uno á uno todos los caballeros y se quedaron solos los criados del conde. Cuando supo esto el cardenal, vino con el cabildo y dijeron su misa y enterraron al conde.

Con esta muerte ha crecido el precio del trigo y comienzan á llorar al conde y lo llorarán, mucho mas andando el tiempo. De la guerra no se habla con estas cosas que pasan de presente, aunque todavia se va juntando la gente y no se sabe en qué parará. El príncipe de Condé está en París llamado de Flandes por la Reina dos veces, y fueron para asegurarlo mas de 20 caballeros por él, de sus parientes y amigos, y está quieto; no hay otra cosa. Guarde Dios á vmd. y dé lo que deseo. Milan y Julio 28 de 1610.-El licenciado Juan Gutierrez. (Biblioteca de la Academia de la Historia; Papeles varios de jesuitas, tom. 96, fől. 244.) (1) Nobiliario de Haro, tom. 2, libro XI, pág. 263.

sesto conde de Monterey y Fuentes (1), que casó con la hermana del Conde-Duque, y fué virey de Nápoles desde 1631 á 1637.

Queda pues demostrado que el conde de Fuentes, vencedor de Dourlens, no pudo de ninguna manera mandar los tercios españoles en Rocroy. ¿Quién cra. pues esc conde de Fontana, ó Fontaines (2), como le llaman algunos historiadores franceses, que agoviado por los años y trabajado por la gota se hizo llevar en una litera por entre las filas de nuestra infantería, exhortándola á sostener el empuje de la caballería francesa, y murió al fin en aquel trance? Los nuestros guardan silencio sobre este punto. Todos ó los mas le llaman Fontana (3); unos pocos Fontané; quién le hace belga ó flamenco, quién lorenés; pero ninguno que sepamos, entre los antiguos (1), le da orígen español, ni le confunde con D. Pedro Enriquez, conde de Fuentes; al contrario todos convienen en que era na¬ cion (5) ó extranjero, y que sirvió en los ejércitos de Flandes.

(1) Fué hijo de D. Gaspar y casó con su prina Doña Leonor María de Guzman, hija de D. Enrique de Guzman, conde de Olivares y padre del Conde-Duque.

(2) Adviértase sin embargo, que los que asi le denominan creen traducir al francés el título de Fuentes, y que los mas le llaman le comte de Fuentes, le vainqucar de Dourlens.

(3) De este número son Vivanco, los continuadores de Mariana; Baños de Velasco en su Pontifical le llama Fontaner y Fontané.

(4) Los que le mencionan lo hacen siempre bajo el supuesto de que era extranjero, al servicio de España. Entre los modernos, el canónigo Sabau, y D. Modesto Lafuente, siguiendo en esto à los historiadores franceses, le hacen español, y le identifican con D. Pedro Enriquez, conde de Fuentes. Solo D. Antonio Cánovas del Castillo, con mas acierto, hace dos personajes diferentes y distintos. Decad. de España.

(5) Así llaman los escritores de aquel tiempo á los extranjeros (soldados de naciones) que militaban en nuestros ejércitos. En prueba de ello citaremos los siguientes párrafos sacados de una relacion de la toma de Bremen, en 1638: « Luego acudieron allí muchos soldados naciones, y ba

La primera vez que hallamos citado el nombre de Fontana (1) es en 1634. Ya para entonces era gobernador del Franco-Condado, y en dicho año habia tomado el fuertecillo de Santa Ana entre la Esclusa y Doma. Poco despues habiendo el conde de Emden, gobernador del Luxemburgo, recibido órden de marchar sobre Treveris, le envió delante con el grueso de la fuerza y la plaza fué tomada sin grande esfuerzo (2).

jando al foso pusieron las escalas y subieron à la muralla...... Era el alférez de D. Juan Marquez, nacion, y pasaba por buen soldado y valiente..... Por la puertecilla que cae al foso entraron 25 soldados, los mas de ellos naciones; solo habia entre ellos dos españoles y un italiano.»,

(1) Antes de este tiempo, D. Francisco Lanario de Aragon que compuso en italiano una historia de las Guerras de Flandes, dice que cuando en 1604 los amotinados de Ruremunda se redujeron á la obediencia y pidieron rehenes del cumplimiento de lo pactado, los designados fueron el duque de Osuna, el conde de Fontenoi y D. Alonso Davalos (Guerre di Flandria, Antwerpiæ, 1615, 4."); pero en nuestra opinion Fontenoi y Fontana son dos nombres distintos.

(2) En una relacion en verso intitulada: Relacion verdadera de las grandes victorias que á 14 de Junio de este año de 1640 han tenido las armas católicas, gobernadas por S. A. el señor Infante Cardenal de los Estados de Flandes contra el principe de Oranje y otros, se hace mencion de Fontana y de sus hechos militares, del modo siguiente:

Pero si con lo pasado

El de Oranje no escarmienta,

El conde de la Fontana

Hace que su orgullo tema.

Soldado de Fama y nombre,

Cuyo valor y prudencia
En el gobierno y las armas
Hoy por Marte celebran.

Desbarata sus designios,
Sus escuadras amedrenta,
Tres mil enemigos mata
Y con las plazas se queda.

Porque su nombre y hazañas
Altamente resplandezcan
Dando honor á las naciones

Que con España se agrogan.",

En 1636, cuando el Infante Cardenal entró en Francia, se dispuso que el conde de Fontana quedase con 5,000 infantes y 2,000 caballos, defendiendo las plazas marítimas de Dunquerque, Newport y Gravelingas contra los ataques de los holandeses. En 1638 formaba parte del Consejo de Guerra de Flandes, juntamente con los marqueses de Mirabel y Cerralvo, D. Felipe de Silva, el conde de la Fera, D. Andrés Cantelmo y los barones de Grovendocq y Valanson. El 1640 pretendiendo desquitarse de la rota sufrida en Caloó, el príncipe de Oranje hizo atacar por su primo el conde Enrique de Nassau los fuertes que cubrian las avenidas de Hulst; Fontana le salió á recibir y le derrotó en un reñido encuentro en que perdió la vida el caudillo holandés (1). Por último en 1641, á la muerte del cardenal Infante, sucedida el 9 de Noviembre, fué uno de los encargados de gobernar los Estados hasta tanto que Felipe IV hubiese nombrado sucesor (2). En 43 perdia la batalla de Rocroy juntamente con la vida, no ya mandando en jefe, como algunos han creido, sino á las inmediatas órdenes de D. Francisco de Melo.

Acerca de su patria y nacimiento diremos tan solo que fué natural de Lorena. Así lo declara una relacion im

(1) En la Gaceta ó relacion española del año 35, donde hallamos consignado este hecho, se escribe su nombre de esta manera: Ser Fontana, y en otra del año 34 Cer Fontana. Juan Antonio Vincart, secretario del Consejo de la Guerra en Bruselas, que escribió en castellano una relacion de las campañas de los años de 1636, 37 y 38, escribe Cerfontaines: nombres todos bajo los cuales creemos reconocer el Fontana de los nuestros, puesto que le Sire de Fontaine, como le llamarían los flamencos, pudo fácilmente trocarse en Cerfontaine.

(2) Los demás fueron el arzobispo de Malinas, D. Francisco de Melo, el marqués de Velada, D. Andrés Cantelmo y el presidente Roose. Véase el tomo III, pág. 245 de esta correspondencia.

« AnteriorContinuar »