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alcaide que le acogiese en el castillo: é el alcaide del dicho castillo é villa era el comendador de Segura, un caballero que decian don Lope Sanchez de Bendaña natural de Galicia, que fué despues comendador mayor de Castilla. É cuando el rey llegó á Segura demandó á don Lope Sanchez de Bendaña comendador, que y estaba en el castillo, que le diese aquel castillo de Segura, é le acogiese en él, segun el omenage que le tenia fecho por el dicho castillo. É el dicho don Lope Sanchez comendador le mostró como tenia una cadena á la garganta, la cual le ficiera poner el maestre don Fadrique su maestre é su señor, fiándose dél, é andando con él, é le tomara el castillo, é se apoderara dél; por lo cual non era él en su poder libre para le acoger en el dicho castillo segun el omenage que le avia fecho, el cual non podia complir. É el rey fué muy sañudo veyendo que esto era infinta, é que el comendador don Lope Sanchez fuera en aquel consejo; pero non pasó contra él. É pelearon los del rey con las compañas del maestre de Santiago en las barreras; pero non pudo cobrar el rey estonce el castillo de Segura, nin la villa: é dejó sus fronteros contra el maestre de Santiago en la comarca en derredor de Segura, é tornóse para Castilla, é non vino estonce por Toledo, segun tenia acordado, para poner la reina doña Blanca en el alcazar, por cuanto avia nuevas que los infantes de Aragon, é el conde don Enrique, é don Juan Alfonso de Alburquerque, é don Ferrando de Castro eran avenidos, é se querian juntar todos en uno; é así era la verdad, segun adelante diremos. É partió el rey de sobre la villa é castillo de Segura, dó fallara al maestre don Fadrique, é vino para Ocaña, é fizo ayuntar los caballeros é freyres de la orden de Santiago que eran con él, é mandóles que oviesen por su maestre á don Juan García de Villagera, hermano de doña María de Padilla: é así fué fecho, é de allí adelante se llamaba maestre de Santiago don Juan García. É este fué el primer maestre de Santiago que fué casado de que los omes se acordaban estonce; ca cuando el rey le fizo ser maestre de Santiago casado era primero: é despues acá ovo otros maestres de Santiago casados, ca dicen que segun su regla lo pueden facer.

CAP. XXI.-Como los de la cibdad de Toledo se alzaron con la reina doña Blanca, diciendo que el rey la queria prender.

Dicho avemos antes desto como Juan Ferrandez de Henestrosa, camarero del rey é su privado, tio de doña María de Padilla, viniera con la reina doña Blanca á Toledo, é como la reina desque entrara en la iglesia mayor de Santa María de Toledo non quisiera salir de ella, é como Juan Ferrandez se fuera para el rey. É así fué, que desque partió Juan Ferrandez de Henestrosa de Toledo, la reina doña Blanca fabló con muchas grandes dueñas de la cibdad que eran allí, é la venian ver de cada dia, é díjoles como se temia de muerte, é que avia sabido que el rey queria venir á Toledo por la facer prender, ó matar: é por ende que les pedia é rogaba que le pusiesen algun cobro. É todo este fecho de la reina doña Blanca, por cuanto aun ella era muy moza, ca non avia mas de diez é ocho años estonce, tratábale una dueña que era su aya, é la tenia por ordenanza de la reina doña María madre del rey don Pedro, que la pusiera allí, á la cual dueña decian doña Leonor de Saldaña, que era rica dueña é muy noble, fija de don Ferran Roiz de Saldaña, é muger de don Alfonso Lopez de Haro, fijo de don Juan Alfonso de Haro señor

