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2. Que esta nacion en todos tiempos, aun en los de su mayor calamidad, tuvo estudios, ya mas o menos en número, ya mas ó menos autorizados; tuvo escuelas públicas, medios de educar literariamente su juventud, arbitrio de sacar hombres de letras y de provecho tanto para la iglesia como para el gobierno, y lo que es lo principal escritores muy doctos. De todo lo cual se darán ejemplos y pruebas suficientes.

3. Que D. Alonso VIII de Castilla no dió principio á los estudios de Palencia, ni D. Alonso IX de Leon, su primo, á los de Salamanca, ni D. Alonso XI, ni el Papa Clemente VI á los de Valladolid, ni el cardenal Jimenez á los de Alcalá, sino cada cual aumentó á los suyos. Que todos estos estudios se hallaban ya fundados y eran mas antiguos, habiendo empezado en sus principios por eclesiásticos y pasado con el tiempo á seculares, como otros muchos de la nacion y del orbe. Que los de Palencia existian en aquella iglesia en tiempo de los godos, y con varias intermisiones y restauraciones llegaron á la mitad del siglo XIII, por cuyo tiempo acabaron allí por causa desconocida. Pero allí, digo, sin haber sido trasladados á Salamanca ni Valladolid. En cuyo supuesto se pretendieron restablecer ya extinguidos en la misma ciudad de Palencia por los años 1263, bien

que sin

efecto. 4. Que por consiguiente no es cierto que á lo que hizo D. Alonso IX de Leon por lo tocante á los suyos de Salamanca, ya hubiese sido fundamento, ya ampliacion, hubiese precedido el de Castilla con su ejemplo, ni que se hubiese movido aquel á su emulacion, no constando cual de estos estudios sea anterior. En efecto el Salmaticense es de origen mas antiguo que aquel

Rey, creido hasta ahora su fundador, aunque sin saberse el tiempo cierto que empezó por falta de memorias, pudiendo solo asegurarse que jamás recibió aumento por alguna accesion formal que se le hiciese de el de Palencia.

5. Que esto mismo sucedió por lo respectivo al de Valladolid, el cual no menos es de orígen inmemorial y desconocido, sin saberse hasta ahora su legítima antigüedad, constando solo hallarse ya existente, con indepencia de todos los principios que le han aplicado los autores, hácia la mitad del siglo XIII, casi cien años antes de la creida fundacion del Papa Clemente VI y Rey Don Alonso XI, que no fué sino ereccion en universidad. No obstante se adelanta un discurso adornado con las memorias del primer siglo de la historia de Valladolid, sobre el tiempo mas verosímil en que pudo empezar este estudio, por el cual en medio de este órden de cosas doy principio á la obra. Porque él la ha excitado en mi intencion, habiendo sido mi propósito en sus principios tratar solo de este estudio patriótico; pero internado ya en el asunto, vi que él movia á los otros y los iba suscitando por su órden, y así no quise omitirlos.

De paso se interesan como por incidencia otras muchas memorias, que no podrán dejar de ser gratas á los amantes de la antigüedad y de las glorias literarias de la nacion; á la cual en fin se la vindica del agravio que aunque involuntario ha podido recibir de sus propios escritores en un asunto de la mayor delicadeza y trascendencia.

Tal es el plan de operaciones que me he propuesto en esta obra; tal es el motivo que he tenido de emprenderla. Entretanto yo concluiré con las palabras del anti

guo Geoffroy Tory de Bourges (1): Je puis veritablement dire et conclure, sans me venter, que j'ay tiré ce dict secret ancien des tenebres, et l'ay primier de touts Auteurs modernes mis en clair veve, et par script, pour en faire devot et cordial service au bien public; auquel me suis tousiours de toute ma petite puisice dedié, et dedié encores de bon cueur; faisant fin á mon æure et louant nostre Seigneur Dieu m'y avoir inspiré et aidé etc.

ESTUDIOS DE VALLADOLID.

