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Con un socorro nuevo,

Acaba :

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No es tiempo de callar quien tanto siente;

Oigan los amadores lo que pudo

Del tiempo un blando golpe ú de la ausencia, Y el que estuviese ausente

Enlacese las armas y el escudo

De que yo me he vestido, que es paciencia.

Y no por eso aquel que está en presencia

Debe hacer de amor más confianza,

Que degüella sin causa la esperanza
Y cumplida publica la sentencia;
Mas si discreto fuere,

Presente tema, ausente desespere.
Tema, si tuvo que perder, y pueda
Desesperar de lo que en vano espera;
Que no se tarda más el desengaño
De cuanto el tiempo rueda

Hasta que venga quien de nuevo quiera
Obligarse á sufrir el mismo daño:
Sirviendo gaste un año y otro año,
Suelte á los vientos la engañosa vida,
Á cada paso tras amor perdida,
Llevándole su fe de engaño à engaño;
Que no se habrá partido,

Cuando le pongan como á mí en olvido.
Ya yo de yedra y de laurel ceñida
Vi mi indiscreta frente, pues no supo
Fiarse poco en vanas alegrías,
Y ya vi yo mi vida

Tan llena de ocasiones cuantas cupo,
Y mil y mil dejó pasar baldías.
Mudóse mi ventura con los dias,
Perdi la yedra, y fué el laurel mi fruto,
Y de un cipres, que figuró mi luto,
Senti ceñir las tristes sienes mias,
Y asidos vi en mi frente

El bien pasado y el dolor presente.

En tanto que en la horrible competencia

Y en el combate, por mi mal secreto,
Pudo hacer la triste suerte mia

Reparo con presencia,

Quedó el dolor al falso bien sujeto,
Aunque murió temblando mi alegría;
Pasó con esto un dia y otro dia,

Que pasan como sombra en un momento

Y dejan sólo el arrepentimiento;
Mas vi que mi dolor ya descubria,

Aun siendo viejo, fuerzas de mancebo.
Alzó la frente, y vió mi mal pasado,
Que sólo era temido en la memoria,
Y en fuerza de quien ántes hubo sido;
Y así determinado,

Mi bien me derribó de tanta gloria
Y ausencia levantó por él á olvido;
El mal presente vi, y mi bien perdido;
La rienda vuelvo, y sigo mi camino;

No sé ya adónde lleva mi destino;
Mas quedo por ejemplo conocido
De lo que puede ausente

Quien puede lo que pude yo presente.
Seguro va el que parte, si recibe
De blanca mano, de la dulce boca,
De alegre revolver de claros ojos,
Favores con que vive,

Y va su fé, más firme que una roca,
Dejando allá del alma los despojos.
Mas ¡ay ligeras vueltas, ay antojos,
Ay ocasiones, ay presencias nuevas,
Ay promesas, ay dádivas, ay pruebas,
Ay celos, ay sospechas, ay enojos,
Ay desventuras tristes,

Cuán ciertas sois, y cuán secretas fuistes!
Luégo al servicio pagan con olvido,

Sucede la mudanza á lo alcanzado,

Y el claro desengaño á la esperanza
Falta á lo prometido,

Al contento suavísimo el cuidado,
Y el odio desdeñoso á la privanza.
Veréis la desvergüenza y la mudanza
Tan clara y descubierta ante los ojos,
Que la que se afligió con mis enojos
Me hinca hasta el recaton la lanza,
Teniendo por disculpa

Reirse de mi pena y de su culpa.
Mas yo me huelgo que se satisfaga

En mí como en un cuerpo de enemigo;
Que por más que en mi daño piense y haga,

No puede usar más mal que yo conmigo,

Pues quise así entregarme

A quien supe que habia de acabarme.

MADRIGAL.

Alegres ojos, dulce, grave, honesto Semblante señoril, altiva frente

Y rostro, que en colores ha vencido

La luz del rojo Oriente,

Do amor su imperio y nuestra gloria ha puesto; Si no pusierdes presto

Socorro presuroso á las entrañas

Que amor con vuestros fuegos ha encendido, Segun las llamas salen ya tamañas,

Que vuestro claro cielo han escondido

Al pensamiento mio,

Veréis en un momento

Quemarse en vuestro amor, cual yo le siento,

Y al fin cercarse de un esmalte frio.

SONETO.

