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bores con que se mantenian: porque en aquel tiempo envidiable del restablecimiento de las Iglesias, renovaban el primer fervor apostolico en humildad, pobreza, y predicacion con ostentacion de espiritu, no mundana exterior, y asi les honraba Dios con muchas maravillas, porque ponian su honor en mirar por la Casa de Dios, no por el lucimiento de

sus casas.

74 El haberse contentado S. Julian con la precisa compañia de S. Lesmes, es un elogio el mas cumplido de sus virtudes; pues muestra que este solo llenaba sus deseos; que hallaba en él quanto necesitaba; que uno valia por muchos ; y que desempeñaba cada cosa, como si no huviera otra de que cuidar. Ambos pueden ser aplaudidos en esta edificativa conducta: S. Julian, por evitar el fausto,contentandose con poco, como pobre y humilde: S. Lesmes, por acumular en sí lo que ocuparia à muchos, ambicioso de servir à los pobres y al Obispo.

75 Esta confrontacion del Santo con el Ministro prueba unos fondos en Lesmes conformes al corazon de S. Julian: humilde con humilde: caritativo con caritativo: pobre con po

bre: inocente con inocente: Santo con Santo: y ambos Templos de Dios, que como asquas se inflamarian mutuamente en el amor divino. Honró Dios à Lesmes con hacerle testigo de los milagros que hacia por S. Julian: y es muy verosimil que hiciese tambien algunos, premiando Dios la fe y ardiente caridad de S. Lesmes: pues esta fue la virtud en que mas consta haber sobresalido, como el Santo Prelado, y ella fue la que le acrecentó los merecimientos hasta el fin de su vida: porque como era solo en la fatiga de repartir y medir el trigo para los pobres, y como era mucho y continuo el peso de costales y de medidas, contrajo una grave enfermedad por la fuerza que hacia, cuya dolencia le egercitó y purificó hasta la muerte. Lisiaronsele los huesos de los lomos, obligandole à encorbar la cintura: agregaronse dolores de riñones y de estómago, con un contínuo padecer, que le aumentó brillos à la corona, y le duró años despues de la muerte de su Maestro.

76 Pasado este à la Gloría, se retiró Lesmes à su Patria Burgos, muy cargado de merecimientos y estimulado del glorioso fin que habia visto en S.

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'Julian, no cesaria de imitar sus virtudes, llenando la Ciudad de admiraciones con la relacion de quanto habia visto para gloria de Dios, y edificacion de sus paysanos.

77 S. Lesmes llevó consigo el quebranto corporal, en cuyo sufrimiento mereció toda la vida, añadiendo muchas buenas obras en quanto pudiese con pobres y hospitales, por espacio de diez años en que sobrevivió à S. Julian, segun escribió

'Alcazar con Poza, en cuya suposicion vivió hasta el año de 1218. y no, como escribió Tamayo, en el 1190. en que todayia no era Obispo su Maestro.

78 Lleno pues de las muchas virtudes que egercitó al lado de su Maestro, especialmente en la pobreza corporal y espiritual, en la humildad de hacer y vender cestillas para no comer pan perezoso, y sobre todo en la eminente caridad con los pobres, entre polvo., paneras, costales y medidas de trigo, fiel entre los dispensadores, y perseverante hasta el fin, acrisolado con mayores propinas de continuos dolores para atesorar riquezas celestiales, dió su alma al Criador donde la habia recibido en la Ciudad de Burgos,que honrada

ya con la muerte de otro Lesmes, concurriria en afectos encontrados, de dolor por la ausencia, y de gozo por el patrocinio, à celebrar las exequias, repetidas del nuevo y duplicado amparo, con que en aquel segundo Lesmes vinculaba felicidades para sus Ciudadanos.

79 Los Autores que estuvieron preocupados con que la Iglesia de S. Lorenzo sirvió de Catedral, escribieron haberle sepultado alli, y que despues le trasladaron à la Santa Iglesia donde yace. Pero ya vimos en el Tomo preced. que no estuvo la Sede en S. Lorenzo, sino que la primera Catedral que huvo dentro de la Ciudad al fin del siglo undecimo, fue la edificada por D. Alfonso Sexto en el sitio donde estaba su Palacio. En el mismo se engrandeció despues por S. Fernando la conservada hasta hoy, que no necesitó mudar, sino engrandecer el sitio: y si colocaron el sagrado cuerpo en la Catedral (como nadie niega) no fue en S. Lorenzo, sino en la edificada por D. Alfonso Sexto.

80 Este apoderarse el Cabildo del cuerpo de S. Lesmes, muestra la gran fama de santidad en que pasó à mejor vida, pues por tanto quiso enrique

cer

cer su Iglesia mayor con aquel tesoro, que desde luego apreció como tal, dandole sepultura señalada, que estaba bien distinguida, quando concluida la obra nueva en tiempo de S. Fernando, le pusieron junto al pilar de S. Andres, y de la Magdalena, que es hoy Capilla del Arzobispo D. Henrique. El Se nor Prieto dice, está en el Trascoro en un sepulcro de piedra: y haberle labrado tal sepulcro, muestra bien la veneracion en que desde luego le tuvieron.

81 Alli perseveró muchos siglos, siendo el refugio de afligidos, especialmente de los molestados de dolor de riñones, los quales acudian à implorar su patrocinio : y arrimando al sepulcro las espaldas, conseguian salud los que acudian con fé, y à quantos les convenia. Viendo el Cardenal Pacheco la frequencia de gente que concurria al sepulcro, mandó poner en frente una Imagen de Christo, para que al estar arrimados à la piedra los dolientes, mirasen à la fuente original de la salud, como afirma Poza citado por Alcazar, mencionando tambien à Escudero,que dice era la Imagen de S. Julian.

