5

CAPITULO

NACIMIENTO

A

II.

D. Alonso.

SI como la gloriosa fama de los ilustres hijos aumenta A. C. el esplendor de sus patrias, no de otra suerte le reci- 1156. ben ellos de la celebridad de que gozan aquellas en que vieron la primera luz de la manera que recreció la estimacion de la Imperial ciudad de Toledo el nacimiento en ella de tan gran Príncipe como D. Alonso el Noble, y se la aumentó á él aun antes de merecerla por sus heroicas virtudes la circunstancia de haber nacido en tan recomendable patria; porque desde que la libertó el Rey D. Alonso el VI. del tyráyugo de los Infieles, reduciendola al gremio de la Iglesia, quedó ennoblecida por haberse establecido en ella la corte de nuestros Príncipes, restituyendola aquel mismo honor que habia obtenido en el Imperio de los Godos.

10 nico

á

Nació pues en esta nobilisima ciudad el Rey D. Alon15 so el VIII. hijo, como diximos, de D. Sancho III. del nombre, y de la Reyna Doña Blanca de Navarra su muger, quien costó la vida el feliz alumbramiento del hijo, como despues dirémos.

Pero aunque el P. Mariana escribe: El año siguiente 20 M.C.LV. á XI. de Noviembre, viernes, como dicen los 2 Anales Toledanos, nació á D. Sancho Rey de Castilla de Doña Blanca su muger un hijo llamado D. Alonso, heredero que fué adelante del Reyno de su padre y avuelo; y convienen las memorias del Monasterio de Santa Maria la Mayor de Naxera 25 con los Anales de Toledo, segun parece de Sandoval; es preciso reducir el nacimiento de nuestro Príncipe al año siguiente de M.C.LVI. como reconoce el mismo Sandoval, pues escribe: 3 Este año (1156.) fué de gozo y luto para el Rey D. Sancho

I Lib. II. c. 3.

2 Estos Anales Toledanos son los primeros. V. el M. Berganza t. II. de las Antig. de Esp. p. 571. col. 1. y

y

el M. Florez España sagr. t. XXIII.
pag. 390.

3 Cap. 58. p. 167. de la Crónica
del Emperador D. Alonso VII.

A. C. y Reyno de Castilla. Cinco años habia que vivian en uno el 1156. Rey D. Sancho y Doña Blanca: y en este de la era M. C.

5

XCIV. nació el Infante D. Alonso hijo del Rey D. Sancho, y
nieto del Emperador D.Alonso. Justifícase el sentir referido por
dos testimonios irrefragables, el primero es la inscripcion me-
trica que permanece gravada en el túmulo sepulcral de la
madre de nuestro Príncipe, de quien escribe el mismo San-
doval: En la piedra de la sepultura de esta Reyna, que
está en el Monasterio Real de Naxara, quiso se pusiesen de
media talla, ó relieve las figuras, en que está el transito de 10
esta señora, y las lágrimas y sentimiento del Rey, y como
suyos asidos dél le consolaban : que es de harta considera-
cion la piedra para los que gustan de antiguedades. En el
borde de ella estan los versos siguientes.

los

Inmediatamente copia el mismo Sandoval la inscripcion 15 Latina que se ofrece gravada sobre este sepulcro, y dice asi: 2 Aqui descansa la noble Reyna, que mereció llamarse Blanca por su hermosura mas candida que la nieve: á quien sobrepujaba la suavidad de las costumbres, y la estimacion de su apreciable aspecto, que acrecentaba honor al sexo femi- 20 nil. El Rey D. Sancho, hijo del Emperador fué su marido, aumentando grandemente ella la alabanza de su marido: oprimida del parto perece, habiendo producido una noble prenda: asistala el hijo de la Virgen. Consta murió la piadosa Reyna la Era M. C. XCIV.

El segundo testimonio de que se justifica no nació el Rey D. Alonso hasta el año M. C. LVI. si murió de su sobreparto la Reyna su madre, le conserva el 3 tumbo negro de Santiago, en que se especifica el dia de su transito, pues dice: 4 Era M. C. XCIV.

I Crónica de D. Alonso VII. & tanto laus erat illa viro. - ParP. 168. tu pressa ruit, & pignus nobile fudit: - Ventris virginei filius assit ei. Era millesima centena nonagesima quarta Reginam constat obiisse piam.

2 Los versos de esta Inscripcion dicen en Latin: Nobilis hic Regina jacet, quæ BLANCA vocari - Promeruit pulcherrima specie, candidior nive, Candoris pretium festinans gratia morum — Feminei sexus hanc dabat esse decus. Imperatoris natus Rex Sanctius illi – Vir fuit,

1

3 Estos son los Anales Compostelanos, de que habla el M. Florez en la España sagr. t. XXIII. p. 299.

4

En la edicion que de estos Anales

25

M.C. XCIV. dia segundo de los Idus de Agosto ( esto es A. C. á XII. de aquel mes) murió la Reyna Blanca madre de es- 1156. te Alfonso Rey de Castilla: por donde parece se anotó reynando ya nuestro Príncipe su hijo. Y asi no pudo nacer el 5 Rey D. Alonso el año antecedente de M. C. LV. ni por el

ΙΟ

mes de Noviembre, si murió la Reyna Doña Blanca de so-
breparto suyo á XII. de Agosto el de M. C. LVI. con que
es preciso naciese á principio de él, ó á los fines de Julio
inmediato.

La misma circunstancia se deduce y verifica del testimonio siguiente del Arzobispo D. Rodrigo, pues habiendo hecho memoria de como succedió en la corona de Castilla el Rey D. Sancho su padre el año M. C. LVII. y que estuvo casado con la Reyna Doña Blanca, añade: De la qual ya 15 tenia un hijo llamado Alfonso, que habia quedado de 'tres años, quando murió el Emperador : porque es constante pasó de esta vida aquel glorioso Príncipe á 2 XXI. de Agosto el de M. C. LVII. en que ya habia entrado el nuestro en el tercero de su edad.

