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cuanto la materia de esta piedra es por la mayor parte caliza, y sin que por eso indique diferente orígen; pues que envolviendo tambien en si piedras de diferentes formas y sustancias, y algunas de roca compuesta, no parece probable que hayan tenido el origen primitivo que Bufon y otros señalan á las materias calizas.

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8. Por último debo advertir, que las observaciones que llevo hechas sobre la costra ó superficie del cerro, son aplicables en general á todo el terreno que corre fuera de él por el O. hasta la dicha entrada del camino de Bendinat, y á igual latitud del que va á Calviá, donde empieza ya la peña caliza; pero á la del N. hasta mas de tres cuartos de legua del castillo.

Me guardaré yo bien de sacar consecuencias de estas observaciones, asi porque desconfio de mis cortos conocimientos en la materia, como porque las creo insuficientes no solo para formar un sistema, mas ni aun una simple hipótesi. Pero sí las cerraré con una observacion, que tal vez es nueva, y que á V. como á mí parecerá mas importante.

9. Sépáse V. que en esta disposicion de la superficie de tan vasto terreno, libró la misericordiosa providencia de Dios el bienestar de sus moradores y la felicidad del terreno sobre que vierten su sudor. Yo me explicaré: 1.o Esta costra de piedra se levanta y remueve con suma facilidad por su corto espesor y poca dureza. 2.° Debajo de ella se halla un terreno, no solo capaz de cultivo, sino muy fértil, y aunque muy pedregoso, esto mismo es una ventaja, pues que las piedras en un suelo que no recibe mas agua que la del cielo, sirven para conservar la frescura y jugos de la tierra. 3.o Esta misma piedra sacada de la superficie, es muy propia por su poco peso para levantar paredones, formar bancales, establecer el cultivo, que sin ellos seria impracticable por la inclinacion de los terrenos; y sirve tambien para hacer las cercas, sin las cuales ninguna propiedad seria completa ni segura en un suelo que no solo se labra, sino que está cubierto de árboles frutales. 4. Estos árboles, ó son indígenas del suelo, y nacen espontáneamente en él, penetrando por las hendiduras de su costra, como sucede con los acebuches y algarrobos, en que el hombre no ha menester ni pone mas industria que la de limpiarlos, guiarlos é ingertarlos; ó son de plantío, como la higuera y el almendro, y entonces bástale abrir un hoyo en la superficie, poner el árbol, cubrirle, y cátale asegurado.

Si en lo demas, que dejo antes observado cabe mucho de ilusion, por lo menos no cabe alguna en esto último, porque debe saber V. que todo el terreno de que hablo, no solo está cultivado, y produciendo anualmente habas, trigo y cabada, sino lleno de olivos, algarrobos, almendros é higueras que dan copiosos frutos sin perjuicio de los sem brados, y esto sin que tenga otra gota de agua que las que le caen del cielo. Sin reprobar, pues, el estudio de su historia y naturaleza, admiremos como nuestro buen Dios, de las revoluciones mismas que parecen mas destructivas y horrendas, sabe sacar nuevas ventajas en beneficio del género humano.

(14) Pan caritat. Como este nombre es tan ageno de su significado, puso alerta mi curiosidad, siempre propensa á subir por el origen de las palabras al conocimiento de las cosas. Meditando, pues, sobre él, sospeché que la costumbre á que se refiere podia ser un resto de aquellos convites religiosos que los antiguos cristianos, para estrechar su mutua caridad, celebraban con el nombre de agapes despues de recibido el Pan Eucarístico, pareciéndome muy verosímil esta ocasion se ejercitase mas particularmente la caridad, distribuyendo pan á los amigos ó menesterosos.

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Pero habiendo oido despues que el caballero Fournas, capitan del regimiento infantería de Borbon, opinaba que esta costumbre podia venir de las charistías de que habla Valerio Máximo (lib. 2, cap. 1), examiné con mayor cuidado la materia, y me persuadí que la opinion de este erudito era mas acertada y digna de adaptarse por las siguientes razones:

1. El texto de Valerio dice: «Instituyeron tambien los antiguos un convite solemne, con nombre de charistía, al cual solo asistian los parientes y allegados, para que si entre ellos se hubiesen suscitado algunos resentimientos, se concordasen en medio de las piadosas ceremonias de la mesa, y con la mediacion de tan buenos conciliadores. » Hasta aquí va conforme con la romana la costumbre mallorquina, pues que el pan-caritat es un convite de familia, á que no asisten sino los que pertenecen á ella por parentesco, ó por muy estrecha amistad.

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2. Pero un pasaje de Ovidio (lib. 2 de los Fastos) confirma tambien esta idea. Dice así:

Proxima cognati dixere charistia cari,

Et venit ad socias turba propinqua dapes.

