Imágenes de página
PDF
ePub

89

Hablar un poco frances,

Y declarar á Petrarca,
Cual nunca lo declareis.
Buena leña en chimenea,
Cama cerca en que dormir,
Mujer que sea de sufrir,
Y que no sea mucho fea,
Ni curiosa en su vestir.
Algo baja de chapin,
Muy poquito habladora:

No amistad con fray Martin,
Ni á ventana asomadora,

Y que no peque en latin.
Del linage qu'ella fuere
No curemos de saber,
Sino traiga que comer,
Y sea de do quisiere:
Qu'esto solo es menester.
Suegro rico mi señor
Que tenga fälla de dientes,
Y muy poquitos parientes
Que le anden alrededor,
Por quitar inconvenientes.
Sentallo á la cabecera,
Echalle sal en el plato,
Dalle la pierna del pato,
Y comeros la cadera,
Bebelle de rato en rato.

Decir que en Francia es costumbre

Beber al que yo quisiere,
Y si el viejo se arrigiere,
Llegarlo cerca la lumbre,
Daros ha cuanto tuviere.

Palomar es bien tener
Con mucho del palomino;
Que aunque no quiera, el vecino
Le tiene de mantener

De lo que siembra el mezquino.

Jarro de plata con pico

Que lleve el mozo colgado:
Tratar un poco en ganado;

Y si quisieres ser rico,
No te cojan en fiado.

Hijo rubio alcoholado,
Muy querido de su madre:
Darle el abuelo por padre,
Y no tener más cuidado
Aunque todo el mundo ladre.

Galga prieta corredora,
Perro que mate conejo,
Tenaja de vino añejo,
Dormir las siestas un hora,

Y no se tornará viejo.

Déjate de el gorrear
Y la reverencia vana:
Toma licencia temprana:
Da órden cómo casar
Antes que salga la cana.

Son parasismo cruel
Que atemoriza y suspende;
Son rayo que el pecho hiende
Y se queda dentro del.

Son perro que está ladrando
Y velar hace el sentido:
Sueño que le trae dormido
Por momentos dispertando.
Son una antigua querella,
Son fuerza, y son voluntad:
Enemigos de verdad

Por ser tan amigos della.
Son jueces tan esquivos,
Que lo porvenir castigan,
Á dar libertad se obligan,

Y hacen los libres cautivos.

Son una larga avaricia

Y un tributo de cuidado,
Que despues que se ha pagado,
Se debe con más justicia.

Son un verdugo feroz

Á infames obras sujeto,
Y un pregonero secreto
Que habla sin lengua y voz.

Son mar de tormenta y calma,
Donde nadie nos defiende;
Hierro que en el alma prende,
Y se arranca con el alma.
Ponen la paz en destierro,
Y son una piedra iman
Que continuamente están
Trayendo por fuerza el hierro.

Caminan hácia el olvido

Y no paran donde llegan:
En lo porvenir se ciegan,
Y ven lo que no ha venido..
Tienen la envidia por madre,
Y de amor van procediendo,
Mas vuelven luego en naciendo
Á enjendrar su mismo padre.

¡Oh enredo largo y prolijo,
Donde tal milagro se hace;
Que el hijo, del padre nace,
Y el padre, nace del hijo!
¿Quién me librará de ti,
Pues ya con dolor eterno
Vivo en perdurable infierno.
Y vive el infierno en mi?

DIFINICION DE LOS CELOS.

Son los celos una guerra

Que aflige, asombra y quebranta,
De quien la tierra se espanta,
Y de quien tiembla la tierra.
Nunca dejan sosegar
Al corazon que maltratan:
En solo un momento matan
Tardando un siglo en matar.

OTRA DIFINICION DE LOS CELOS.

Temo obedecerte tarde,
Ya que rehusar no puedo:
Ser temerario de miedo
No es dejar de ser cobarde.
Si acierto, ó si desvario,
Sólo que obedezco muestro :
El atrevimiento es vuestro,
Pues mi corazon no es mio.
Y no me faltan razones

Para vivir recatado,

Si arguye trato doblado

Tener vos dos corazones.

Y en fin, pues es vuestro intento,

Diré lo que celos son;

Que donde no hay corazon,

No hay miedo ni atrevimiento.

