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que no se dude que empezaban desde el cimiento de la gramática, en la constitucion 2. de dicho título habian dicho los PP.

"Otrosí: Dispensamos con todos aquellos, que qui<«<sieren estudiar et aprovechar en gramática, que ayan <<< los beneficios bien et entregamiente en las escolas de << la fiesta de San Lucas fasta tres años, se hi oviere « otros clérigos, porque la eglesia sea servida. Et se fasta <«<este término non sopieren fablar latin, non ayan los « beneficios fasta que emienden la sua negligencia por es<«<tudio, et fablen latin." Prueba de que el concilio se celebraba con bastante anterioridad al dia de San Lucas de aquel año, porque en las actas no está expresado el dia y mes, particularísimas tambien en haberse escrito desde sus principios á lo que parece en castellano; lo que acaso no tiene ejemplo en otro concilio conocido. Tiene cosas preciosas y dichas con mucha gracia en el estilo sencillo de entónces; por lo cual aconsejamos á los hombres de gusto, en especial de nuestra ciudad, no dejen de leerle mientras se proporciona dar á luz la coleccion que hemos meditado y tenemos muy adelantada de todos los concilios valisoletanos.

La restauracion de los estudios de Palencia que ofrecen los PP. fué efectiva, bien que á lo que creo no con la autoridad y grandeza de primero. Porque continuando en observar con el cuidado que acostumbro las especies concernientes á este punto interesantísimo, hallo que siete años despues en el de 1235, á 20 de enero, habia maestre de escuela en aquella Santa Iglesia, siéndolo entónces D. Matias, mencionado en escritura de esa fecha del obispo D. Tello, cuyo ilustre prelado no pondria ahora menos empeño en la restauracion, que antes le puso con

el difunto Rey D. Alonso para el aumento y exaltacion en universidad. Y aun en el mismo documento se menciona tambien otro maestro, por nombre Almerico, magister Almericus, magister scholarum Domnus Mathias (1). Y por entonces, como adelante haré ver, el maestre-escuela era el protomagister, ó supremo regente de los estudios. De modo que donde él existia, existian estos.

Pero lo que quita toda duda, es el testimonio decisivo del arzobispo de Toledo D. Rodrigo, que acabando de escribir su historia ocho años adelante en el de 1243, despues del testimonio de ereccion por D. Alonso, que dejamos puesto, concluye "Cuyo estudio, aunque fué por algun tiempo intermitido, dura el dia de hoy por la gracia de Dios: Et licet hoc fuit studium interruptum, tamen per Dei gratiam adhuc durat (2). Este modo de explicarse supone, que aunque duraba, iba ya decaido, ó que no se hallaba con el antiguo vigor. Recordemos ahora el testimonio del Belvacense, que dando fin á su historia el año siguiente 1244 y tratando de Santo Domingo y de Palencia, decia: Ubi tunc generale studium florebat, y se verá la grande conformidad que lleva todo. ¡Qué carácter de verdad trae consigo la verdad misma! Cierto: en su consonancia, en su congruencia, ella se hace manifiesta, donde quiera que exista. En vano es quererla oprimir: Fortior præ omnibus. Al contrario la mentira, que por bien que se finja, por artificio con que se disfrace, ella viene por último á ser conocida por la ropa. Pronto desfila y se desordena en un sin número de sofismas y embustes, escapando cada pedazo por su lado

(4) Pulgar, tom. y lib. 2.", pág. 274.

(2) Citad. lib. 7.o, cap. 34.

como si llevaran consigo la maldicion; de modo que no hay que prometerse hilar con ella consecuencia que llegue á la segunda generacion.

He aquí un testimonio que enlazado tan estrechamente con los que vienen detrás, y guardando con ellos una consonancia tan acorde como se ha visto, es un golpe mortal para un gran número de escritores modernos, que dieron trasladados los estudios palentinos á Salamanca por San Fernando ántes de ese año 1243, en que el Arzobispo de Toledo presente á ellos, testifica su duracion en Palencia, contando unos su traslacion en 1234, otros en 1239, y algunos en 1240; bien que ya esta era mala señal. Porque como decia Taciano Asirio: Ubi ratio temporibus non cohæret, ibi nec historia vera esse potest (1), Y Eusebio de Cesarea: Nam quando ita confusè de temporibus scribitur, universa historia titubat (2). Pero ampoco quiero detenerme aquí á levantar una lista de estos autores errados, que por otra parte fuera muy conveniente para tenerlos conocidos, y precaverlos siempre. que se ofrezcan á las manos, si por ventura caen en las de algun incauto, que por ignorancia de este desengaño vuelva á las antiguas preocupaciones. Acaso se presentará adelante ocasion mas oportuna.