de los Cameros. É esta doña Leonor fablaba en Toledo con las dueñas é con los caballeros, que catasen algu-> na manera como la reina doña Blanca non fuese muerta en aquella cibdad. É las dueñas de Toledo, cuando estas razones oyeron de la reina doña Blanca que ge las decia cada dia, otrosí de doña Leonor de Saldaña su aya, ovieron muy gran piedad de la reina, é fablaron con sus maridos é con sus parientes, diciéndoles que | serian los mas menguados omes del mundo si tal reina como aquella, que era su señora, é muger del rey su señor, muriese tal muerte en la cibdad donde ellos estaban: é pues tenian poder, que lo non consintiesen. ca la reina pensaba é cuidaba que Juan Ferrandez de Henestrosa avia de tornar luego con mandado del rey para la poner presa en el alcazar, donde ella era bien cierta que la matarian: é que ella tenia que esto non era voluntad del rey, salvo que era por inducimiento de algunos consejeros del rey parientes de doña María de Padilla: é que tiempo vernia que el rey su señor é su marido ge lo ternia en servico á los que de tal muerte la librasen, é entenderia que non avian fecho mal en la defender de la muerte; salvo cosa que era su servicio. É los caballeros de Toledo, por muchos inducimientos que les facian llorando mucho la prision é muerte de tan noble señora como la reina doña Blanca, que era una criatura sin pecado, é de tan gran linaje, otrosí por cuanto todos los mas é mejores del regno non se tenian por contentos de los parientes de doña María de Padilla, los mas dellos moviéronse á defender la reina á todo su poder, é á poner por ello á cualquier aventura cuerpos é cuanto avian. É sobre esto fablaron con algunos buenos omes del comun de la cibdad, é falláronles todos muy prestos para la obra; salvo algunos caballeros, que eran alcaldes é alguacil por el rey en la cibdad, que non quisieron en ello consentir. É todos los que estos fechos ficieron non cataron nin pensaron los peligros que dende podrian venir, segun adelante recrescieron, como oiredes que fueron asaz grandes; mas teniendo que si el rey mandaba prender la reina su muger, que esto era por ocasion de algunos privados suyos que le inducian á ello. É cuando sopieron los caballeros é escuderos é omes buenos de la cibdad que Juan Ferrandez de Henestrosa se queria venir á Toledo, como quier que él aun con el rey estaba, é si viniese pensaban que tomaria la reina, é la pornia en prision, segun les era fecho entender, tomaron la reina doña Blanca de la iglesia de Santa María donde estaba, é leváronla al alcazar de la dicha cibdad jueves á hora de tercia víspera de santa María de agosto deste año, é con ella todas sus dueñas é doncellas, é muchas otras dueñas de la cibdad : é pusieron las torres así del alcazar, como de la cibdad en poder de caballeros é omes buenos de la dicha cibdad para las guardar; ca todos vinieron facer esta obra de buena voluntad : é á los caballeros sus parientes, que non quisieron ser en ello, prendiérontos luego ese dia que esta obra se fizo. È prendieron ese dia á don Martin Ferrandez, que fue ayo del rey don Alfonso, que era alcalde mayor de Toledo, é prendieron á don Gonzalo Ferrandez Palomeque alcalde de la dicha cibdad, é á don Suer Tellez de Meneses, que era gran caballero en Toledo, é sus parientes mesmos los tovieron presos en el alcazar. É el dicho don Martin Ferrandez el ayo á pocos dias despues que fué preso adolesció en el alcazar, é leváronlo doliente à su posada, é allí finó. É soltaron despuesá don Gonzalo Ferrandez, alcalde, é á don Suer Tellez de Meneses, é fuéronse para el rey. Otrosí era y algua

cil mayor Alfonso Jufre Tenorio, é non quiso ser en ello, é fuése para el rey. É algunos otros caballeros de Toledo non quisieron ser en esta obra, é estovieron con el rey. È la obra fué muy peligrosa, segun que adelante paresció.

CAP. XXII.-Como los de Toledo enviaron por el maestre don Fadrique que viniese á la cibdad: é como otras cibdades é villas del regno fueron en este fecho con Toledo.

gentes de caballo é de pié. É luego á pocos dias se fué para el dicho lugar de Montalegre don Alvar García de Albornoz, é púsose allí con otros que le aguardaban. É así de cada dia se allegaban muchas compañas al conde don Enrique é á don Juan Alfonso, é se partian del rey.

CAP. XXIV.-Como el rey estando en Tordehumos se partieron del los infantes de Aragon, é otros caballeros é como enviaron sus cartas al rey.

Despues que los infantes de Aragon, é los caballeros que con ellos trataban, segun dicho avemos, fueron ciertos del conde don Enrique é de don Juan Alfonso, partiéronse del rey, é juntáronse todos en uno, é fuéronse para un lugar cerca de Tordehumos que dicen Villabraxima: é dende tomaron la reina doña Leonor madre de los infantes, é fuéronse para Montalegre, lugar de don Juan Alfonso de Alburquerque; é estovieron y algunos dias, é despues fuéronse para Cuenca de Tamariz. É los caballeros que con los infantes se partieron del rey fueron Diego Perez Sarmiento, é Pero Gonzalez de Aguero, é Ferran Perez de Ayala, é Ferran Gomez de Albornoz, é Sancho Ruiz de Rojas,

