Coruña, no à Betanzos, que no tiene la situacion en el Gran Puerto de los Gallegos Lucenses y por consiguiente colocó Ptolomeo à Brigancio mas abajo de su puntual situacion: pero nos dió noticia del dictado de Flavio, que desde el tiempo de Vespasiano recibió esta Ciudad, como otras de Galicia. De aquel Emperador nos asegura Plinio, que à todas las Españas concedió el Derecho del Lacio (lib. 3. cap.3. in fin.) y juntandose por entonces el restablecer algunos pueblos, recibieron los favorecidos el dictado de Flavio, que perpetuase la memoria del bienhechor: y uno de estos fue la Coruña. 7 Segun esto hay que emendar mucho en los Autores acerca del nombre latino de la Coruña; y el mas intolerable es el de Clunia: proprio de un pueblo distantisimo llamado hoy Coruña del Conde, en tierra de Osma: y engañados algunos con estos nombres, confundieron los pueblos, y aun los Privilegios: pues Mendez Silva hizo à la Coruña Convento Juridico de los Romanos, lo que solo fue proprio de la verdadera Clunia. 8 Isaac Vosio en las Notas al cap. 1. del libro 3. de Tom. XIX. Mela, llamó à la Coruña Caranium (quod vulgo Corunna dicitur) sin mas fundamento que algunas equivocaciones originadas del Promontorio escrito en Ptolomeo Córu, y en algunos Mapas Cabo Coriane, de donde Vosio sacó el nombre de Seno Caraniense, y Oppidum Caranium: y todo va en el falso supuesto de haber escrito Coriane los Mapas en lugar de Touriñan, y de juzgar que el Coru de Ptolomeo correspondia al Cabo de Touriñan (escrito Torian en los Mapas modernos extrangeros) correspondiendo indubitablemente el Coru al Cabo de Ortegal (como dejamos notado en el Tomo 15.) y no à la Coruña. 9 Omitiendo otros juegos ridiculos del nombre, resulta que tampoco tienen fundamento los Autores que aplican à Betanzos el nombre de Brigancio, con el dictado de Flavio, ò sin él: pues no solo tienen la inconsequencia de atribuir el mismo nombre à la Coruña (y Ciudades distintas han de tener nombres diversos) sino porque los antiguos que hablaron de Brigancio, solamente favorecen à la Coruña, como se ha visto. 10 Antonino mencionó el nombre de Brigantium en el Viage de Braga à Astorga, por lugares maritimos, colocandole antes de Lugo con un lugar solo intermedio: pero segun le tenemos no le aparta de Lugo mas que 32. millas, ú ocho leguas: distancia que no favorece à la Coruña, ni aun à Betanzos, separada once leguas de Lugo. Con que, ò el Brigancio de Antonino Pio es diverso de el de Ptolomeo, ò están erradas las millas. II Para el nombre de Brigancio podemos sospechar algo acerca del origen y fundacion, sin necesitar de recurso al Rey Brigo, inventado en virtud de los Pueblos de España en cuyos nombres entra la voz Briga, ò Bria, las quales no tienen necesidad de autorizarse por el referido Rey, sino reducirlas à otro mejor origen, de los Celtas: de los quales sabemos que llegaron à esta tierra, como atestigua el nombre del Cabo de Finis terræ, llamado por ellos Celtico entre los Geografos antiguos. Estos pues tenian en su lengua la voz Bria, Brica,ò Briga, recibida de la Tracia, como significativa de Ciudad, ò Villa segun atestigua Estrabon, y Estefano: y como descendian los antiguos Galos, ò Celtas de la Scitia (segun muestra Bullet en el Tomo 1. de las Memorias sobre la lengua Celtica) conservaron aquella voz en el mismo significado, y la propagaron por donde anduvieron. 12 De Briga se origina el Brigancio, nombre comun no solo à la Coruña, sino à otros de la Rhecia, y de Inglaterra como lugares poblados por los Celtas, que por lo mismo les impusieron nombres de su lengua. Los Brigantes de Inglaterra se reducen à los Eboracenses: y en Galicia persevera hasta hoy el nombre de Bergantiños en el territorio debajo de la Coruña, entre ésta Santiago de Galicia. Y 13 La situacion de Brigan cio no fue en el mismo sitio que hoy la Coruña, sino algo mas adentro, y mas cerca de la Torre, donde llaman los naturales ò Castelo, que por su oriente tiene una ensenada capáz para recoger los barcos de los antiguos, y alli, no en el terreno actual, hay vestigios de antigua poblacion, Medallas de Augusto, Tiberio, y otros, Columnas, Inscripciones, y Sepulcros, como apunta Castela fol. 421. De las Medallas alli halladas tiene algunas Don Joseph Cornide. 14 Quándo, ò cómo cesó A el ५ el nombre de Brigancio, y se introdujo la voz de la Coruña, no lo declaran los Autores. Bullet, en el Tomo 1. de sus Memorias sobre la lengua Celtica, pag. 415. dice de ella en la voz Coryn, pronunciada Corun, que significa Lengua de tierra: etimologia que no desdice de la situacion de la Coruña, à que se entra por una porcion de tierra estrecha como Isthmo, y todo lo demás está cercado de agua. Pero si el nombre actual de la Coruña es posterior al tiempo de los Romanos, en que conservó el de Flavium Brigantium, no podemos recurrir à idioma de los Celtas, porque éste se acabó en España mucho antes que el de los Romanos. 