Imágenes de página
PDF
ePub

En la 9. del modo y formalidad de graduarse y obtener los grados. En la 10. del bedel, y en la 11. del estacionario, cuyas funciones describe. En la 2. ha tratado de las cualidades físicas del pueblo donde han de ser los estudios, por razon de su sanidad, buenos aires, aguas y abundancia de comestibles; buen porte de los ciudadanos con los estudiantes, seguridad y exenciones de estos y de los maestros, que se amplían en la 8.a y en la 3., tít. 17, Part. 6-9. tit. 8.°, y 2. tít. 30, Partida 7.a

a

a

Cualquiera, digo, que recapacite bien sobre la universalidad, ó bien sea, sobre el espíritu y comprension de este reglamento, hallará no solo que él constituye el derecho público académico del reino que al Rey Don Alonso le pareció fijar por regla inmanente al tiempo de hacer esta legislacion general de la monarquía, sino que él supone en el reino mas estudios que uno. Al de Palencia, como dije, no le puede suponer, porque ya no existia, hallándose extinguido ántes de empezarse las Partidas. Al de Salamanca solo, tampoco; porque para ese solo no fuera regular hacer un reglamento en una legislacion general de la nacion. A mas que ese estudio tenia ya particulares ordenanzas y estatutos, que este mismo Rey le habia dado de acuerdo con muchos hombres doctos de sus reinos, cuando le formalizó en 1254, como se ve por el discurso de Chacon, pág. 12. Con que de todo resulta que debemos entender comprendido con el de Salamanca por lo menos el de Valladolid. Y he aquí una observacion que á nadie se habia ofrecido. Esto mismo se va á poner ahora en claro con la prometida

SEGUNDA MEMORIA.

Don Sancho Perez de Pereyra, primeramente canónigo de la iglesia de Tuy, despues chantre, dean y obispo de la de Porto, cuya mitra obtuvo por cuatro años (los últimos de su vida) desde el de 1296 hasta el de 1500, murió en este último con testamento otorgado el dia 7 de enero. En él declara haber estudiado jóven en Salamanca y Valladolid, y manda pagar para descargo de su conciencia lo que todavía estaba debiendo al ama que le sirvió en Salamanca, y el alquiler de las casas que habitó en Valladolid al tiempo de sus estudios. Así el M. Florez en el tomo 21 de su Esp. Sag., pág. 109, núm. 1.°, escribiendo las Memorias de la iglesia de Porto y sus prelados con los documentos que de allí le remitieron. Publicó este tomo el año 1766.

Por poco tiempo, pues, que concedamos á este prelado para las cuatro dignidades, que por sus grados obtuvo despues de sus estudios en Salamanca y Valladolid, es menester suponerle estudiando en estas escuelas por lo menos unos 30 años ántes, y así hácia el año 1270 en el reinado de D. Alonso el Sabio; el cual subió al trono por muerte de su padre San Fernando el dia último de mayo de 1252 y vivió hasta 4 de abril de 1284.

Nadie descubrió hasta ahora una noticia tan antigua de nuestros estudios; y repito, que para estar corrientes entónces, como el referido hecho les supone, debieron haber empezado mucho ántes. Pero en un tiempo determinado que ignoramos por falta de documentos, habiéndose perdido todos los de su archivo por una fatalidad acontecida despues de la mitad del siglo siguiente, inclusa la bula mas principal de su ereccion, concedida por

el Papa Clemente VI en el año 1346, á solicitud de nuestro gran Rey D. Alonso XI, con otros muchos privilegios y regalías. De la cual por lo mismo fué necesario pedir nueva expedicion por el registro al papa Clemente VII en el año 1384, que es de la que hoy se usa, y ella es el primero y mas antiguo documento con que empiezan los papeles de este archivo. Pues si algun otro existe en él, y los que aquí irán citados de fecha anterior, han sido recogidos de otras partes donde se han conservado, habiendo tenido la suerte de no ser comprendidos en aquel infortunio; del cual en la misma bula renovada se hace mencion. Acerca del tiempo en que pudieran empezar estos estudios y por quien, expondré adelante mis conjeturas. Entre tanto sea la

TERCERA MEMORIA.