Se ve por él que el nombre de charistía ó caristia (pues de uno y otro modo se halla escrito en antiguos manuscritos) significaba caridad, solo en el sentido de aficion ó cariño, y aun la palabra griega charistos de donde se derivó, significa obsequio, agasajo, generosidad, nacidos del mismo principio; y este es precisamente el sentido que tiene esta palabra en pan-caritat esto es, pan ó convite de cariño.

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3. Estos convites se celebraban el 8 de las kalendas de marzo ( ó 25 de abril), segun el calendario de Constantino, que por lo mismo llama á este dia dies epularum. Y aunque los de Mallorca no convienen en el dia, convienen á lo menos en la estacion, pues se celebran por Pascua de Resurreccion. Y el no tener dia señalado paréceme á mí que nace de la interposicion de la cuaresma, que es tiempo poco á propósito para tales fiestas.

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4. Paréceme tambien que se puede aplicar al pan-caritat una reflexion de Ovidio sobre las caristías, y es que las hacia mas agradables en Roma la circunstancia de suceder á ciertas ceremonias funerales:

Scilicet à tumulis, et qui periere propinquis,
Protinus ad vivos ora referre juvat.

¿No se podrá decir tambien que el salir de un tiempo de tristeza y penitencia, cual es la cuaresma, realza considerablemente la alegría del pan-caritat en Mallorca? El hecho responde,

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5. Es preciso ocurrir al reparo que alguno tendrá en que esta costumbre venga de tan alto orígen, y que desde la dominacion romana haya podido pasar hasta nosotros por medio de la de los Godos y Arabes, y á pesar de tanta diferencia de genios, usos y ritos. A esto diré, que ya se suponga el cristianismo introducido en Mallorca bajo la dominacion romana como es muy probable, ó que le introdujesen los Godos, no repugna que esta costumbre, así como otras muchas, modificada, y por decirlo así, cristianizada, se hubiese conservado aquí. Y diré tambien que de ningun modo repugna que la adoptasen los Arabes, porque la historia acredita que todo pueblo vencedor, establecido en sus conquistas, adopta fácilmente las cos

tumbres del pueblo vencido, cuando no son contrarias á su carácter. ¿Y por ventura hay carácter á quien repugnen las fiestas en que solo se trata de comer, beber y divertirse?

Los que opinen que el estudio de la etimología es muy importante para averiguar los orígenes de los usos, y aun de las opiniones de los pueblos, no me culparán de que me haya detenido en describir el de pan-caritat.

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(12) Sa, Son, Can. Este modo de intitular los predios ó quintas de Mallorca debe parecer á V. tan estraño como á mí, y por lo mismo le comunicaré las conjeturas que he formado acerca de él.

Tres palabras preceden á estos títulos. 1.° Sa á los que se toman del lugar en que está situado el predio, siendo de género femenino, como sa Taulera, sa Cova: 2.° son, y 3.o can á los que se tomaron del apellido de sus primeros ó antiguos dueños, como son Dureta, son Armadans, ó como can Virella, can Deyȧ.

En cuanto al 1.° no cabe duda en que es un artículo femenino, equivalente al la castellano, y que sa taulera, sa cova, vale tanto como la tejera, la cueva. Tampoco hay duda en que es de origen latino, y que así como el artículo la viene del pronombre illa, el mallorquin sa se formó del pronombre ipsa, corrompiéndose la pronunciacion de uno y otro, al mismo tiempo que se convertian de pronombres demostrativos que eran, en simples artículos. La prueba de esto es que para indicar títulos de género masculino, se emplea en vez del el castellano, el artículo es mallorquin, diciendo es terren, es paredó, por el terreno, el paredon, así como se dice en el dialecto de la isla sa ma, sa cama, por la mano, la pierna, yes bras, es peu, por el brazo, el pie.

De aquí he colegido yo, que son es tambien un artículo de la misma significacion y origen, con la diferencia de haberse formado sobre la terminacion neutra ipsum; y esta diferencia pudo venir de que el título á que precede es un apellido, á que le dió la terminacion neutra, como propia de los adjetivos sustantivos. Pudo venir tambien de la misma terminacion en acusativo, en el que es comun al masculino y al neutro, y que lo que hoy se dice son Dureta, son veri, antes se dijese ad ipsum Dureta, ad ipsum veri ó verinum.

No se puede atribuir igual orígen á la partícula can, aunque derivada tambien del latin; pues que á mi ver no es otra cosa que un síncope de la palabra casam. He observado que esta partícula precede

mas bien al título de pequeños que de grandes predios, é inferido que en lo antiguo se aplicó solo á una pequeña casa rústica. Puede probar esto el que en algunos no se dice can, sino cas, como cas gayans, cas canonge, y en el plural se usa frecuentemente de la palabra latina entera, como sas casas da Génova, sas casas de can Trau. Ni se estrañe la terminacion de acusativo casam, porque en el latin de la media edad era muy frecuente decir ad casam, vel ad casas de N.

Como quiera que sea, en el dia, así esta como las otras partículas, se usan ya en calidad de simples artículos.

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