No es tiempo ya, cruel, que más te escondas Ni pongas á mi bien más embarazos;

Haz esta carta como á mí pedazos,

Que ya no espero más que me respondas.
Ya estoy como el que en esas aguas hondas,
Cansado de medir el mar á brazos,
Soltó los flojos y cansados lazos,

La boca abriendo á las saladas ondas.

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Horas breves, contadas por el hado, Que poco a poco consumis mi vida, Porque no sea yo de mí homicida, Dad fin á mi vivir desventurado.

Yo voy de mi esperanza despojado
Y veo mi desdicha conoscida;

Pues por quien yo me ofendo es ofendida
De la ofensa que hace á mi cuidado.
Yo no puedo volver atras un paso
De la firmeza que en mi pecho arde,
Aunque el amor y la razon contienden.

Amor me pone en el dolor que paso;
Razon me dice que de amor me guarde,
Y al fin razon y amor mi fuego encienden.

SONETO CONTRA UN POETA QUE USABA MUCHO DE ESTAS VOCES

EN SUS POESÍAS.

Esplendores, celajes, rigoroso,

Selvaje, llama, líquido, candores,

Vagueza, fas, purpurea, cinlia, ardores, Otra vez esplendores, caloroso.

Ufania, apacible, numeroso,

Luengo, osadia, afan, verdor, errores;
Otra y quinientas veces esplendores:
Más esplendores, crespo, glorioso.

Cercos, ásperos, albos, encrespado,
Esparcir, espirar, lustre, fatales,
Cambiar, y de esplendor otro poquito,
Luces, eburneo, nitido, asombrado,
Orna, colora, joven, celestiales;-
Esto quitado, cierto que es bonito.

RELACION DEL REGOCIJO QUE A LA BUENA SALUD DEL REY DON FELIPE (Q. D. G.) CELEBRÓ EL L. D. JUAN DE ESPINA, CLÉRIGO DE MENORES ÓRDENES, PANDORGUERO DE SU MAJESTAD; COMPUESTO A SU INSTANCIA POR UN SU AFICIONADO Y SERVIDOR SUYO QUE SUS MANOS BESA, NATURAL DE LA VILLA DE NAVALMORAL DEL CONDE.

INVOCACION.

Dadme, Señor, vuestra ayuda,

Porque sea cantador

De una fiesta que, sin duda,

Jamas la hicieron mejor

Los hijos de la Barbuda.

Si del patron de Madrid El alto favor me ampara, Haré de cuenta, advertid, Que tomo la pluma para Contar los hechos del Cid.

Sin vos, Virgen soberana,

No podré, ya yo lo sé,
Acabar aquesta plana,
Pues sois de esperanza y fe
Y caridad aduana.

Favoreced mi humildad;
Y, dando efeto á mis ruegos,
Hacedme aquesta amistad;
Que me pregonen los ciegos
Por París esa ciudad.

Ya yo tengo más aliento,
Ya del favor celestial
Refocilado me siento;

Y pues no temo cual mal,
Va de cuento, va de cuento.

Comienza la obra:

En la corte del monarca
Que tiene el mundo á sus piés,
Donde nace el patriarca,
Á donde estuvo el inglés
Y el gran rey de Dinamarca,
Esta, que es real corona
De nuestro español distrito,
Desde la torrida zona,

Que tantos hombres ba frito,
Hasta el mar de Ratisbona;

En cuya plaza excelente
Se juegan toros y cañas,

Y en cuya pródiga puente

Del rio, cuentos, patrañas,
Aunque él duerma y no lo siente;
En cuya calle Mayor

No hay dama sin interes,
Ni galanes con amor;
Lodo sí, donde los piés
Jamas entran en calor,

Aquí el licenciado Espina,
Más sabio aún que licenciado,
Que un dotor de medicina,
Sin más ri más ba trazado
Una festa peregrina.

En gracias de la salud
Que el rey don Felipe tuvo,
Pues para nuestra inquietud
Por el mes de Agosto estuvo
Dos dedos del ataud,

Por lograr sus intenciones
Aparatos hizo grandes;

Y para armar gigantones
Diz que trujo desde Flandes
Palanquines y peones.

Dispuso su prevencion
Para la gente bajuna,
Á quien dió gran colacion,
Cortejo de alcaparron

Y gazajo de aceituna.
De oloroso vino añejo
Sobre una tabla tenía
Cinco cueros y un pellejo,
A cuyos sorbos crecia
El agazajo y cortejo.

