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res, porque hallo que griegos fueron los que platicaron más en España, así con armas, como con contrataciones. Y ya sabeis que estas dos cosas son las que hacen alterar, y áun mudar las lenguas; cuanto más que se lee que griegos vinieron á habitar en España; por donde es de creer que no solamente guardaron su lengua, pero que la comunicaron con las otras naciones; las cuales, por ser, como es, rica y abundante, la debieron de aceptar. La otra puerta por donde soy entrado en esta opinion es la consideracion de los vocablos castellanos; porque cuando me pongo á pensar en ellos, hallo que muchos de los que no son latinos ó arábigos, son griegos; los cuales quedasen de la lengua antigua, así como quedaron tambien algunas maneras de decir; porque, como sabeis, el que habla en lengua ajena, siempre usa algunos vocablos de la suya propia, y algunas maneras de decir.

MARCIO. Cosa nueva es para mí, no lo que toca á las historias, sino lo que decís, que la lengua castellana tenga tanto de la griega; y si no me lo tuviésedes á mal, no lo querria creer hasta ver primero cómo lo probais.

mero de sus vocablos, y la gramática y el vocabulario del castellano son conocidamente de orígen latino.

Sin embargo, nada tiene de extraño, en último análisis, que nuestro autor califique de griega á la antigua lengua de España, más para singularizarse y para demostrar que conocia el idioma helénico, cuando en nuestros dias se ha sostenido que era de origen hebreo.

Los modismos helénicos de Luciano, que nuestro autor cita en corroboracion de su idea, nada prueban tampoco, porque en mayor número, y áun más análogos á los de nuestra lengua, los hay en otras, mucho más diversas de ella que la griega.

Por lo demas, el mismo autor no da gran importancia á esta opinion suya, puesto que más adelante dice: «que la lengua latina es el principal fundamento de la castellana; y de tal manera, que si él hubiera respondido que el origen de la lengua castellana es la latina, se pudiera haber excusado todo lo demas que ha dicho.»

VALDÉS. Aunque el creer sea cortesía, yo huelgo que de esto que os he dicho no creais más de lo que viéredes.

MARCIO. Aceptamos la licencia; y mirad que no os admitirémos los vocablos griegos que la lengua castellana ha tomado de la Sagrada Escritura, como son: escandalizar, atesorar, evangelio, apóstol, ni otros que son como anejos á esto, así como cementerio, martilojo, ni tampoco los que parece sean de la medicina, como son clistel, paroxismo, efimera, gargarismo, porque quiero que en sí muestren su antigüedad, porque de otra manera no valerá nada vuestra

razon.

VALDÉS. Bien me podría servir de algunos de los que habeis dicho; pero no quiero sino dejarlos, por no contender, y deciros algunos otros, que á mi ver muestran ser antiguos; así bien, que bastan harto para que creais que lo que digo es verdad. Éstos son apeldar, por huir; malatia, por enfermedad; cillero, por el lugar donde ponen el harina; fantasía, por presumpcion; gazafaton, por cosa mal dicha; tio, rúbano, cara, carátula, cadira, por silla. Tambien creo que quedase del griego trébedes y chimenea; y áun brasa, y abrasar; porque Spaw quiere decir hiervo; y açomar, masa, mozo, mes, cañada, barrio, cisne, pringado, artesa, tramar, truhan, mandra, celemin, gloton, tragon y tragar. Hay tambien algunos que comienzan en pan, y vienen del griego, como son pantuflos, pandero, panfarron, y otros muchos que debe haber, en que yo no he mirado. Hay tambien otros vocablos, que aunque tienen del latin, parece ser forjados á la significacion de otros griegos, que significan lo mesmo; destos es dexemplar, que en algunas partes de España usan por disfamar, el cual vocablo creo sea forjado desta manera, que soliendo decir, como el griego dice napadeyua, que quiere decir exemplum, el español, queriendo hablar latin, habló á su modo, y dijo dexemplar, así como el frances; porque hablando su lengua, por sí, dice ouidà, cuando viene á

hablar latin, no se contenta con decir ita, sino añádele el da de su lengua, y dice ouida. Esto me paresció; basta cuanto los vocablos. Cuanto á las maneras de decir, si mirais en ello, hallaréis muy muchas.

MARCIO. Ea, decid algunas.

VALDÉS. Porque Luciano, de los autores griegos que yo he leido, es el que más se allega al hablar ordinario, os daré dél los ejemplos.

MARCIO. Más los quisiera de Demóstenes.