En Valladolid tenemos un estudio que viene ya recomendado desde lo antiguo con grandes elogios. El Papa Clemente VI decia por los años 1346 que en medio de que hasta entonces solo habia sido particular y sin los fueros de estudio general, él habia producido hombres insignes en literatura, ac in ea viri valentissimi fuerunt in scientia litterarum effecti (2). Ludovico Nonio Antuerpiense por los años 1607 decia tambien hablando de Valladolid: Omnium scientiarum nobilissimo Lyceo honestatur, ex quo præclarissimi ingeniorum rivuli in universam Hispaniam deducuntur (3). Universidad de las mas gra

(1) En su curioso libro: L'Art et science de la vraye proporlion des Letres Attiques ou Antiques, autrement dictes Romaines, que escribia en 1523, y salió á luz en París en 1549, pág. 140 vuelta.

(2) En su Bula de ereccion en universidad, de que se hablará adelante.

(3) In sua Hispania-cap. XVI. Hispan. Illustrat., tom. IV., pág. 432.

ves y honradas de España la proclamaba un docto catedrático de la de Alcalá en 1589 (1). Universidad insigne, depósito de sabiduría y apoyo de las ciencias, un crònista de España, de orígen portugués en 1645 (2). Y en 1654 un insigne tcólogo salmaticense desconfiaba poder reducir á breves períodos las alabanzas competentes á un estudio de tanta reputacion y tan fecundo de varones sabios. Nequit (decia) ad breves periodos redigi hujus Academiæ commendatio, cum semper in ea insignes professores scientiarum omnium extiterint, eximiique viri cam frequentaverint, quare per retroacta sæcula usque in præsens inde ad dignitatum et munerum fastigia innumeri sunt promoti (3). Omito otros muchos, porque para probar que el agua del mar es salada basta una gota sin necesidad de apurar todo el Occéano. Lo que sí no omitiré por mas que me lo prohiban las leyes de la brevedad, que me he propuesto, es que no seria de poco nombre este estudio por Europa, cuando el famoso Cornelio Jansenio cruzando muchos paises desde Alemania, se presentó en él personalmente en el año 1627 á ver si le podia arrebatar á su opinion y sus dogmas (4). En vano tan vanamente como él los dictó, porque el roble que enarbola entre sus timbres la universidad valisoletana es muy

(1) Dr. Diego Perez de Mesa. Grandez. de Esp., lib. 2. cap. 87. (2) Rodrigo Mendez de Silva, Poblac. de España, cap. X., folio 15, col. 2.

(3) P. Andrés Mendo de Jur. Academic. lib. 1, quæst. 6, número 98.

(4) Consta de las actas de la misma universidad al dia 3 de marzo de aquel año, y de la carta que esta escribió al Papa Clemente Xl en 27 de mayo de 1718, subscribiendo á su famosa Bula Unigenitus, impresa por aquel tiempo en esta ciudad en un cuaderno de 44 hojas en 4.°

robusto y se plantea demasiadamente arraigado para dejarse llevar quocumque ventu doctrinæ. Sono quelli che vi sono lulli nomini, decia uno que los vió en 1527 (1).

Deseando, pues, yo averiguar el origen de un estudio tan acreditado y de tanto honor á Valladolid y á toda Castilla, por no decir á toda la nacion y á todo el orbe, me convertí, como era regular, al exámen de los escritores patrios, creyendo que un artículo tan erudito, tan escogido, tan curioso, tan digno de sus expeculaciones, tan propio de hombres literatos, no pudiera faltar, que no le hubieran profundizado é ilustrado hasta donde pudiera llegar la averiguacion. No diré ahora que me engañé, quedando frustradas mis esperanzas, porque esto seria mucho decir, y acaso no se me creeria hasta no demostrarlo, sino que habiéndolos comparado entre sí, los hallé divididos en dos opiniones, porque nunca falte esta desgracia para mayor confusion de los orígenes que mas se desean aclarar.

PRIMERA OPINION.

"Unos me decian que si bien los estudios de Valla<< dolid hayan tenido principio en esta ciudad sin venir << de otra parte, ellos son de orígen moderno, no exce<< diendo de la mitad del siglo XIV."

SEGUNDA OPINION.

"Otros que separándose de estos, afirmaban que bien « que sean algo mas antiguos, ellos son los de Palencia << traidos de allí por traslacion."

(1) El Embajador de Venecia Naugeri, Viaggio in Ispagna, pág. 355. Omn. oper. Venet. 1754, en 4.o

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