Son celos, sin tener sed,

Un amor que con porfia

Y con sed de hidropesía,
Del miedo empezó á beber.
De nada se satisfacen:
Son escrupuloso enredo,
Proceden de amor y miedo
Porque no mueren ni nacen.
Entre dudar y creer
Vacilando perseveran;
No son nada, si algo fueran
Pudiendo dejar de ser.
llusion acreditada,
Lucifer en presumir,

Con Dios quieren competir
En hacer algo de nada.

Mina de eterno despecho
Allá en el alma metida,
Infiernos son de por vida
Portátiles en el pecho.
Laberintos fabricados
De contrarios pensamientos,
Y guerra de entendimientos,
Muertos, por ser condenados.

Fijo en la imaginacion
Tienen todo el movimiento.
Ya natural, ya violento,
Ya es todo tripidacion.
Destierra lo muy pesado
Del agua las avenidas,
Incendio son de por vidas
Y aire en la mano apretado.
Son todo lo que tememos,
No admiten ningun abono,
Otro cáos y nuevo tono
Misto de muchos extremos.
Son acidente traidor
Á su propia causa ingrato,
Influencias de recato
Y exhalaciones de amor.

Son cosecha del ausencia,
Archivos de la tristeza,
Fuerza que hace flaqueza
Que excede á toda violencia.
Solicitos, porfiados,
Tímidos como furiosos,
Son compitiendo envidiosos,
Poseen desconfiados.

Viven siempre en emboscada,
Son ofensa presumida,
Tienen tanto de creida
Que parece averiguada.

Son fantástica obediencia,
Y así honrosa locura,
Presumen de arquitectura
Y tachan correspondencia.
Procuradores de pena,
Cargados de informaciones,
Juez que por presunciones
A dar tormento condena.
Son relámpago antojado,
Rayos de furor despues
Solo sobre si es no es,
Pleito y tribunal formado.

Son sueños que quitan sueño

Y de pesadumbres junta,
Tiro que á otra parte apunta
Y revienta contra el dueño.

Agasajada violencia
Enójanse sin por qué,
Quieren derribar la fe

Y empiezan por la paciencia.
Curiosidad insaciable,

Malicia de sed ardiente,

Hacer cierto lo aparente
Y lo imposible palpable.

Parecen demostraciones,
Son pesadas liviandades:
Sus mentiras y verdades
Fundanse en supersticiones.
Vencen en puro temor
Más que el esfuerzo vencido:
Si apaciguan el ruido,
Lo hacen mucho mayor.

Todo le aprieta y le duele,
De sombras hacen cimiento:
Son un molino de viento,
Que con cualquier aire muele.

Son pólvora refinada

Que el daño la manifiesta,

Ó de Ministros respuesta

Que hallan medio entre algo y nada.

Siéntense, pero no hay vellos.

Cansanse con la razón,

No ven calva la ocasion

Y tráenla por los cabellos.
De Amor cubierto bajio
Tampoco se flan de sí,
Temático frenest

De calenturas y frio.

Es el inquirir su oficio: Ciegos Ministros de Amor, Averiguar lo peor

Tienen por mayor servicio.

No ven con ojos abiertos,

Y con sol andan á escuras,
Lluvia y mezcla de locuras,
Pesadilla de dispiertos.

Duermen en cama de espinas,
No hallan seguro lado:
Á todos los que han minado,
Vuelven á hacer contraminas.-

De asombros de ajeno bien
Alimentan los sentidos:
Sin ojos, lengua ni oidos,
Tras que oyen, hablan y ven.
Cuanto encuentran, fiscalizan;
De todo sacan veneno:
Si algo tienen de bueno,
Es que no contemporizan.
Siempre dan malos consejos,
Buscan lo que no procuran:
De cerca no se aseguran,
Y saben matar de léjos.
Tornasolados colores
Con indiferentes visos,
Dan equívocos avisos,
Linces para ver temores.
Diferencian de sospechas
En no dejarse fundar
Cuanto va de sospechar
Á dar las cosas por hechas.
Carcoma que no se cria
De evidente gloria ajena,
Porque madruga la pena
Desde cuando se temia.

De agueros sacan afrenta,
Desconfianza obstinada,
Ceros que no siendo nada
Hacen infinita cuenta.

