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pitan Fernando Cortés calado algo de la tierra, acordó de fundar una nueva poblacion en la cual hechos algunos autos y tomado su sitio, le puso por nombre la llamó la Rica Villa de la Veracruz, y puestos en ella alcaldes y regidores &c., y otros oficiales, el dicho capitan general Fernando Cortés, el justicia y regidores de la dicha villa acordaron de enviar á España dos procuradores á la reina Doña Juana (1) y al Rey D. Cárlos su hijo nuestros Señores, con las primicias y muestras de las riquezas de aquella tierra que comenzaba en nombre de sus Altezas á conquistar; y partiéndose los procuradores de la dicha Rica Villa de la Veracruz, vinieron á España y llegaron á Valladolid en el principio del mes de abril del año de 1520 años, en la semana santa, estando el Rey D. Cárlos nuestro Señor en propósito de camino para ir á Alemania á recibir la corona imperial, y presentaron á S. M. lo que traian y una carta que el cabildo, justicia y regidores de la dicha villa de la Veracruz escribieron á sus Altezas, cuyo tenor es el siguiente.

Muy altos y muy poderosos excelentísimos Príncipes,
muy católicos y muy grandes Reyes y Señores.

Bien creemos que vuestras Magestades por letras de Diego Velazquez teniente de almirante en la isla Fernandina, habrán sido informados de una tierra nueva que puede haber dos años poco mas ó menos que en estas partes fué descubierta, que al principio fué

(1) Por equivocacion se lee en el manuscrito Doña Isabel

intitulada por nombre Cozumel y despues la nombraron Yucatan, sin ser lo uno ni lo otro como por esta nueva relacion vuestras Reales Altezas podrán ver; porque las relaciones que hasta ahora á vuestras Magestades de esta tierra se han hecho, así de la manera y riquezas de ella como de la forma en que fué descubierta y otras cosas que de ella se han dicho, no son ni han podido ser ciertas porque nadie hasta ahora las ha sabido, como será esta que nosotros á vuestras Reales Altezas enviamos: y trataremos aquí desde el principio que fué descubierta esta tierra hasta el estado en que al presente está, porque vuestras Magestades sepan la tierra que es, la gente que la posee y la manera de su vivir, y el rito y ceremonias, seta ó ley que tienen, y el fruto que en ellas vuestras Reales Altezas podrán hacer y de ella podrán recibir. y de quien en ella vuestras Magestades han sido servidos. porque en todo vuestras Reales Altezas puedan hacer lo que mas servido serán: y la cierta y muy verdadera relacion es en esta manera.

Puede haber dos años poco mas o menos, muy esclarecidos Príncipes, que en la ciudad de Santiago, que es en la isla Fernandina, donde nosotros hemos sido vecinos en los pueblos de ella, se juntaron tres vecinos de la dicha isla, y el uno de los cuales se dice Francisco Fernandez de Córdova, y el otro Lope Ochoa de Caycedo y el otro Cristoval Morante; y como es costumbre en estas islas que en nombre de vnestras Magestades están pobladas de españoles, de ir por indios á las islas que no están pobladas de es

pañoles para se servir de ellos, enviaron los susodichos dos navíos y un bergantin para que de las islas dichas trujesen indios á la dicha isla Fernandina para se servir de ellos, y creemos, porque aun no lo sabemos de cierto, que el dicho Diego Velazquez teniente de almirante tenia la cuarta parte de la dicha armada, y el uno de los dichos armadores fué por capitan de la armada llamado Francisco Fernandez de Córdova, y llevó por piloto á un tal Anton de Alaminos vecino de la villa de Palos, y á este Anton Alaminos trugimos nosotros ahora tambien por piloto: lo enviamos á vuestras Reales Altezas, para que de él vuestras Magestades puedan ser informados. Y siguiendo su víage fueron á dar á dicha tierra intitulada de Yucatan á la punta de ella, que estará sesenta ó setenta leguas de la dicha isla Fernandina de esta tierra de la rica tierra (1) de la Veracruz, donde nosotros en nombre de vuestras Reales Altezas estamos, en la cual saltó en un pueblo que se dice Campoche, donde al Señor de él pusieron por nombre Lázaro, allí le dieron dos mazorcas con una tela de oro; y porque los naturales de la dicha tierra no lo consintieron estar en el pueblo y tierra, se partieron de allá y se fueron la costa abajo hasta diez leguas, donde tornó á saltar en tierra junto á otro pueblo que se llama Machocobon y el Señor del Champoto, y allí fueron bien recibidos de los naturales de la tierra; mas no los consintieron entrar en sus pueblos, y aquella noche durmieron los españoles fuera de las naos en tierra. Y viendo esto los naturales de aquella tierra pelearon

