COLECCION DE DOCUMENTOS INÉDITOS PARA LA HISTORIA DE ESPAÑA, POR D. MIGUEL SALVA Y D. PEDRO SAINZ DE BARANDA, Tomo XXII. MADRID. IMPRENTA DE LA VIUDA DE CALERO, CLAYE DE LA ESPAÑA SAGRADA. cuyo objeto es dar a conocer esta importante FOR D. Pedro Sainz de Baranda. ADVERTENCIA PRELIMINAR. EL mérito indisputable de la España sagrada le ha merecido los elogios mas grandes de los sabios, lo mismo nacionales que extranjeros. Dejando aparte á los primeros, porque sus alabanzas podrian parecer sospechosas, dirémos que el autor de la Biblioteca eclesiástica Friburgense, contemporáneo del Maestro Fr. Enrique Florez, sienta que su obra, tantas veces aplaudida, está llena de erudicion así eclesiástica como profana. En nuestros dias toca Brunet este punto con mas extension, pues dice que "la España sagrada tiene un interés mas general de lo « que anuncia su titulo, porque es un manantial abun dante donde se encuentra un gran número de documen<«tos exactos sobre la historia y geografía de la edad me dia, muchos diplomas inéditos anteriormente, el texto correcto y ajustado á los mss. antiguos de muchos Cro<< nicones y trabajos históricos, como los de Idacio, San « Ildefonso, San Isidoro, etc.; y por último un caudal « inestimable de datos y noticias antiguas y modernas, con copiosas adiciones y enmiendas á la Biblioteca de « D. Nicolás Antonio." Opus eruditissimum la llaman los continuadores de Bolando en el tomo que han publicado recientemente. (Acta Sanctorum, tomo VII octobris, in præf.) Se empezó á publicar el año 1747, y hasta el dia de hoy van impresos cuarenta y ocho volúmenes, pues aunque solo son cuarenta y siete tomos, esto consiste en que consta de dos volúmenes el tomo XXIV. Los cuatro primeros sirven de introduccion á toda la obra, y en seguida se va tratando de cada una de las iglesias metropolitanas y sufragáneas, segun su estado antiguo. Se da principio por la provincia Cartaginense, porque entre todas ninguna tiene tantos motivos para ser la primera, ni tanta proporcion con la obra. (Tomo V en el prólogo.) Van despues la Bética, la Lusitania, la Galicia y la provincia Tarraconense, que no se halla concluida todavía. A cada una de las iglesias metropolitanas siguen sus sufragáneas, sujetándolas á un riguroso órden alfabético. De todas estas iglesias, vol vemos á decir, se trata segun su estado antiguo, que por lo comun concluye en la época de la reconquista; porque al salir nuestras iglesias del poder de los moros, se dis puso la extincion de algunas sillas antiguas y la ereccion de otras nuevas, dándose á todas distinto aspecto, el aspecto que tienen en el dia. Mas el fundador de la obra que trazó este método, se vió obligado á quebrantarle bien á pesar suyo. Al llegar á la iglesia de Asturica, hoy Astorga, advirtió que no era esta iglesia como otras que padecieron el largo cautiverio, que obligó á suspender la pluma hasta otro tiempo, y que continuada en los siglos de media edad la serie de Prelados, no hallamos punto sobresaliente en que formar época para la suspension. (Tomo XVI en el prólogo.) Esto le obligó á escribir sin interrupcion la historia de la santa iglesia de Astorga, hasta dejarla concluida. Y por igual razon practicó lo mismo con la historia de otras iglesias, como lo hicieron tambien sus sucesores. Otro motivo, nada agradable por cierto, obligó asimismo á trastornar el plan de la obra anteriormente establecido. Hubo un cabildo que resentido con el Maestro Florez por causas que no pretendemos referir y menos calificar, llevó el negocio á tales términos que produjeron el resultado de no escribirse la historia de aquella iglesia. Suplió esta falta mas adelante el Maestro Fr. Manuel Risco, pero intercalando, como no podia menos de hacerlo, la mencionada iglesia entre las sufragáneas de una metrópoli á que no correspondia, y esto mismo hizo tambien con otras dos iglesias por razones que no es tiempo de expresar. Cuando el Maestro Florez dió principio á su obra, se propuso tratar de las medallas de las colonias, municipios |