Los de Toledo, para mas esforzar su fecho, enviaron por el maestre de Santiago don Fadrique que estaba en Segura, que viniese luego para Toledo, é que le acogerian con todas las compañas que trajiese: eso mesmo enviaron sus cartas al conde don Enrique, é á don Ferrando de Castro, é á don Juan Alfonso de Alburquerque, que pues ellos pedian al rey que tornase á su muger la reina doña Blanca de Borbon, que ellos eso mesmo pedian, é querian ser con ellos de un corazon en este fecho, diciendo todavía que esta era su intencion que el rey tomase su muger la reina doña Blanca. É á muchos del regno, así señores como caballeros, é cibdades, é villas, é lugares placia mucho deste fecho. É los caballeros de Toledo que estabané Rui Gonzalez de Castañeda, é Pero Alvarez Osorio, fronteros por el rey contra el maestre veniéronse avenidos é juntos con él luego para Toledo. É eran con el maestre los que con él vinieron, así suyos, como de Toledo, fasta setecientos de caballo, sin los que estaban en la cibdad. É dieron al maestre posadas en el arraval de la cibdad: é el maestre fué luego ver á la reina al alcázar, é allí le fizo sus pleitesías é juras á la reina, é á los de la cibdad de Toledo. É tenian con Toledo en esta intencion la cibdad de Córdoba, é la cibdad de Cuenca, é el obispado de Jaen, é Talavera, é muchos caballeros. É como quier que todo esto fué fecho con buena intencion de algunos, pero fué obra de grande aventura, por lo cual despues non se fallaron bien dello los que en ello fueron, segun que adelante se contará en este libro. É este año envió el papa Innocencio un obispo por mensajero é legado á Castilla por poner bien en estos fechos, é estovo en el regno gran tiempo, é non pudo librar ninguna cosa, é tornose para el papa.

CAP. XXIII.-Como el rey ovo nuevas que la cibdad de Toledo era alzada, é que la reina doña Blanca estaba en el alcazar: é como algunos señores, é caballeros se partieron del rey.

El rey don Pedro era en Tordehumos, é llegaronle nuevas como los de la cibdad de Toledo avian levado é puesto la reina dona Blanca su muger en el alcázar, é pesóle mucho. Otrosí los que con el rey estaban, así los infantes don Ferrando é don Juan fijos del rey don Alfonso de Aragon, primos del rey, é otros muchos caballeros de la corte, ovieron de estas nuevas gran placer, ca non les placia del gobernamiento que el rey tenia en su regno, é en su casa: é luego comenZaron á tratar unos con otros por se partir del rey, segun lo ficieron, é lo contaremos adelante. Otrosí enviaban sus cartas é mensajeros al conde don Enrique, é á don Juan Alfonso de Alburquerque por se avenir con ellos. Otrosí en estos dias don Juan Alfonso de Haro, fijo de don Alfonso Lopez de Haro é de doña Leonor de Saldaña, de la cual dijimos que estaba en Toledo por aya de la reina doña Blanca, se partió del rey, fuése para Montalegre, lugar de don Juan Alfonso de Alburquerque, que estaba alzado, é entró y con

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é Alvar Rodriguez Daza, é Juan Remirez de Guzman,
é Pero Ferrandez de Velasco, é Gonzalo Alfonso Car-
rillo que decian de Quintana, é otros muchos. É des-
que los infantes é los caballeros que con ellos iban
fueron en Cuenca de Tamariz, enviaron al rey don
Pedro sus cartas, faciéndole saber como todos ellos
querian é amaban su servicio; pero que se partian de
la su corte, porque él dejara á la reina doña Blanca
su muger, lo cual era contra su honra é su servicio:
é otrosí por cuanto los sus privados, é parientes de do-
ña María de Padilla non tenian buen regimiento en el
regno, nin en su casa, nin facian honra á los señores
é caballeros que y andaban: é demás que se recelaban
é temian de sus vidas. É por ende que le pedian por
merced que quisiese poner en esto algun buen reme-
dio, porque ellos pudiesen estar en la su corte en su
servicio; lo cual ellos deseaban que fuese á su honra,
é seguramiento dellos. É como quier que esto enviaron
decir al rey, non ovieron tal respuesta que se toviesen
por contentos.

CAP. XXV.-Como el conde don Enrique, é don Juan
Alfonso, é don Ferrando de Castro fueron á Cuenca de
Tamariz, é lo que y acaesció,

Agora tornaremos á contar como ficieron el conde don Enrique, é don Ferrando de Castro, é don Juan Alfonso de Alburquerque. Así fué que el conde don Enrique, segun avemos contado, despues que se partiera de don Juan Alfonso, era ido á Asturias por gente de pié: é desque vino juntose con don Juan Alfonso é con don Ferrando de Castro, é partieron todos tres de los Barrios de Salas un miércoles en el comienzo del mes de agosto del sobredicho año. É eran mil é docientos de caballo, é tres mil é quinientos omes de pié, é fueron ese dia dormir á Val de San Lorenzo: é otro dia jueves pasaron por la puente de Astorga, é fueron dormir á la puente de Orvego: é otro dia viernes fueron camino de Valencia, é fueron comer á Nava, una aldea dos leguas de Mayorga: é de allí partieron en la tarde, é pasaron de noche por Mayorga; é cuando amanesció otro dia sábado estaban á la puerta de Villalon, que era villa de don Tello. É desque llegaron cerca de Villalon sopieron como los

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