Don Sancho el IV, por otro nombre el Bravo (Sanctius ferox) que sucedió en el trono por muerte de su padre D. Alonso el Sabio, el ya citado dia 4 de abril de 1284, hallándose en esta ciudad á 20 de mayo de 1293, libró un privilegio que dice así:

66

Sepan cuantos esta carta vieren como Nos D. Sancho por la gracia de Dios Rey de Castilla, de Toledo, de Leon, de Galicia, de Sevilla, de Córdoba, de Murcia, de Jaen, de los Algarbes, et Señor de Molina: Por ruego de D. Gonzalo, Arzobispo de Toledo, Primado de las Españas, et nuestro Canciller mayor en los reinos de Castilla, et de Leon, et de Andalucía, tenemos por bien de hacer Estudio de escuelas generales en la villa de Alcalá. E porque los maestros et los escholares hayan voluntad al estudio, otorgámosles, que hayan todas aquellas franquezas que ha el Estudio de Valladolid. Y mandamos et

defendemos que ninguno no sea osado de les facer fuerza, ni tuerto, ni demás á ellos, ni á ninguna de sus cosas, que cualquier que lo hiciese, pecharnos ha en pena mil maravedís de la moneda nueva, et á ellos todo el daño et menoscabo, que por ende recibiesen doblado; et porque esto sea firme y estable, mandamos ende dar esta carta sellada con nuestro sello de plomo. Fecha en Valladolid á veinte dias de mayo. Era de mill et trecientos et treinta et un años. Yo Maestre Gonzalo, Abad de Arbás, lo fice escrebir por mandado del Rey en el año deceno que el Rey sobredicho reinó-Alphonsus PerezSant Marcos."

Por este documento se ve que los estudios de Valladolid se hallaban ya en el año de su fecha 1293, no solo corrientes y bastantemente adelantados, sino muy adultos, y con privilegios tales, que parece no eran menores que los que gozaban los de Salamanca. Pues el arzobispo de Toledo D. Gonzalo García Gudiel, Primado de las Españas, para los que establecia en Alcalá, pide al Rey D. Sancho los privilegios del estudio valisoletano, y no los del salmantino; el cual sin duda no ignoraba las ventajas que habia de unos á otros.

Este privilegio de D. Sancho le conserva en su archivo la universidad de Alcalá, que le mira como su cimiento y mas antigua memoria. Y sobre él fundó el cardenal Ximenez los grandes incrementos que dió á aquellos estudios á fines del siglo XV y principios del XVI. Bien que no por eso se ha de creer primer fundador, como muchos le han lisonjeado (1), confundiendo los

(1) Venero, Enchiridion de los tiempos, edicion de Salamanca, año 1545, fol. 108.-Marieta, Hist. Eeca. impresa en 1596, libro 22, fol. 6, col. 3, y otros que omito por frecuentes.

principios con los aumentos, como igualmente lo han hecho en los de Valladolid, Palencia, Salamanca, Sevilla y otros, con no poco detrimento de su antigüedad y del honor de la nacion. Porque el mismo Cardenal en las preces al papa Alejandro VI para la autoridad de aquella ereccion, dice este en su bula de 13 de abril de 1499, haberle representado que ya en Alcalá de tiempo anterior certa Cathedræ in aliquibus facultatibus pro nonnullis eas inibi legentibus institutæ existunt (1). Y á mas de esto el Cardenal acudió al Rey Católico D. Fernando, y luego á su hija la Reina Doña Juana, para que confirmasen al estudio de Alcalá el privilegio del Rey D. Sancho dado ad instar de los de Valladolid; como en efecto lo hicieron con insercion y ampliacion por sus cartas respectivamente de 31 de enero de 1512 y 24 de febrero de 1516, y despues tambien D. Felipe II con insercion de estas por su privilegio de 21 de mayo de 1558 á solicitud de la propia universidad de Alcalá.

Y porque algunos á pretexto de no hallarse en público han afectado ignorar un privilegio tan importante y tan antiguo, con el objeto de ocultar mas bien la antigüedad que de él resulta á uno y otro estudio valisoletano y complutense, para convencimiento de su malicia, añadirémos aquí como hace ya unos 228 años que corre impreso, y desde este tiempo muy repetido en un buen número de escritores públicos donde pudieron verle citado. Fué, pues, impreso desde el año 1565 en las Ordenanzas de esta chancillería de Valladolid, lib. V, tit. VIII de lo Extravagante, fol. 162 de la última edicion de 1765

(4) Fr. Pedro de Quintanilla y Mendoza en el Apéndice á su Histor. del Cardenal, pág. 8, citando el archivo complutense.

« AnteriorContinuar »