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EJECUCION DEL AUTO.

Y visto por los dichos Señores del Consejo Jueces de la dicha causa que el dicho Marques de Siete Iglesias no quiere decir verdad, mandaron que el ministro de la Justicia, que se llama Pedro de Soria, desnude al dicho marqués, al cual estándolo se le apercibió diga verdad de lo que se le ha preguntado, con apercibimiento que si por no la decir en el tormento que se le ha de dar muriese, pierna ó brazo se le quebráre, ó otra lesion ó daño recibiere, sea por su culpa y cargo, y no de sus mercedes, lo cual yo el escrivano de cámara notifiqué al dicho marqués una y dos y tres veces, de que doy feé, y el dicho marqués, estando desnudo, dijo que no tiene mas que decir que lo que ha dicho y declarado.

Y luego los dichos señores mandaron asentar al dicho marqués desnudo en cueros y en el potro, y estándolo, el dicho verdugo le ató y ligó el un brazo con el otro, y le ató un cordel á ellos, y habiéndole atado se le mandó dar una vuelta á los cordeles con que se le han atado los brazos; y le fué dada, y el dícho marqués dijo: sea por amor de Dios.»-Y luego se le dió otra vuelta á los dichos cordeles, y le fué dado á ambos brazos, y el dicho marqués dijo: «jay Dios! sed muy justo que mas merezco;» y luego se le dió otra vuelta á los dichos cordeles, y dijo le martiriçan sin culpa.

Y luego se le dió otra vuelta á los cordeles con que le estan ligados y atados ambos brazos, y el dicho marqués dió voces llamando á Dios Ntro Señor que tuviese misericordia dél.-Y luego los dichos señores del consejo mandaron que se le aten los cordeles al muslo de la pierna izquierda y se le dé una vuelta à ellos, y estaudosela dando dijo, que no tiene culpa sino es en la muerte de Francisco de Juara en todo cuanto se le ha preguntado.

Y los dichos señores del Consejo mandaron que el dicho marqués declare la causa de la muerte del dicho Francisco de Juara, y dijo que dize lo que dicho tiene.

Y visto que no quiere decir verdad el dicho marqués, mandaron se le dé otra vuelta á los cordeles del dicho muslo de la pierna izquierda, y estandosela dando, dijo que le muestren un cristo que tiene á los pies de su cama de cabecera.

Y los dichos Señores del Consejo mandaron que el dicho marqués diga verdad de los hechizos que se le han preguntado y si ha usado de ellos contra el Rey Ntro Sor, dónde, cómo, y quándo, y dónde estan; y el dicho marques dijo que jura á Dios que S. Md. no está hechicado, ni save que lo esté, y es tan buen vasallo de S. Md. que si lo supiera lo declarára en cosa tan importante al mundo.

Y visto por los dichos señores, mandaron se le dé otra vuelta á los cordeles del muslo de la pierna derecha, y estándosela dando dijo, que no tiene que decir mas, y que aunque fuera contra el Espíritu Santo digiera la verdad.

Y visto por los dichos señores, mandaron dar otra vuelta á los cordeles del muslo de la pierna izquierda, y se le apercibió al dicho marqués diga la verdad, con apercibimiento que si pierna ó brazo se le quebrare, ó muriere en el tormento, ó otra lesion le viniere, sea por su culpa y cargo, y el dicho marqués dijo, que dize lo que dicho tiene.

Y luego los dichos señores mandaron que el dicho marqués diga la verdad de la causa que tuvo para hacer matar al dicho Francisco de Juara y qué causa hubo para hazer proceso contra este confesante, y el dicho Francisco de Juara en el consejo de la general Inquisicion, y sobre quc se hizo el dicho proceso en el dicho consejo contra el dicho Juara, y este confesante dijo que nunca vió el dicho proceso.

Y luego los dichos Señores mandaron que al dicho marqués se le dé otra vuelta á los cordeles, y se le mandó diga verdad de lo

que se le ha preguntado en razon de la muerte de la Reina Nuestra Señora, y la del alguacil Agustin de Avila, y las demas que se le han preguntado, y el dicho marqués dijo que dice lo que dicho tiene.

Y luego se le dió otra vuelta á los cordeles del muslo de la pierna izquierda, y se le apercivió diga la verdad de lo que se le ha preguntado, y el dicho Marqués dijo, que muere sin culpa.