Trujo tanta de la pera
Y queso de Albarracin,
Y á ser menester trujera
Caballeros de Moclin,
Peones de Colomera.
Almireces de metal
Trujo canoras y recias;

Y en verdad que no hizo mal
Para majar las especias
De fiesta tan principal.

Trujo cencerros jaenes,
Y ocupó dos mil estacas
Con sonajas de Borrenes;
Hubo siete mil carracas
Y cuarenta mil sartenes.

Qué diré yo de instrumentos?
Pero fuera un maremaño
Contar tan varios acentos,

Y para acabar ogaño,

Quiero quitarme de cuentos.

Mas un prodigio me oid,

De que yo estoy dado á perros; Cera quemó como un Cid

En tiempo que los entierros

Van á escuras en Madrid.

Cera es, no así como quiera,
Sino más de cien arrobas;
Cera ardia por defuera,
Cera alumbró las alcobas,
Y en las salas hubo cera.
Alabarderos leales
Trujo, no uno ni dos,
Sino doce, con los cuales
Gastó el pobre mil reales
Por las mil horas de Dios.
Con aquestos aparatos,
Despues que hizo á la gente
Esperar algunos ratos,
Que estaba tan impaciente
Como seis con tres zapatos,
Viéndose en tan duro trance
Traspillado y amarillo

El autor... Mas este lance,
Que es digno de referillo,
Se dirá en otro romance.

OTRO ROMANCE.

Á arrobas pido tu abrigo, Y doy al mundo de mano, Vírgen, que como contigo Es inmenso lo que gano, Pierdo infinito sin tigo.

Como digo de mi historia, Nuestro don Juan se ausentaba

Desta vida transitoria,
Y el alma desamparaba
Aquella mortal escoria.

Con figura compasiva,
En fe que lo desgobiernan
Cuidados de abajo arriba,
Olia á requiem eternam
Por donde quiera que iba.

Con la candela en la mano

En un paso tan urgente,
Lastimára á un luterano;

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Que, aunque mozo, es buen cristiano,

Siervo del Omnipotente.

Visitó con grande tiento
Muchos que, derrenegando,
Mil á mil y ciento á ciento
Estaban desesperando
De su santo advenimiento.

Sacó con cuenta y razon
Á todos del Purgatorio;

Y aqueste dicho varon,

Cual si fuera en consistorio,
Les hizo aquesta razon.

Parad mientes que mi honor
En vuestras manos está;
Quien no me fuere traidor
En mi persona tendrá
Un perpétuo servidor.

Ved que consiste en un yerro
Dejar la fiesta imperfeta;
Sed leales como el perro,
Y el que es sarten no se meta
En el que fuere cencerro.
Cada cual su jerarquía
Guarde, que en eso consiste
La honra vuestra y la mia,
Y si caeis en el chiste

Holgaréme en demasia.

Mucho en la fiesta adelanto
Las presentes y futuras;
Mas el rumor era tanto,
Que morian las criaturas
Y los barberos de espanto.

Yo asiguro que es tan mucha

La barahunda y chacota,

Que la trápala le escucha

En la region más remota,

Que no está á los hombres ducha. De monstruos tengo jocundo Numero, y sobre jaoba

Por más firmeza lo fundo;

Y los llamo en una troba
Dulces estruendos del mundo.
Cuarenta, digo gigantes,
Á manera de obeliscos,
Tan grandes, tan arrogantes,
Que á cuatro frailes franciscos
Espantaron endenántes.

Con su espada y su rodela
Hay otro descomunal
Que les mea la pajuela,
Á quien no da Fregenal
Recaudo de pieza suela.

Esto y otras cosas mil
Que en mi ingenio le trazaron,

Y no á moco de candil,
Que estudios me le escotaron,

por eso es tan sutil.

Si vosotros no lo echades

Á perder de cierta ciencia,
Sé que en las posteridades
Me alabarán en Valencia

Y en otras muchas ciudades.
Media noche era por filo
Cuando aquesto razonaba
Don Juan, con tan alto estilo,

Que elocuente embelesaba

Las cataratas del Nilo.

Bazucócele la gente,

Gente que estaba muy harta

De echar coplas de repente,
Gente que si no la ensarta
Muy presto no hallará miente.
Volvió á estar descolorido,
Vacilante y deleznable,

Y muy cari-acontecido;
Ya no hay remedio que hable,
Ya va perdiendo el sentido.

