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Confieso que no me vi poco perplejo cuando me hallé colocado entre dos opiniones tan encontradas sin saber á cuál diferir ni qué partido abrazar en un rumbo tan incierto. Y mucho mayor fué mi turbacion y mi sorpresa cuando registré incluida entre los autores de la última opinion á la misma sabia universidad valisoletana (1). Porque en este caso sus respetos me quitaban la libertad de opinar de otro modo. Pero habiendo tomado algun aliento y vuelto sobre mí, aun de ese terror pánico logré desembarazarme, observando que la universidad, como en materia de hecho y puramente historial, no explicaba allí su dictámen : decia el de otros que la precedieron, apud quos fides auctoritasque erat. Sobre los cuales, digo, venia á cargar todo el peso y la responsabilidad de la cuestion. En una palabra yo descubrí por mis investigaciones que unos y otros se engañaban, tanto los de, la primera opinion, como los de la segunda, y que contra ellas cabia muy bien establecer las dos siguientes proposiciones que respectivamente las rebatiesen é impugnasen cada cual á la suya, restituyendo la verdad á su punto.

PRIMERA PROPOSICION.

Que los estudios de Valladolid no son tan modernos como se ha creido, sino mas antiguos y de un orígen inmemorial.

SEGUNDA PROPOSICION.

Que no son procedidos de los de Palencia por tras

(1) En la carta que acaba de citarse al Papa Clemente XI y sesenta y siete años ántes en el de 1651, al principio de sus Esta

tutos.

lacion ni de otro modo, sino nativos de nuestra ciudad, empezando estos aquí, y acabando aquellos allá, sin conexion ni dependencia.

La demostracion de estas dos proposiciones será el asunto de mi obra. En la cual procederé por el mismo órden, combatiendo primero con la primera verdad el primer error, y despues el segundo con la segunda, para que todo analice y corresponda segun es debido á las leyes del buen método. Et siquidem benè, et ut historiæ competit, hoc et ipse velim: sin autem minus dignè, concedendum est mihi (1).

PRIMERA OPINION.

"Los estudios de Valladolid aunque hayan tenido « principio en esta ciudad, son de un orígen moderno no

« excedente de la mitad del siglo XIV."

AUTORES DE ESTA OPINION.

En efecto, si hemos de estar á lo que dicen algunos de nuestros escritores, los estudios de Valladolid empiczan por esa época sin reconocerles orígen mas antiguo. Pero como este sea un error ofensivo á la misma universidad y á la nacion, y semejantes libros anden en manos de todos, continuando en impresionarlos en sus falsos informes, es justo notarlos para precaverlos donde quiera que se hallen.

El primero, pues, en que me acuerde haber leido semejante tradicion, es el licenciado Gil Gonzalez Dávila,

(1) Auct. lib. 2. Machabæorum, cap. ult., vers. penult.

prebendado de la iglesia de Salamanca; el cual en el Teatro eclesiástico de España, tom. 1, pág. 600, de la edicion de Madrid, año 1647, tratando de Valladolid dice lo siguiente: "En ella para darle mayor grandeza planta<<< ron universidad para la enseñanza de las virtudes y « ciencias, que se fundó en el año 1346."

El segundo, por lo que á mí hace, ha sido el cronista Rodrigo Mendez de Silva en su Poblacion general de España, que publicó en Madrid año 1645, cap. X, folio 15, col. 2.a Este cronista dice que tiene Valladolid

Universidad insigne, depósito de sabiduría y apoyo de las ciencias, gozando los privilegios Salmaticenses, fundada año 1346 por bula del papa Clemente VI á instancia del Rey D. Alonso Doceno, (así llama al XI) de Castilla, ampliada en 1483, 84 y 1505." Por lo que mira á los privilegios salmaticenses sin duda se equivocó, como no menos anteriormente en 1589 el Dr. Diego Perez de Mesa, catedrático de matemáticas de Alcalá en sus Adiciones á la grandeza de España de Pedro de Medina; porque aunque el antipapa Benedicto Luna, siendo legado en España, ántes del año 1394, mandó observar en la de Valladolid ciertos artículos (no todos) de los reglamentos que hizo para la de Salamanca, siendo allí visitador, esto se revocó despues como inconducente y pernicioso por el legítimo papa Martino V á instancia de la propia universidad de Valladolid por su bula de 29 de diciembre de 1417, impresa á continuacion de sus estatutos. Y no tiene otros privilegios de la de Salamanca, que puedan decirse concedidos á ella por extension, ántes los suyos sirvieron para fundamento de la de Alcalá, como verémos despues.