VALDÉS. Y áun yo holgára de dároslos, siquiera de Sócrates; pero contentaos con que os dé lo que tengo. Cuando en castellano queremos decir que tiene uno de qué vivir, decimos que tiene buena pasada. Desta mesma manera, queriendo decir esto mesmo, dice Luciano ἔχει 'αγαθὸν πόρον; Τ y en castellano, queriendo decir nuestra hacienda ó su hacienda, decimos lo nuestro, lo suyo. Quien da lo suyo ántes de su muerte, merece que le den con un mazo en la frente; adonde dice lo suyo por su hacienda. Luciano en la misma significacion dice za ue'tepa. Tambien si en castellano amenazamos á un mozo ó á un muchacho, queriendo decir que lo castigarémos, decimos: pues si yo te empiezo.....; y de la misma manera dice Luciano μου με σου ήρξάτο, que quiere de cir, me empezó por medio. Para confirmacion desta mi opinion, aliende de lo dicho, puedo tambien alegar la conformidad de los artículos y otras cosas, si no os contentais con lo alegado.

MARCIO. Ántes basta harto lo que habeis dicho. Verdad parece harto aparente y razonable esta vuestra opinion; y tanto de hoy más la terné por mia, y lo mesmo creo harán tambien estos dos señores. Agora, presuponiendo que es así como vos decís, que la lengua que en España se hablaba ántes que los romanos, habiéndola enseñoreado, le introdujesen su lengua, era así griega, como es latina la que agora se habla; proseguid adelante.

VALDÉS. La vida me habeis dado en no querer contender sobre esto, porque por no porfiar me dejára vencer, haciendo mi cuenta que más querria quedar por necio que ser tenido por porfiado; pero mirad que si alguno querrá decir que la lengua vizcaína es en España áun más antigua que la griega, yo tanto no curaré de contender sobre lo contrario, antes diré que sea mucho en buena hora, así como lo dirán ; con tanto que á mí me conceda el señor Torres lo que digo.

TORRES. No os concederé yo tan presto lo que concluís; porque Gayo Lucio y los dos Cipiones, Claudio Neron y Sempronio Gracco, siendo romanos, latinos y griegos no habláran con turdetanos, celtiberos ó iberos, y cántabros por intérprete, si la lengua antigua de España fuera griega; ni los mercadantes de Fenicia habian necesidad de intérprete en el contratar de sus mercaderías con los antiguos de España, ántes que cartagineses y romanos la combatiesen.

VALDÉS. Basta que la lengua latina, como he dicho, desterró de España á la griega; la cual así mezclada y algo corrompida, se platicó en España hasta la venida de los godos: los cuales, aunque no desterraron la lengua latina, todavía la corrompieron con la suya; de manera que la lengua latina ya tenía en España dos mezclas ; una de la griega, segun mi opinion, y otra de los godos. El uso desta lengua así corrompida duró por toda España, segun yo pienso, hasta que el rey Rodrigo en el año de setecientos y diez y nueve, poco más ó ménos, desastradamente la perdió, cuando la conquistaron ciertos reyes moros que pasaron de África; con la venida de los cuales se comenzó á hablar en España la lengua arábiga, excepto en Astúrias, en Vizcaya y en Lepuzcua, y en algunos lugares fuertes de Aragon y Cataluña; las cuales provincias los moros no pudieron sojuzgar; y así, allí se salvaron muchas gentes

de los cristianos, tomando por amparo y defension la aspereza de la tierra, adonde conservando su religion, su libertad y su lengua, estuvieron quedos hasta que en Astúrias, adonde se recogió mayor número de gente, alzaron por rey de España al infante D. Pelayo, el cual con los suyos comenzó á pelear con los moros; y ayudándolos Dios, iban ganando tierra con ellos; y así como los sucesores deste rey sucedian en el reino, así tambien sucedian en la guerra contra los moros, ganándoles, cuándo una ciudad, cuándo otra, cuándo un reino, cuándo otro. Esta conquista, como creo sabeis, duró hasta el año de mil y cuatrocientos y noventa y dos, en el cual año los Reyes Católicos, de gloriosa memoria, ganando el reino de Granada, echaron del todo la tiranía de los moros de toda España. En este medio tiempo no pudieron tanto conservar los españoles la pureza de su lengua, que no se mezclase con ella mucha de la arábiga; porque aunque recobraban los reinos, las ciudades, villas y lugares, como todavía quedaban en ellas muchos moros por moradores, quedábanse con su lengua; y habiendo durado en ella hasta que pocos años há el Emperador los mandó se tornasen cristianos, ó se saliesen de España; conversando entre nosotros, hannos pegado muchos de sus vocablos. Esta breve historia os he contado, porque para satisfaceros á lo que me preguntastes me pareció convenia así. Agora, pues habeis visto cómo de la lengua que en España se hablaba ántes que conosciese la de los romanos, tiene hoy algunos vocablos y algunas maneras de decir, es menester que entendais cómo de la lengua arábiga ha tomado muchos vocablos; y habeis de saber que aunque para muchas cosas de las que nombramos con vocablos arábigos, tenemos vocablos latinos, el uso nos ha hecho tener por mejores los arábigos que los latinos; é de aquí es que decimos ántes alhombra que tapete; y tenemos por mejor vocablo alcrevite que piedra zufre, y aceite que olio; y si más

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