Son una eterna querella, Mar que no consiente calma, Y fraguándose en el alma, Se quedan por fragua della. Buscado desasosiego, Vida entre brasas y llama,

Aunque más parece llama
Que está en el aire su fuego.
Son seminario de duelos,
Ansia en el alma arraigada :
Si son celos, no son nada;
Si son algo, no son celos.
Y si pueden tener sér

Los que digo, monstruos son,
Pues los concibe varon
Y los enjendra mujer.
Honroso desconfiar
Propio, ajeno ó natural,
Sin vos nada hiciera mal
Amar, temer, ni olvidar.

Esta hidra, esta quimera
De vos resulta y redunda,
Pues todo es causa segunda,
Vos solo causa primera.

Término, compas ni pausa No conocen sus aprietos: Causa son de mil efetos,

Y vos de sus causas causa.

A DON JUAN ZAPATA.

Si es ganaros por señor

El premio que se nos muestra,
El que en alabanza vuestra
Diere en el blanco mejor;

¿A quien, señor, no dareis
Nuevo espíritu gallardo,
Sino á mí que me acobardo,
Visto lo que mereceis?

No queda el premio desierto;
Porque si juicios claros
No aciertan en alabaros,
Yo en no alabaros acierto.
Él en efecto se debe,

Y si de desvanecido
No le lleva el atrevido,

Liévale el que no se atreve.

Á CUPIDO.

En tanto que el hijuelo soberano
De Vénus coge la silvestre rosa,
Una espina enojoša

Lastimó del rapaz la blanca mano.
Corrió llorando por el verde llano
Á su madre la Diosa,

Y mostróle la mano lastimada.
Vénus muerta de risa y regocijo
Limpiándole las lágrimas al hijo,
Díjole: «Hijo, no llores; que no es nada.
Mayor castigo hubiera merecido

Mano que tan cruel al mundo ha sido..

MADRIGALES.

Decidme, fuente clara,
Hermoso y verde prado,

De várias flores lleno y adornado:
Decidme, alegres árboles, heridos
Del fresco y manso viento,
Calandrias, ruiseñores

En las quejas de Amor entretenidos,
Sombra do yo gocé de algun contento,
¿Dónde está agora aquella que solia
Pisar las flores tiernas y suaves,
Gustar el agua fria?

Murió (dolor cruel, amarga hora!)
Árboles, fuente, prado, sombra y aves,

No es tiempo de vivir; quedá en buen hora,
Qu'el alma ha de ir buscando á su pastora.

▲ CHACON, PINTOR, QUE LE ENVIÓ UN RAMILLETE

CON UNOS VERSOS.

Dos ramilletes, señor,
Me trujo vuestro criado.
El uno dellos cortado

Del mejor vergel que Amor
Tiene en el mundo plantado.
El otro sin duda vino
De ese ingenio peregrino,
Que es un vergel soberano,
Donde Apolo es hortelano,
Y el fruto que da divino.

Y por ser gustos diversos,
Los del cuerpo y alma mia,
Tengo por cortesanía
Que las flores y los versos
Partieron de compañía.

Y así llegaron los dos De acuerdo hecho por vos

A recrear por igual,

Uno por parte mortal,

Y otro lo que imita à Dios.

Id, suspiros ardientes,

'Romped el duro hielo

Que ha derramado el cielo

Sobre aquel corazon empedernido,
Contra quien no ha podido

Lágrimas, ni razon, amor, ni ruego;
Y la nieve insufrible

Convertidla, suspiros, os requiero

En otro tanto fuego;

Pero mirad primero

No os fuerce el hielo en hielo á convertiros.

Y si esto no es posible;

Suspiros, ya yo muero;
Ya yo muero, suspiros.

Á PADILLA (1).

Padilla! ved qué gran mal:
El libro de vuestra mano,
Unos le llaman liviano,
Otros que pesa un quintal.

Yo, como soy vuestro amigo,
Soy de contrária opinion,
Y á gritos, hecho un leon,
Desta manera les digo:

«El que hallarc esta suma Pesada, es de no entendella; Porque no hay en toda ella

Cosa que pese una pluma.

(1) Acaso Pedro de Padilla sobre su Tesoro de Poesía, publicado en 1581. (Nota de Gallardo.)

[blocks in formation]
[merged small][merged small][merged small][merged small][merged small][merged small][merged small][merged small][merged small][merged small][ocr errors][merged small][merged small][ocr errors][merged small][merged small][merged small][merged small][merged small]
« AnteriorContinuar »