Mas el gran Bidaurri un pisto
Dió á sus esperanzas muertas,
Y luego, un poco más listo,
Abriendo á todos las puertas,
Se encomendó á Jesucristo.
Cuarenta carros su jarro
Trajo, aunque por los cabellos,
Y ninguno le dió marro:
Mas ay de mí! y cuantos dellos
Entonces les cogió el carro.

De todos cuantos tenía Pobló sólo veinte y dos

De gente apacible y pía;

Que hay quien por amor de Dios

Haga hasta una bobería.
Cargó la fiesta, llevóla

Á la plaza de palacio

Con gran tabara y tramola;
Muchos la vieron de espacio,
Pero yo escurrí la bola.

Dime, Musa soberana,

La sencilla multitud

Que es esta pizzuen hama

Le negado is quietud
be, cunctory is Stein.

Gene nada que era grima,
Er esta nors tuvo juegu
Mas un maestro de esgrims:
Copies pregulate un diego,
be pulos en su tarıma.

Vendran agua y anis,
Turron vendo y agra
No os estame lo que vis;
Le pianiar paslevers
Estuvieron en u 2016.

Porque tabia tanta gente
Diez calies al rededor,

Que es vergüenza que os lo cuente,
Hasta que liegue el deshonor
Más de una est ovo presente.

Tuerius, ciegus, cojus, mancoS,
Y viros que largos estaban
Con radios, negros ↑ Diancos,
En piè la fiesta esperaban
Por no haber silas u. bancos.
Liovia Los romanzos

Y granizaba catarros,
Tat aplomo y tar macizos,
Que estabat jos más bus
Frios como pues erizus.

Que en estas les.nicaties
Las mismas piedras olisierun
Tener prejas de abades;
Pues sererisimas eran
Entonces las majestades.

Vino en bios y en hora buena,
La pandorga de poqu 16,
Que mideta i trpela :
Was inėgo el Tulipo madao
Le comenzó á dar careta.
Vinieron á ser carretas
Los que carros espersion,
Que personas muy discretas
En sus tables barjualan,
Y a pusos dellos poetas.

Mason Mona' si me estimas,
Para festa tan sonada,
¿Como más no te me animas,
Porque sea celebrada
En estas octavas rimas?

OCTAVAS 1)

Entraron pues en la plaza De richeles chirriones, A quien el pueblo amenaza, Pues por aquellos rincones Ne las dejaba hacer baza. Los picaros vocingleros En sucesos tan atroces, Iban doblando más feros, Cuantos silbos, cuantas voces La Nava dió de Züeros. Ya tenian gran recelo Del castigo popular; Pero ya que me desvelo Con fiesta tan singular, Si quereis diga, dirélo. Sacabuches y sonajas, Y martillos, fuera desto, Se estaban haciendo rajas;

(1) No son tales octavas. (Nota de Gallardo.)

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Con expara comen

S. letar cascaters
Faers cos muy sentida.

Herreros sack back,
Was a in 1000 extil
Hun tram de farten.

1 otros nos carraoDENTUE Por siempre jamas anet.

Zas generale e, russ

Husa, esto es buen que me morghes,

Que all ofreci sL SOMIÓŁ
Aque, de cañas que alburgues
buramente be repetion

Para calentar la Fiesta
Que trataba de im
Prentis en in polvora presta

E fuego. Crams me ras
De dinero que les cuesta ́)
Era bendicion de ver
Tanis alegre triquiraque,
Y no hay mas que encarecer,
Pues no lego à Jadraque

1 otro al Corral de Almogner.
Sierpes de legs mərdan,
Ambiciosas, ias estreias,

1 er et cielo se metian
De bor y de cor, que velias
Apėnas nos permitan

To so he pintado muy bien;
Mas aunque esta doen purtado,
Tengo de decir tambien
Que todo el polvoreado
Se acabo en un santuamen.
Esperando de conSEND

La festa, los circunstanies
Preguntando el otro ai udo,
¡Adonde están los gigantes
Y el tridente de Neptuno?
Dicen que se consumieren
Los gastos y ostezzación
De que nos apercibieron;
Los infantes de Aragon
¿Qué se hicieron, que se hicieron?
Tramoyas y folioDes

Se quedan en el tiptero;
Los galafres y visiones
Hasta el otro mes de enero
Se pasan entre rengiones.
Encantador fraudulento
Le llaman, pero sin tiento,
Que yo sé que más sin rizo
Dirá que esto no se hizo
Por arte de encantamiento.
Dirás, si acaso te enfaldas
Contra mi porque animoso
Me di contigo dos caldas,
Que por ser tan poderoso
Te murmuro á las espaldas.
Mas yo soy tan cuellierguido,
Que otras mil cosas que sé,
Y esto que te be referido,
Si gusto te lo diré
Casi un geme del oido.