FIN DE LOS ESTUDIOS DE PALENCIA.

Entre tanto la noticia que acabamos de extractar del arzobispo D. Rodrigo contraida al año 1243, es la última

(1) In oratione contra Græcos, inter opera S. Justini Martyris, edit. Paris. an. 1742, pág. 269.

(2) De Præparation. evangelic., lib 10, fol. 135.

que tenemos de los célebres estudios palentinos. Despues de esta época, alto silencio de ellos en todos los autores, en todos los archivos que hemos visto, en todas las memorias consultadas con cuidado. Solo sabemos por el do cumento que despues se alegará, que en 1263 se hallaban ya extinguidos, pretendiéndose entónces restaurarlos en aquella ciudad, bien que tampoco se logró. Y ellos sin duda tienen aquí su última memoria, porque pujantes ya los de Valladolid y Salamanca, que en el intermedio fueron tomando mas incremento, por ventura no se consideraron necesarios mas estudios que estos en Castilla y Leon.

Pero señalar á punto fijo el año y motivo de su extincion, es muy difícil en tanto silencio y obscuridad de las memorias de aquel tiempo conjuradas todas en callar un suceso tan memorable. La época de su exterminio se ha de fijar en los veinte años que van desde el de 1243 al de 1263; mas este espacio es de demasiados ensanches para atinar con el de la efectiva fatalidad de estas escuelas.

Lo verosímil es que á lo menos en dias del obispo D. Tello, su fundador y patrono, no acabarian; porque quien puso tantos esfuerzos para su elevacion y mayor incremento bajo de Alonso VIII, y despues para el de su restauracion y exenciones en el IV concilio de Valladolid de 1228, no se hace creible que por su propio pundonor faltase á sostenerlos en el resto de sus años.

Murió este prelado en 1246, tres años despues del testimonio que hemos visto de su existencia. Con que hasta

(1) Consta de los privilegios que alega Pulgar en el cap. 16 del lib. y tomo 2., pág. 316, col. 1.'

ese tiempo no debió ser el término fatal de estas escuclas, que por ventura á falta de otros medios, él habia sostenido con sus propias rentas; porque en sus dias no se verificase la deficiencia de sus propias hechuras.

La corta vida de sus sucesores D. Rodrigo, D. Pedro y D. Fernando parece no ofrece proporcion para que hubiesen hecho lo mismo, porque no tuvieran tiempo suficiente. Nuestro D. Tello aun era vivo en 4 de enero de dicho año 46; pero en 15 de mayo siguiente, ya tenia sucesor al obispo D. Rodrigo Rodriguez, que duró en la cátedra por espacio de ocho años hasta fin del de 1254, en cuyo dia penúltimo 30 de diciembre, se cuenta ya vacante en los privilegios Reales la iglesia de Palencia, y lo continuó hasta 28 de febrero del año inmediato 55, en que confirma ya el obispo D. Pedro (1); pero este prelado duró poco en la silla, volviendo á contarse vacante en 14 de abril del siguiente 56, bien que luego en 30 del mayo próximo, ya firmaba obispo electo de Palencia D. Fernando, notario del Rey (2), que continuaba en 1263, al tiempo de la pretension para el restablecimiento de los estudios, que no tuvo efecto, como se ha ofrecido decir, y se dirá de aquí á poco. Por lo mismo, no me persuado que su extincion hubiese sido en dias de este último prelado, pues quien hacia esfuerzos para restablecer los arruinados, seguramente no hubiera permitido dejarlos arruinar en sus dias. Y así queda ya mas circunscrita y limitada la época de su fatalidad al decenio corriente entre 1246 y 1256.

(4) Histor. de Sahagun, pág. 596, col. 4., 599, col. 2.a y 601, col. 1.a

(2) Pulgar allí, cap. 17, pág. 318 á 319, y cap. 18, pág. 333.

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