SU PADRE.

Por la muerte sin casamiento del D. Sancho Perez de Ayala recayó la sucesion en su hermano segundo D. Fernan Perez de Ayala, padre de nuestro Canciller, que tan ilustre personaje fué. Habia nacido en Toledo el año 1305, y en el de 1332, despues de dichas guerras, fué uno de los Ricos-hombres de Alava, que entregaron aquella provincia (hasta entónces república libre) al dominio del Rey de Castilla D. Alonso XI. Fué por él mismo embajador á Francia, segun Alarcon, y despues á Aragon en 1349, como dice Zurita, advirtiendo era un muy señalado caballero, y sobrino de D. Pedro de Barroso, obispo de Sasino, Cardenal de España, que murió por el mismo tiempo, y fué un gran prelado en la iglesia de Dios. Asistió á la guerra y cerco de Gibraltar en que el Rey murió, y allí por compra en el mismo Real á 27 de diciembre de 1349 ánte Mateo Fernandez, escribano del Rey (el mismo que despues lo fué, y juntamente Canciller de su hijo el Rey Don Pedro) hallándose presentes D. Gil de Albornoz, arzobispo de Toledo, Primado de las Españas, Diego Fernandez, camarero del Rey, Fernan García, su despensero mayor y tesorero, y Doña Leonor de Guzman (aquella ilustre matrona que tan constante fué al lado del monarca, aun en los mayores peligros de la guerra) rescató de poder de esta señora el señorío de los valles de Orozco y Llodio, vendido este á Doña Leonor por su último dueño D. Lope de Mendoza, y aquel por los cabezaleros de D. Juan Sanchez de Salcedo, y los reunió al estado de la casa de Ayala, á que en lo antiguo pertenecieron.

El Rey D. Pedro le envió en 1352 á pacificar las Encartaciones del señorío de Vizcaya, y entrando en ellas con las tropas de su casa, las redujo á su obediencia, y Jas obligó á que por apoderados suficientes fuesen á rendírsela á Valladolid. Hallóse despucs juéves 4 de octubre del mismo año en compañía del Rey en Soria, cuando asistido de varios Grandes pasó á aquella ciudað á sentar paces con los aragoneses (1).

Cuatro años despues en el de 4356 estaba en el bando de los Grandes que se unieron para suplicar al Rey la reforma de su conducta, la separacion de Doña María de Padilla, y la admision y buen tratamiento de su propia mujer la Reina Doña Blanca, con quien estaba muy displicente, al paso que encantado con la otra. Encargósele á nombre de todos la oracion que en asunto tan delicado hizo diestra y elocuentemente á S. M. en las vistas de Tejadillo á media legua de Toro, y por estos y otros servicios de igual buen zelo le premió el Rey D. Pedro con el señorío, jurisdiccion y rentas del valle de Cuartango. Continuó despues en su servicio con la misma fineza, hasta que habiéndose hecho inaguantable por la dureza y rigor de sus operaciones, pasó al de su hermano D. Henrique II cuando lo hizo todo el resto del reino Ꭹ la grandeza. Peleó por su partido en la batalla de Nájera de 4367 y con sus tropas redujo á Toledo y ganó á Cartagena; habiendo salido libre de esta separacion, volvió nuevamente al servicio del Rey D. Pedro, á quien en 1368 debió la confianza de que le enviase á tratar con los vizcainos la entrega de aquel señorío al Príncipe de Gales, que no tuvo efecto por el artificio del Rey que les habia dado

(1) Zurita, Anales, lib. 8, c. 49, tomo 2.o

secretas órdenes contrarias á la creencia que llevaba Don Fernan Perez.

