Historia de la conquista de Méjico, poblacion y progresos de la América septentrional, conocida por el nombre de Nueva España, Volumen 4

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Pasajes populares

Página 88 - ... el intento de caminar cautamente, y aseguraban el recelo de que pudiese durar el enemigo en sus reparos, se observó con tanta puntualidad el silencio y el recato, que no pudiera obrar el temor lo que pudo en aquellos soldados la obediencia. Pasó el puente levadizo á la vanguardia...
Página 91 - Así lo refieren algunos escritores, aunque otros dicen que se halló dichosamente una viga de bastante latitud, que dejaron sin romper en la segunda puente, por la cual pasó desfilada la gente, llevando por el agua los caballos al arbitrio de la rienda. Como quiera que sucediese, que no son fáciles de concordar estas noticias, ni todas merecen...
Página 58 - Motezuma, como dijimos, príncipe de raros dotes naturales, de agradable y majestuosa presencia; de claro y perspicaz entendimiento; falto de cultura, pero inclinado á la substancia de las cosas.
Página 102 - Salían los caballos a escaramuzar y hacían grande operación; pero crecía por instantes el número de los enemigos, y ofendían desde lejos los arcos y las hondas. Cansábanse los españoles de tanto resistir sin esperanza de vencer, y ya empezaba en ellos el valor...
Página 93 - Sonaban estas voces lastimosas á la parte de la ciudad , donde no era posible acudir , porque los enemigos que andaban en la laguna, cuidaron de romper el puente levadizo antes que acabase de pasar la retaguardia , donde...
Página 119 - ... las de sus enemigos: y fiado en lo que se turbaba y descomponía el enemigo al acometer de los caballos, tomó resolución de hacer un esfuerzo extraordinario para ganar aquella insignia sobresaliente que ya conocía.
Página 120 - ... menos distante del centro. Retiráronse los indios, temiendo, como solían, el choque de los caballos, y antes que se cobrasen al segundo movimiento, se arrojaron...
Página 88 - ... de que pudiese durar el enemigo en sus reparos , se observó con tanta puntualidad el silencio y el recato , que no pudiera obrar el temor lo que pudo en aquellos soldados la obediencia. Pasó el puente levadizo á la vanguardia , y los que le llevaban á...
Página 52 - ... de su aliento ; y dejando al mundo, un ejemplo formidable de lo que se deben temer en aquella hora las pasiones, enemigas siempre de la conformidad, y mas absolutas en los poderosos ; porque falta el vigor para sujetarlas , al mismo tiempo que prevalece la costumbre de obedecerlas.
Página 17 - Los mas de nuestros escritores le convencen de mal informado en esta y otras enormidades que dejó escritas contra los españoles. Dicha es hallarle impugnado para entendernos mejor con •el respeto que se debe á su dignidad. Pero lo cierto fue , que Pedro de Alvarado , poco...

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