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sentan. Quien no conoce, no desea. Las pasiones extienden la esfera del deseo en la proporcion que el alma sus conocimientos.

Los Españoles, empezando á ser comerciantes, fueron saliendo de su primera vida salvage y grosera, y aprendieron á gustar de las delicias de las artes, á estudiar los modos de refinar los objetos de los sentidos, y de hacerlos mas agradables: y en fin, de toscos y groseros pasaron á hacerse delicados, moles, y voluptuosos,

Si se ha de dar crédito á Florian Docampo, en los tiempos de que hablamos, tuvieron ya leyes suntuarias los de Denia. (1) Pero este Autor tiene el defecto que le notó ya Ambrosio de Morales, de referir hechos singulares sin citar ningun Autor.

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Como quiera que sea, no puede dudarse que los Españoles tuvieron por aquel tiempo mucho luxo, á lo menos los Pueblos marítimos, que eran los que mas exercitaban la negociacion, y el comercio. Quando Scipion vino á España, encontró al exército de Roma, que estaba en ella, muy afeminado. Las rameras pasaban de dos mil. Los cocineros y demás criados destinados al regalo y á la delicadeza, eran muchisimos. No dormia el menor Soldado sino en cama muy blanda y

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(1) Cron. gen. de España. lib. 3. cap. 31.

acomodada; todo lo qual reformó aquel famoso General. Conquistada Cartagena por él mismo, se encontraron dos mil artesanos. Al Tesorero Cayo Flaminio se le entregaron, solo por la parte del botin que pertenecia á la República, doscientos setenta y seis platillos de oro de á libra cada uno, diez y ocho mil y trescientos de plata, y un número infinito de vasos de este mismo metal, sin contar los pertrechos y bastimentos. Quien lea el libro tercero de Estrabon, en donde hace la descripcion de España, concebirá la idea mas ventajosa del comercio, artes é industria de los Españoles. La multitud de canales para el tráfico interior de la Península, el gran despacho de sus géneros, particularmente en Andalucia, por la gran facilidad con que los comerciantes daban salida á sus sobrantes; la cantidad prodigiosa, no solo de crudos, y primeras materias, sino de géneros fabricados en el pais, y transportados á Italia en naves Españolas, ponen á la vista el aspecto natural de una potencia comerciante, rica, y que disfrutaba todas las delicias hasta entonces conocidas.

Los Españoles se acomodaron tan bien al genio de los Romanos, que apenas se distinguian, de ellos en el lenguage, trato, vestido, estilos, menage de casa, y demás ramos pertenecientes á la vida civil. En el idioma competian con los mejores maestros de la

eloqüencia latina, dexando hasta aquel ayre provincial, que contraido con la educacion, es tan dificil de borrarse en el resto de la vida. En la policía, humanidad, patriotismo, esplendidez y aparato de la mesa, y en las funciones públicas, no fueron inferiores á sus maestros. No se veia otra cosa que grandes y sólidos caminos, que facilitaban los viages y el comercio, fuentes, baños, termas, edificios, que anunciaban á primera vista la grandeza, y magnificencia de sus dueños. El teatro de Sagunto, la puente de Alcantara, el aqueducto de Segovia, y otros vestigios de aquel tiempo existentes todavia, son un perpetuo monumento de la aficion de aquellos Españoles á las artes, y de su luxo. El citado Estrabon dice, particularmente de los Andaluces, que tomaron en un todo las costumbres de los Romanos, olvidando hasta su lengua propia, y haciéndose latinos; de suerte, que faltaba muy poco para poderse llamar enteramente Romanos. (1)

Para conocer, pues, mas bien el luxo de los Españoles durante la dominacion de aquellos, será muy á propósito tratar particularmente del luxo, y de las leyes suntuarias de

(1) Quien quiera instruirse mas bien acerca del estado de España en los primeros tiem. pos, puede leer lo que han es

crito ultimamente los PP. Mohedanos, Masdeu, Marin, y el Señor Noguera en las adiciones al P. Mariana.

los Romanos. Las luces que se dén á este rámo de la historia, y legislacion Romana, no pueden menos de refundirse sobre la nuestra, asi porque mucha parte de esta, está tomada de aquella, como por el conocimiento que facilita de las causas del luxo, que con corta diferencia son las mismas en todas partes. Y asi en los dos capítulos siguientes se dará un nuevo aspecto á este ramo de la historia y legislacion Romana, que hasta ahora ha sido tratada con mas erudicion que filosofia. Chacon, Struvio, Meursio, Kobierzyck, y otros Filólogos, han trabajado mas en recoger hechos, y exemplos con que manifestar los usos y luxo de los Romanos en las comidas, vestidos, edificios, muebles, diversiones, &c., que en describir filosófi camente el espíritu que reynó en aquella na¬ cion desde sus principios. Esto es lo que yo he procurado hacer, leyendo primero atentamente la historia en sus fuentes, y arreglando las leyes y los hechos á la cronología, sin la qual no puede haber exâctitud en las ideas, ni solidez en los principios.

CAPITULO II.

Del luxo de los Romanos.

Se celebran comunmente las virtudes de los Romanos, y con particularidad aquellas que

versan acerca de las delicias y placeres de la vida. Nos los representan los autores sóbrios, parcos y frugales, haciéndonos formar una idea envidiable de la inocencia, sencillez y pureza de costumbres de sus primeros tiem pos, proponiéndolos por modelos para la imitacion, y atribuyéndoles en gran parte á estas virtudes los progresos, y extension, de su grandeza.

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Y en la realidad, ciertos exemplos vistos de quando en quando, y ponderados con toda la viveza de la eloqüencia latina, parece que justifican aquel concepto general.

Pero quien con un espíritu libre de toda preocupacion, y con una meditacion pro funda lee la serie, de la historia, coteja los tiempos, y combina los hechos, y circuns tancias en que succesivamente se vió la República, piensa de otra suerte, y encuentra que acaso en ninguna otra nacion han sido las pasiones, ni tan vivas, ni tan satisfechas desde sus principios, como en la Romana. Exâminemos su constitucion civil, que es el medio mas seguro de poder formar una idea exacta de su verdadero caracter. Los hechos sueltos y separados, son pruebas muy equívocas: el gobierno y las leyes son las que forman y dan á conocer el genio, y las cos tumbres de los Pueblos.

El censo ó padron que hizo Servio Tulio, y la forma que dió á la gerarquía civil ma

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