Para aquesta perdicion
He pensado que creiste
Que abajaban el vellon.
¡Oh Coridon, Coridon,

Qué mentecato anduviste!

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De tu cristal calzados,

Que le digas tu ruego (ansi no pise

Tu frente naval leño)

Que temple su rigor mi eterno sueño.

Si encima rizos de oro

De su frente de nieve,

No su mano el poniente levantáre,
Porque de su tesoro

El sol la estampa lleve,

Para bañar de luz lo que miráre,

Dile que en tí se pare

Porque mis quejas vea:

¡Así, extranjero rio,

Con raudo poderío

Jamas segur sobre tu arena sea

De las conchas que arroja

Cristal que en perlas las estrellas moja.

Mas si dando á la aurora

De sus labios corales,

Ya con el aire en púrpura encendidos,

Vieres que lo colora

Con rayos celestiales

Los estériles valles florecidos,

De que oigan mis gemidos

Si pone en tí su planta,

Tu plata fugitiva

Corra á besar la viva,

Y haciendo cielo ; oh mar! tu orilla santa, Porque tus aguas pruebe,

Circunde tu zafir montes de nieve.

Así jamas el viento

Desenfrenado azote

Pardos escollos con tu blanca espuma,
Que de tu movimiento

Nise no se alborote,

Mas que cual de alefon cándida pluma

.. (1)

(1) Al códice le falta una hoja, que contenia el fin de esta pieza. (Nota de Gallardo.)

T. II.

BARAHONA Y PADILLA (D. JUan de).

1306. Institucion de toda la vida del hombre noble, en la cual, peripatetica y platónicamente acerca de la Etica, Económica y parte de la Política, está recopilada la suma de cuanto prácticamente puede concurrir en hacella dichosa y perfecta. Compúsola en lengua toscana Alejandro Picolomini, caballero Senes; y tradújola en vulgar español D. Juan de Barahona y de Padilla, natural de Jerez de la Frontera. En Sevilla, en casa de Alonso Escribano. Año 1577.Con licencia y privilegio por seis años.

8. de más de 343 ps.- Aprobaciones del Dr. Barriovero y fray Lorenzo de Villavicencio.- Priv.-Pról. á D. García Dávila, veinticuatro de Jerez :

«En su lugar (del original) acreciento el (libro) nono que trata de la ortografía y pronunciacion castellana, conoscible á los castellanos y andaluces : y en el octavo, que hablaba de la lengua toscana, hablo yo de nuestra lengua española.>

BARAHONA (BR. PEDRO DE).

1307. Ars compendiaria Grammaticę, per Petrum Barahonam, Grammaticę Professorem contracta. (El escudo del impresor, que adoptó despues Juan de la Cuesta.) Vallisoleti excudebat Adrianus Ghemartius, 1570. Cum privilegio. Está tasado en un real en papel.

8.-184 ps. ds. y 5 más de principios.-Aprob. del maestro Juan de Hoyos:

«Visto he con diligencia esta Arte del bachiller Barahona por mandado del Real Consejo. Y aunque tengo muy gran experiencia del daño que resulta de la confusion y variedad de plázitos de Gramáticos y artes é imaginaciones, más para vana ostentacion que para provecho de los discípulos, me parece Arte bueno y de buena doctrina... Deste estudio de V. A. en Madrid, 7 de Noviembre 1569.-El maestro Juan Lopez.»

Privilegio:

<Por cuanto, por parte de vos el bachiller Pedro Barahona, catedrático de Gramática, vecino de la villa de Mayorga, etc. Córdoba, 19 Abril 1570.>

Tasacion, en un real Madrid, 11 Noviembre 1570.-Ded. al Ilmo. Sr. D. Juan de Sanmillan, Obispo de Leon:

«Cum sæpe mecum cogitarem... quanta sit scholasticorum calamitas, quanta patrimonii jactura, quantum temporis dispendium, quot annos in discenda Grammatica consumere soleant; non potui non scribere compendium aliquod, quo studiosa juventus citius ac libenter quinque diebus memoriæ mandet quod vix quinque mensibus antea poterat. Nam multa præcepta minimè necessaria illis relinquo, qui puerorum ingenia complures annos et frustra fatigant. Nullus est fere Grammaticæ Professor tam fœlix, aut

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