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Este mismo autor Rodrigo Mendez en el Catálogo Real y genealógico de España, que imprimió tambien en Madrid año 1656, fol. 100 vuelto, hablando del propio Rey D. Alonso XI repite su apuntamiento en estos términos: "Año 1346 fundó la universidad de Valladolid confirmada del papa Clemente VI."

De estos autores pudo recibir la noticia Miguel Antonio Baudrand, el cual en sus Notas y adiciones que escribia por los años 1607 al Lexic. geographic. de Filipo Ferrari, tom. 2, pág. 310, de la edicion de Venec. en 1738, Artic. Academiæ totius Orbis in Europa, se explica de este modo: Vallisoletana (Valladolid) erecta anno 1346 á Clemente VI sub Alphonso XI Rege.

En la Plaza universal de ciencias y artes del Dr. Cristóbal Suarez de Figueroa, reimpresa con Adiciones de un anónimo en Madrid año 1733, Discurs. V, S. VI, Sect. 4, pág. 278, se lée tambien : La de Valladolid se dice instituida por el Rey D. Alonso XI en el año de 1346, como se enuncia en la Descripcion general de España, fol. 194, del Atlas mayor - En el Diccionario geográfico que se dice añadido por D. Juan de la Serna, edicion de Madrid, año de 1772, tom. 3, pág, 268, verb. Valladolid, se anota que esta ciudad goza universidad fundada en 1346 por el papa Clemente VI. ·

El célebre P. M. Florez en su Clave historial que escribia, como por ella se ve, en 1743, aunque el autor sobrevivió unos 30 años hasta 5 de mayo de 1773, repitiendo por todo este tiempo muchas ediciones, dejó permanente y sin correccion la misma noticia al fin del siglo XIV, pág. 280 á 281, de la 12.a edicion de mi uso: El Rey D. Alfonso XI fundó la universidad de Valladolid

en el año 1346. Bien que este autor, aunque de tanto nombre, cayó aquí en una inconsecuencia que se le notará donde convenga.

Estos son los autores principales de que yo me acuerde ahora, por quienes viene propagada la primera opinion. Habrá tal vez alguno que pretenda disculparlos, queriendo que hayan hablado precisamente de la época en que el estudio subió á universidad, renunciando al tiempo anterior como menos digno de nota. Digo que pudiera pasar la disculpa, siempre que aquellos autores hubieran observado el mismo método en el origen de los de Salamanca y Alcalá; pero cuando allí veo que aprovecharon hasta los menores momentos del tiempo anterior, para sacarlos con la mayor antigüedad posible, sin reducirse al tiempo preciso del ascenso al universalato, no veo por donde no debiesen hacer otro tanto con los de Valladolid, si ya no querian escribir con una acepcion parcial y odiosa. Si se me dice que ya que no expresaron esa mayor antigüedad, tampoco la negaron, responderé que no vale la instancia; porque lo uno, de los autores se debe juzgar por lo que dijeron, no por lo que callaron lo otro, si lo sentian así, les costaba bien poco haberlo expresado, para quitar dudas y evitar sospechas, como lo hicieron los demás autores bien intencionados que quisieron escribir sin espíritu de agravio ni de rivalidad. Por ejemplo el docto P. Mendo en el lugar citado ántes, que aunque redujo la ereccion en universidad al año 1346, fué con aquel aditamento para no perjudicar: Vallisoletana in Regno Castellæ, quam Alphonsus XI fundavit anno 1346 et Clemens VI confirmavit, esto, ante confirmationem studia generalia in ea effloruerint. Y qué ¿lo ignorarian? Tampoco cabe este juicio de piedad. Ade

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