Y luego los dichos señores del Consojo mandaron desligar al dicho marqués los cordeles de piernas y brazos, y que sea echado en el potro, y se le liguen y aten los cordeles á las dichas piernas y brazos, y se le apercibió diga verdad de lo que se le ha preguntado, asi de lo que ha pasado en razon de la muerte de la Reina Ntra. Señora y hechizos que se le han preguntado, y de las causas y delitos por que pidió la cédula real que se le ha preguntado, y de la causa que hubo para la muerte que ha hecho de Francisco de Juara, y de lo que hubo en razon de la causa y muerte del alguacil Avila, y en la de Don Alfonso de Rojas, y Don Eugenio de Olibera, con apercibimiento que no lo declarando se proseguirá el dicho tormento, y la misma declaracion haga en razon de los cómplices que hubo para cometer los dichos delictos y muertes, y por cuya autoridad y respeto se hicieron y cometieron; y el dicho marqués dijo, que no tiene que decir, y questo lo padece por otros pecados, y que se cumpla la misericordia de Dios; «¿y es cierto qué estais en el cielo vos, la Reyna Doña Margarita, y no me ayudais?»>

Y visto por los dichos Señores, mandaron que se le vuelva á hacer el mismo apercibimiento, y habiéndosele hecho al dicho marqués, dijo que sino es en la muerte de Juara, otra culpa ninguna en todas las demas cosas que se le han preguntado no tiene, y que quisiera tener mas culpas para confesarlas, y lo mismo saber quién las tiene para decirlo y declararlo.

Y luego los dichos Señores mandaron se dé una vuelta al dicho marqués al garrote del cordel de la pierna derecha, y se le dió y

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apercibió diga la verdad, el cual dijo que le matan sin culpa. Y luego los dichos señores mandaron echar al dicho marqués un cuartillo de agua, y ponerle la toca, y se le puso, y hecho, se le apercibió diga la verdad.

Y luego los dichos señores mandaron dar otra vuelta al otro garrote de la pierna izquierda, y se le apercivió diga la verdad, y dijo que ya la tiene dicha.

Y luego los dichos señores mandaron echar otro jarrillo de agua al dicho marques, y le fué echado, y se le apercibió diga la verdad, el qual dijo que ya la hubiera dicho si lo supiera.

Y luego se le mandó dar otra vuelta á los garrotes de la espinilla de la pierna derecha, y estandosela dando, pidió misericordia á Dios; y luego se le mandó echar otro quartillo de agua, y se le apercibió diga la verdad, el qual dijo que dice lo que dicho tiene.

Y en este estado los dichos Señores mandaron cesar en el dicho tormento por ahora, protestando de reiterarle siempre que convenga, y que el dicho marques sea quitado y desligado de los garrotes y cordeles que le estan puestos, y quitar del potro; y asi se hizo; y fué quitado y desligado y se llevó á curar á su cama; y el dicho marqués no firmó, por que dijo no poder, y los dichos señores lo rubricaron y señalaron; y el dicho marques dijo ser de la edad que antes tiene declarado.-(Siguen tres rubricas)—Ante mi.-Lazaro de Rios.

Despues de lo suso dicho, en la dicha audiencia de Madrid á nueve dias del mes de enero del dicho año de seis cientos veinte, á hora de las once de la mañana los dichos señores del Consejo, Jueces de las causas del marqués de Siete Iglesias, mandaron se lea al dicho marques la declaracion y declaraciones que hizo ante sus mercedes el martes pasado siete deste mes, asi antes que se le diese tormento como estando en él, para que se ratifique en ellas, y habiéndose leido ambas declaraciones de verbo ad verbum y por él oidas y entendidas, debajo del juramento que antes

tiene fecho, y haciéndole ahora como lo hizo en forma de derecho:-Dijo, que lo que está dicho en las dichas declaraciones que se le han leido, asi en la que hiço antes de darle tormento estando el potro dentro en su aposento, como la que hizo en el tormento, es la verdad, y en ello se afirma é ratifica, afirmó y ratificó, y si es necesario, lo dice ahora de nuevo, y es la verdad para el juramento que hizo, y no lo firmó porque dijo no poder firmar con la mano por el tormento que se le dió; y aunque se llegó con la pluma á que procurase firmar, probó á hacerlo, y segun digo, tornó á decir que no podrá firmar de ninguna manera, y los suso dichos señores lo rubricaron.--Ante mi.-Lazaro de Rios.— (Sigen tres rubricas).

II.

PRINCIPIO DEL ALEGATO EN DEFENSA DE DON RODRIGO CALDERON.

(Archivo general de Simancas. Diversos de Castilla, leg. 34.)

Muy Poderoso Señor:

Bartolomé Tripiana, en nombre de Don Rodrigo Calderon, Marques de Siete Iglesias, Conde de la Oliva, capitan de la guarda alemana de V. A.2, cavallero de la órden de Santiago y comendador de Ocaña, afirmándome en las protestaciones hechas por mi parte en el pleito criminal, y haciéndolas de nuevo para éste: respondiendo á los cargos que le hau hecho-Digo: que no ha havido ni ha de haber lugar de hazerse los dichos cargos, ni procederse contra mi parte en forma de visita-Lo primero por lo general-Lo otro, porque habiéndose procedido contra mi parte en forma de visita en el año de 1607., en que fueron juezes el Conde

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