20

Otra prueba ofrece en comprobacion del mismo cómputo el 3 Anal antiguo de que tengo copia, que se termina con la muerte del Arzobispo D. Rodrigo, que succedió el año M. CC. XLIV. y en él se ofrece la clausula siguiente: Era de M. CC. LII. años murió el sobredicho Rey D. Alfonso en

les hizo Berganza t. II. p.564. col. 2. se lee: Aera M. C. LXXXIII. II. Idus Augusti Regina Blanca mater istius Ald. regis Cast. Hæc fuit filia Garcia reg. Nav. En la de Florez t. XXIII. de la E. S. p. 322. tambien se pone equivocadamente la Era M.C. LXXXIV. que corresponde al año M. C. XLVI. pero en los Anales Toledanos prime ros impresos por el mismo Florez en dicho tomo, se lee pag. 390. Nació el Rey D. Alfonso (VIII.) noche de S. Martin, é fué dia de viernes Era M. C. XCIII. Lo que asegura la era, pues sale puntual la feria por la letra dominical B. y puede muy bien componerse, que naciese el Rey en

A. C. el dia de Fidis Virginis, secunda feria decimo Kalendas Oto1156. bris: é habie el Rey, quando murió, LVIII. años; porque

desde fin de Julio, ó primeros de Agosto del año M.C. LVI.
en que justificamos nació D. Alonso, hasta XXII. de Se-
tiembre de M. CC. XIV. en que señala tambien su muerte el 5
Arzobispo D. Rodrigo, que asistió á su entierro, corrieron
los LVIII. años que dice el Anal referido le duró la vida.

CAPITULO III.

MUERTE DEL EMPERADOR D. ALONSO,
y del Rey D. Sancho, padre y avuelo de
nuestro Príncipe.

A

L tiempo que nació D. Alonso vivia, como vimos asegura el Arzobispo D. Rodrigo, el Emperador D. Alonso VII. de este nombre, su avuelo paterno, en cuya contem. 10 placion se le impuso en el mas glorioso nacimiento espiritual el mismo como uno de los mas felices de nuestros Príncipes, habiendo eternizado con él tanto su fama por sus gloriosas: virtudes y triunfos.

Luego que vió la luz el tierno infante, le entregó el Rey 15 D. Sancho su padre, por dictamen del Emperador, á D. Gutierre Fernandez de Castro, para que tomase á su cuenta su crianza y educacion, segun el estilo practicado entonces en España, que por esta razon daba el titulo de Amos á los que despues con voz decente y menos equívoca dixeron Ayos, 20 asi como el de Criados á los mismos Príncipes, á quienes educaban, segun se reconoce de la Crónica general, y comprueba muy de propósito el P. Moret en sus Investigaciones.

Era este gran Señor uno de los mayores y mas poderosos de Castilla, como cabeza y pariente mayor de la gran 25 casa de Castro, y habia sido Mayordomo mayor del mismo Emperador, y Ayo y Mayordomo mayor del Rey D. Sancho su hijo, Alcayde de Toledo, y sumamente venerado asi por su crecida edad y grandes experiencias, como por ser hijo

1 Lib. VIII. c. 15. donde solo dá LIII. años de reynado á D. Alonso.

jo y succesor del gran Conde D. Fernan Ruiz de Castro, y A. C. de Doña Mayor Azures, hija del Conde D. Pedro Azures, 1157. Señor de Valladolid, y de la Condesa Doña Ello.

Apenas habia entrado en los tres años nuestro Príncipe, 5 quando feneció el curso de su feliz y gloriosa vida el Emperador D. Alonso su avuelo, volviendo triunfante de los Moros Almohades, que poco antes se habian hecho señores de los sectarios de su falso profeta, y todavia poseían los Reynos de Cordoba, de Sevilla, de Granada, de Jaén, de Mur

10 cia y de Valencia; porque acosado de una grave y peligrosa enfermedad le fué preciso detenerse en las Fresnedas, lugar situado á las faldas de Sierra-Morena, donde armada una tienda dió su alma á Dios 1 á XXI. de Agosto del año M. C. LVII. segun dexamos advertido.

15

20

25

Los titulos de que usó en vida, y constan de sus privilegios, como testifica Sandoval, fueron el de Emperador glorioso y siempre invito, Rey de Castilla, de Leon, de Galicia, de Naxara, de Zaragoza, de Toledo, de Almeria, de Baeza, y de Andujar.

Antes de morir habia dividido el Emperador los grandes Estados que poseía entre sus dos hijos D. Sancho y D. Fernando, para evitar la emulacion que entre sí mantenian los grandes Señores de Galicia con los de Castilla, como dá á entender el Arzobispo 2 D. Rodrigo, haciendo coronar á cada uno en el dominio que le habia consignado, confiriendo á entrambos el titulo de Reyes, para asegurar succediesen en ellos sin ningun embarazo : que es el medio de que se valieron sus predecesores para establecer hereditarias sus Coronas, antes de haberse introducido la jura de los primogé30 nitos, que en nuestro sentir tuvo principio en el Rey D. Alonso, de quien escribimos.

Tocaronle á D. Sancho como á hijo mayor los Reynos de Castilla y de Toledo, y aquella Provincia llamada entonces Estremadura, de que era cabeza la ciudad de Segovia,

B 2

que

ponde al XX. de Agosto. V. Florez
Esp. sag. t. XXIII. p. 322.
2 Lib. VII. c. 7.