15 Despoblada la Ciudad de Brigancio, quedó el nombre de Pharo (por la Torre) con alguna poblacion, que ya no lograba el nombre de Ciudad Brigantium, sino el de Villa, y pago Farense, pues asi la nombra la Historia Compostelana por los años de 1108. In Farensi pago Cresconius Petri Villam dedisse cognovimus. Otras veces menciona el Castillo de Faro: y en Escritura del Monasterio de Sobrado se dice Burgum de Faro, que Manrique (sobre el año 1151. n. 11.) reduce à la Coruña: pero este puede reducirse mejor al que persevera con nombre de el Burgo media legua larga debaxo de la Coruña) el qual sucedió al antiguo Brigancio, hasta que repoblada la Villa antigua junto al Faro, ò Columna, antes del 1188. por la mejora y grandeza del Puerto, se intitulo Coruña. 16 El Chronicon Iriense nombra entre las Parroquias aplicadas à Iria en la reparticion de los Suevos la de Farum, y aun hoy persevera el nombre de Arciprestazgo do Faro en el de aquel territorio, como me asegura Don Joseph Cornide. En el siglo octavo, quando algunos Obispos se retiraron à Iria, aplicó esta para manutencion del Tudense à, Faro, Brecantinos y Somnar ia como diremos al referir la Escritura de Don Ordoño II. sobre el año de 915. Este Faro, Parroquia propria de Iria, no pue de ser otro que el pueblo de que hablamos. 17 Al fin del Siglo XII. ya se llamaba Vila da Cruña: pues una Carta del Rey Don Fernando II. (que existe en el Archivo de la Ciudad) la nombra asi, aprobando lo que habia efectuado su hijo Don Alfonso sobre los terminos concedidos à los que viniesen à morar en aquella Villa: y consiguiente mente estaba repoblada antes del 1188. en que murió aquel Rey Don Fernando II. Por este tiempo, mirando à la grandeza del Puerto la poblaron en el sitio en que hoy existe, y como lo mas antiguo y visible es la Torre que desde lejos parece una Columna, esta misma ocasionó el nombre actual de Cruña en Gallego, y Coruña en Castellano: pues à Cruña en Gallego es lo mismo que ad Columnam en latin. La poblacion se hizo junto à la Columna (pues aun la actual, que és la mas retirada en comparacion de los primeros vestigios, no dista nas que lo regular de un paséo) por tanto se intituló el pueblo por lo mas conocido de estar junto à la Columna, ò Cruña, y Coruña. Su mayor auge ha nacido del Puerto y Audiencia Real, que se trasladó à esta Ciudad desde Santiago, donde la empeza ron à establecer los Reyes Catholicos Don Fernando y Doña Isabel. 18 Excluido de Betanzos el nombre de Brigancio, como proprio que es de la Coruña, no hallamos otro que poder aplicar à la Ciudad de Bctanzos (sita tres leguas mas abajo de la Coruña ácia la parte Oriental, en el margen del Rio Mandeu ) que el mencionado por Ptolomeo Flavia Lambais. La razon es, porque la coloca debajo de Brigancio, y mas oriental lo que es proprio de Betanzos en comparacion de la Coruña. De suerte, que si en el Mapa de Prolomeo levantas el Brigancio al sitio de la Coruña (donde está el gran Puerto en que el mismo Autor propone su existencia) quedará Lambris donde Betanzos porque como errada la primera poblacion, es preciso errar la segunda; si corriges la una, quedará tambien la otra corregida. Autorizase el pensamiento con otra especie notable, de que una Ria cercana à Betanzos (que es la primera para pasar de alli á Eume) conserva conserva hoy el nombre de Ria Lambre, como estoy viendo en un Mapa que hizo para mi uso el sabio Benedictino Sarmiento y esto prueba que Flavia Lambris estaba en aquella parte, como se verifica colocandola en Betanzos: pues por ser la poblacion mas notable de la cercanía, la comu nicó el nombre. CAPITULO MONASTERIOS Tod Oda la Provincia de Galicia fue como un Seminario de Monasterios, en que lo poblado, y lo desierto florecia en domicilios sagrados, especialmente despues de la entrada de los Moros, que arruinando Conventos de territorios dominados por ellos, obligaban à los Monges à refugiarse à tierras mas seguras: y los Christianos que fundaban de nuevo casas de Religion, solo podian hacerlo en sus dominios. Por esto Galicia, Asturias y Leon, tenian mas Conventos que todo el resto de España, dominado de los Saracenos. La Diocesis de Iria, como sita en lo mas retirado del Noroeste fue theatro de muchos, contribuyendo tambien la sombra del Apostol Santiago, por cuyo culto empezaron los siguientes, y sirven para noticia de gran parte de la Historia Ecle siastica. III. ANTIGUOS. à su Iglesia con el milagro, de aparecer el cuerpo del Apostol Santiago como Sol, pero nacido en el Occidente, fue preciso disponer nuevos cultos. El Rey Casto fabricó una Iglesia con mas devocion que grandeza, por no dar mas de sí la estrechez del tiempo, que era poco despues del año de ochocientos. La Historia Compostelana dice que puso alli la Sede Iriense por honor del Apostol: Episcopium Iriensis Sedis. Lo mismo expresa la Escritura del Rey Casto: Iriensem Sedem cum eodem loco sancto conjunximus. (Apendice I. Otras añaden que junto à la Iglesia del Apostol fabricó una al Bautista, (que serviria para el Bautismo) y otra no pequeña con tres Altares, del Salvador, de San Pedro Apostol, y San Juan Evangelista. Esta sirvió de Monasterio para doce Monges que velasen sobre el cuerpo del Apostol, celebrando alli Misas, y Divi,y SAN PEDRO DE ANTE- nos Oficios: para lo qual les altares. dió sitio en que hacer Claustro y Oficinas segun el tenor Despues de ilustrar Dios de San Benito (como habla Tom. XIX. |