The analysis of the parts of speech, Spanish syntax made easy, the commercial secretary, and El lector español

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T. & G. Palmer, and, 1811
 

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Página 517 - ¡Ay! que ya presurosos suben las largas naves: ¡ay! que tienden los brazos vigorosos a los remos, y encienden las mares espumosas por do hienden. El Eolo derecho hinche la vela en popa, y larga entrada por el hercúleo estrecho con la punta acerada el gran padre Neptuno da a la armada : ¡Ay triste!
Página 517 - La lanza ya blandea el árabe cruel, y hiere el viento, llamando a la pelea; innumerable cuento de escuadras juntas veo en un momento. Cubre la gente el suelo, debajo de las velas desparece la mar; la voz al cielo confusa y varia crece; el polvo roba el día y le escurece.
Página 517 - Acude, acorre, vuela, traspasa la alta sierra, ocupa el llano; no perdones la espuela, no des paz a la mano, menea fulminando el hierro insano.
Página 495 - César, por su valentía y por su sangre, y su eminencia en la arte militar y en las letras, mereció que le diese vuestra liberalidad los mayores puestos; mas también afirmo que mereció la muerte, porque quiso antes tomároslos con el poder de darlos que merecerlos. Por esto no lo he muerto sin lágrimas.
Página 514 - Pero á par* en las ondas Te hallo del hondo mar : los vientos llamas, Y á su saña lo entregas ; O si te place, su furor sosiegas. Por do quiera infinito Te encuentro y siento ; en el florido prado Y en el luciente velo Con que tu umbrosa noche entolda el cielo. Que del átomo eres El Dios, y el Dios del sol, del gusanillo Que en el vil lodo mora Y el ángel puro que tu lumbre adora.
Página 459 - O tirano mil veces de todo el ser humano aquel primero, que, con escandalosa temeridad, fió su vida en un frágil leño al inconstante elemento.
Página 516 - En mal punto te goces, Injusto forzador; que ya el sonido oyó, ya y las voces, las armas y el bramido de Marte, de furor y ardor ceñido.
Página 485 - ... vituperio. En algunas partes os habrán dicho de mí que soy uno de los dioses inmortales, levantando hasta los cielos mi poder y mi naturaleza: en otras que se desvela en mis opulencias la fortuna, que son de oro las paredes y los ladrillos de mis palacios, y que no...
Página 515 - A la sombra holgando de un alto pino o robre, o de alguna robusta y verde encina, el ganado contando de su manada pobre...
Página 514 - Tú a la tiniebla oscura das su pardo capuz y el sutil velo a la alegre mañana, sus huellas matizando de oro y grana; y cuando primavera desciende al ancho mundo, afable ríes entre sus gayas flores, y te aspiro en sus plácidos olores. Y cuando el inflamado Sirio más arde en congojosos fuegos, tú las llenas espigas volando mueves, y su ardor mitigas.

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