y

(1) Asi dice el manuscrito en lugar de Rica Villa.

otro dia por la mañana con ellos, en tal manera que murieron veinte y seis españoles y fueron heridos todos los otros, y fiualmente viendo el capitan Francisco Fernandez de Córdova esto, escapó con los que le quedaron con acogerse á las naos.

Viendo pues el dicho capitan como le habian muerto mas de la cuarta parte de su gente, y que todos los que le quedaban estabau heridos, y que èl mismo tenia treinta y tantas heridas, y que estaba cuasi muerto que no pensaria escaparse; volviò con los dichos navíos y gente á la isla Fernandina, donde hicieron saber al dicho Diego Velazquez como habian hallado una tierra muy rica de oro, porque á todos los naturales de ella lo habian visto traer puesto, ya de ellos en las narices, ya de ellos en las orejas y en otras partes, y que en la dicha tierra habia edificios de cal y canto y mucha cantidad de otras cosas que de la dicha tierra publicaron de mucha administracion (1) y riquezas, y dijéronle que si él podia enviase navíos á rescatar oro, que habria mucha cantidad de ella (2).

Sabido esto por el dicho Diego Velazquez, movido mas á codicia que á otro celo, despachó luego un su procurador á la isla Española con cierta relacion que se hizo á los referidos (3) padres de San Gerónimo que en ella residian por gobernadores de estas Indias, para que en nombre de vuestras Magestades le diesen licencia por los poderes que de vuestras Altezas te

[1] Quizá: admiracion.

(3) Referados dice malamente el

[2] Así el manuscrito; pero quizá original por referidos. de ello por de él.

nian, para que pudiese enviar á bogar (1) la dicha tierra, diciéndole que en ello harán gran servicio á vuestra Magestad, con tal que le diesen licencia para que rescatase con los naturales de ella oro y perlas y piedras preciosas y otras cosas, lo cual todo fuese suyo pagando el quinto á vuestras Magestades, lo cual por los dichos reverendos padres gobernadores gerónimos le fué concedido, ansí porque hizo relacion que él habia descubierto la dicha tierra á su costa, como por saber el secreto de ella, y á proveer como á servicio de vuestras Reales Altezas conviniese, y por otra parte sin lo saber los dichos padres gerónimos, envió á un Gonzalo de Guzman con su poder y con la dicha relacion à vuestras Reales Altezas, diciendo que él habia descubierto aquella tierra á su costa, en lo cual á vuestras Magestades habia hecho servicio, y que la queria conquistar á su costa, y suplicando á vuestras Reales Altezas lo hiciesen adelantado y gobernador de ella en ciertas mercedes (2) que allende de esto pedia, como vuestras Magestades habrán ya visto por su relacion, y por esto no las espresamos aquí.

En este medio tiempo, como le vino la licencia que en nombre de vuestras Magestades le dieron los reverendos padres gobernadores de la órden de San Gerónimo, dióse prisa en armar tres navíos y un bergantin, porque si vuestras Magestades no fuesen servidos de le conceder lo que con Gonzalo de Guzman les

(1) Debió decir: bojar.

(2) Quizá: con ciertas mercedes.

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