82 Pero como fuesen muchos los concurrentes, y el sitio

es muy principal, ocasionaban estorvo, y la Santa Iglesia resolvió trasladarle à la Capilla de Sta. Catalina (hoy de S. Juan de Sahagun) donde le colocaron en un nicho del grueso de la pared al lado del Evangelio, despues de concluir las rejas de la Capilla mayor en el 1680. lo que se hizo con solemnidad, como refiere un M. S. que tengo, pero no la explica en particular.

83 Esta fé publica de acudir los enfermos à su sepulcro, es testimonio autentico de la fama de santidad en que murió, y la continuacion de siglos ha ido perseverando en la misma veneracion, dandole algunos Escritores el expreso tratamiento de Santo, como vimos en el Breviario antiguo de Cuenca, que dice Sancto Lesmo. Ambrosio de Morales le llamó Santisimo en un libro que tengo original de su mano, empezado en el año de 1541. y en el fol. 91. hablando de S. Julian, dice: Adelelmus sanctissimus qui granario præerat, granaria paulo ante vacua confisus adiit, plena que reperit divinitus.

84 Venero en el Enchi dion, hablando de S menciona à seg cuyo sante

sepultado en el Trascoro de la Iglesia de Burgos, de donde era natural. Y en la obra que dejó M. S. sobre la Ciudad de Burgos,le llama Bienaventurado Lesmes, al tratar de S. Julian: y despues entre las Reliquias de la Santa Iglesia, pone,, el 29 cuerpo de San Lesmes, disci», pulo ò criado de S. Julian de ,, Cuenca, el qual es tenido por ,, Santo." Marieta en el libro 6. escribió la vida en el cap.37.con el titulo De San Lesmes, y empieza con el mismo tratamiento de Santo, diciendo: San Lesmes fue natural de la Ciudad de Burgos, &c. Phelipe Ferrario ya vimos, n.71. que le puso en su Martirologio entre los Santos, y con dictado de Santo.

85 Los Padres Antuerpienses sobre el dia 30. de Enero, dicen: Sanctus simpliciter nominatur. Yepes le llamó tambien Santo à boca llena:,, Hay tambien (dice) otro San Les,, mes, natural de Burgos.... donde es tenido por Bien

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aventurado: asi la Santa Iglesia le ha dado un excelente sepulcro en el Trascoro." (Tom.6. fol.408.b.) A este modo otros muchos posteriores, especialmente los que escribieron la vida de S. Julian; y la obra de Medina y Mesa sobre las Grandezas de España, lib.2. cap. 108. dice, que su cuerpo está en Burgos, y es tenido por Santo.

86 Segun cuyos testimonios vemos autorizada por repetidos siglos la fama de santidad y ve neracion en que siempre le tuvo la Ciudad de Burgos, à vista de los Prelados, y con general aclamacion del pueblo, cuya numerosa concurrencia, por los beneficios que su intercesion les hacia, llegó à causar estorvo, y proveyeron otro sitio mas desahogado para los devotos y necesitados que llegaban à venerar su sepulcro. Esto pudiera excitar la atencion de la Iglesia y Ciudad sobre procurar autorizacion del culto publico.

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CAPITULO IV.

MONASTERIO DE S. PEDRO DE CARDEÑA, I sus Santos.

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L Oriente de la Ciudad de Burgos, y à dos leguas cortas de la Ciudad, tiene su situacion el muy antiguo y santo Monasterio de Cardeña, dedicado à Dios con invocacion del Principe de los Apostoles S. Pedro, y de S. Pablo. Corre por él un arroyo, dimanado de algunas fuentes comarcanas, con cuya agua se amenizan las margenes en verano: pero el territorio es muy frio en invierno, poco fertil, solitario, y por tanto muy acomo

dado para los que desengañados de los gustos perecederos, solo quieren vivir en el destierro, teniendo su conversacion en gozos de los Cielos.

2 El principio y motivo de fundarse alli, le propone el R. P. Mro. Berganza en esta forma: El Infante Teodorico, hijo de Teodorico Rey de Italia, y de la Reyna Doña Sancha, cansado de andar à caza, y con animo de refrescar, se apeó à la margen de la fuente, que hoy llaman Caradigna. Haviendo comido el Infante, picado del

sueño, se quedó dormido, y despertó de alli,à poco,sobresaltado de accidentes mortales,que le quitaron la vida. Dieron aviso à la Reyna su madre,que acudió luego à donde habia muerto el hijo,y dió orden que sepultasen el cuerpo en la Ermita (que habia alli) de S. Pedro y S. Pablo, con animo de fundar en el mismo sitio un Monasterio del Orden de S. Benito, cuya doctrina y virtud estaban ya muy divulgadas, y asi envió à pedir al Santo algunos discipulos, que por por lo mismo se creen los primeros que entraron en España: y la fundacion de este Monasrerio se reduce al año 537. que es la Era 575. señalada en el Epitafio del expresado Infante, que pondremos aqui,

3 Esto es lo que tiene recibido el Monasterio acerca de su origen, fundacion, y antiguedad, omitiendo otras cosas que añade el R. P. Fr. Juan de Velorado, Abad de esta Casa, en la noticia de su fundacion, que puso al fin de la Cronica del Cid, refiriendo la aparicion de

un

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