Muerto D. Pedro infelizmente en Montiel el año siguiente 1369 á manos de su hermano D. Henrique II, siguió D. Fernan Perez de Ayala la obediencia de este Rey, y mereció le nombrase adelantado mayor del reino de Murcia, como lo fué su padre. Pero esta gracia se inutilizó por haberse interpuesto la Reina Doña Juana Manuel con la solicitud de que fuese preferido el conde D. Juan Sanchez Manuel su primo. Desde el año 1372 al de 75 se empleó el piadoso espíritu de este señor en fundar en su estado de Ayala el convento de religiosas dominicas de San Juan de Quexana, y le dotó con mano generosa. En el discurso de esta obra de piedad murió, y corriendo el año 1373 dispuso de sus bienes entre sus hijos, fundando mayorazgo regular de todo lo de Ayala, juntamente con Orozco У demás adherencias en cabeza de nuestro Canciller que era el primogénito. Con esto ya en edad avanzada de 70 años, vistió el hábito del glorioso patriarca Santo Domingo en el convento de Vitoria, donde, como dice el libro de memorias de esta comunidad, que parece copió el M. Castillo, sobrevivió 40 años con tanta reputacion de religioso como la habia tenido en el siglo de caballero, y cual habia sido le vida fué la muerte á los 15 de octubre de 1385. Fué llevado su cuerpo al sepulcro que habia labrado en vida en su fundacion de San Juan de Quexana, dejando vivos al tiempo de su muerte 76 descendientes, pero llegó á conocer muchos mas, entre ellos un hijo, 6 hijas, 46 nietos y 23 biznietos, dice el antiguo escritor que cita el abad de Santa Anastasia (Memor. por la grandeza de la casa de Ayala, pág. 28) aunque el M. Castillo y los libros de memorias de Santo Domingo de

Vitoria solo numeran 8; de suerte que este señor no solo sirvió al Estado y al esplendor de su sangre con tan insigne propagacion, sino á Dios y al ejemplo, emprendiendo cuando debia descansar la trabajosa carrera del claustro, que aun para gente moza y robusta suele ser bastante terrible: pero esto es ser caballero, vivir en la tierra como mortal, y hacerse inmortal por un fin dichoso. Todo lo demás no es caballería sino vanidad caballeresca, que hace á los hombres desacordados del fin á que nacieron, convirtiéndolos de criaturas animadas en unos estafermos desidiosos.

Mientras estuvo en la religion fué llamado Frey Don Fernan Perez de Ayala. Así le nombra el Rey D. Henrique II el año 1375 en la confirmacion del mayorazgo de la casa de Ayala. Así tambien su yerno D. Pedro Gonzalez de Mendoza en el testamento de 1383 en que le dejó por su testamentario; igualmente se titula el mismo año 1380 en la confirmacion de los fueros de Arrestaria y en dos ejecutorias de la Chancillería, una de aquel año y otra del de 1383 (en que murió) contra la ciudad de Orduña sobre si podian comprar bienes en dicho valle, siendo ellos realengos y este infanzonado.

Don Fernan Perez de Ayala edificó en su estado la casa fuerte de Ayala y la de Oquendo, y para que no hubiese línea que no ocupase, tuvo tambien la noble inclinacion de dedicarse al estudio de las letras. De él, dice Garibay, heredó el hijo ser tan propenso á ellas. En efecto escribió tratado de su linaje que en tiempo del Rey Don Juan II llegó á manos de su nieto el ilustre Fernan Perez de Guzman, señor de Batres, en el cual, dice, daba orígen á la casa de Ayala en el Infante de Aragon D. Vela, como se ha referido; pero no hemos tenido la suerte de

que aquel escrito llegase á nuestros dias. Solo se nos conserva una idea de su cultura, erudicion y buen gusto en la oracion citada al Rey D. Pedro, que como dije en el prólogo, tiene panegiristas de su mérito á los dos hombres mas elocuentes de este siglo los señores D. Luis de Salazar y D. Juan de Miranda y Oquendo, ambos del Consejo de S. M. El hecho mismo de haberse valido de él todos los Grandes de Castilla, para que hiciese por ellos aquella oracion en una materia delicadísima y en que era necesaria la quinta esencia de la retórica, y mucha destreza para no rozar los extremos, ni indisponer el ánimo de un Rey tan fácil al enojo, da á entender bastantemente la opinion de su talento.

El autor antiguo que alega el abad de Santa Anastasia dice: "Fué Fernan Perez de Ayala caballero de alta guisa, muy prudente y sabio, de quien el Rey D. Alonso XI hizo gran confianza, y persuadió mucho al Rey D. Pedro su hijo hiciese vida con la reina Doña Blanca su mujer y reformase sus costumbres." D. Antonio Suarez de Alarcon, marqués de Trocifal, le aplaude uno de los mayores varones, mas doctos y elocuentes de sus siglos, de cuyas acciones están llenas las historias. Alonso Lopez de Haro dice que fué llamado por excelencia el varon. A este tenor están llenos los libros de sus elogios; pero no es ahora tiempo de recogerlos todos.

SU MADRE.

Por los años 1330 ó 31 habia casado D. Fernan Perez de Ayala con Doña Elvira Alvarez de Zevallos, señora de Escalante, Treceño, Valdaliga y Casas de Zevallos, Ca