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juzgar por su fecha, comparándola con la de las otras cartas. Añade que jamas pudo conseguir ó lograr en España una copia manuscrita de ella por ser cierto que nunca se habia impreso, supuesto que la impresion de la 2a por el aleman Cromberger en 18 de noviembre de 1522 constituye la época cierta de la introduccion de la imprenta en Sevilla y en toda España: error notable que copió sin exámen del Sr. Lorenzana como ya hemos advertido, pues en aquella fecha hacia ya 46 años que se imprimia en Sevilla, y 54 por lo menos en Barcelona.

La traduccion de Mr. Flavigny se reimprimió en Suiza año de 1779 en 80.

[M. F. de N.]

(1) Claramente parece cuando en las historias falta el fundamento y principio del recontamiento de las cosas acaecidas, que queda todo confuso y encandilado; y porque en este libro están agregadas y juntas todas ò la mayor parte de las escrituras y relaciones de

lo

que al señor D. Fernando Cortés gobernador y capitan general de la Nueva España ha sucedido, y la conquista de aquellas tierras, por tanto acordé de poner aquí en el principio de todas ellas el origen de como, cuando y en que manera el dicho señor gobernador comenzó á conquistar la dicha Nueva España, que es en la manera siguiente.

(1) Este preámbulo de la relacion que sigue, primera de las cinco de Hernan Cortés, parece haberle es

crito algun curioso para mejor declarar el contenido de lo que en ella se refiere.

Estando en la isla Española el año del Señor de 1518 años por gobernadores de aquellas partes de las Indias, islas y tierra firme del mar occéano, los muy reverendos padres fray Luis de Sevilla (1) Prior de la Mejorada, y fray Alonso de Santo Domingo Prior de San Juan de Ortega, frailes y profesos de la órden del bienventurado (2) Señor San Gerónimo, á los cuales habian enviado despues de la muerte del Católico Rey D. Fernando con la dicha gobernacion los reverendísimos señores gobernadores de España D. fray Francisco Jimenez arzobispo de Toledo y Cardenal de España y Melchor de...... (3) Dean de Lovayna, embajador del Rey D. Cárlos nuestro Señor, que despues fué Cardenal de Tortosa y finalmente Papa Adriano VI, Diego Velazquez teniente de almirante de la isla de Cuba, envió el dicho año á suplicar á los dichos padres gobernadores que residian en la isla Española, que le diesen licencia para armar ciertas naos que queria, segun costumbre de aquellas partes, enviar á su costa á una tierra que él decia que habia descubierto hácia la parte occidental de la dicha isla de Cuba para saber y bogar (4) la dicha tierra, y para traer indios cautivos de ella de que se pudiese servir en la isla de Cuba, y para rescatar en ella oro y las otras cosas que hubiese, pagando el

[1] Debió decir: Fr. Luis de Fi. gueroa.

(2) Así el ms.

(3) Igual vacio se halla en el ma. nuscrito de Viena que copiamos. El Dean de la universidad de Lorayna se llamaba Adriano Florencio. Fué

maestro de Carlos V, vino á España en 1515 y despues fué Sumo Pontifice con el nombre de Adriano VI. Véase á Sandoval His, de Carlos V. lib. 1.6 y 58.

[4] Debió decir: bojar.

quinto de todo ello á sus Altezas segun la órden y costumbre que en ello habia; lo cual los dichos padres gobernadores le concedieron y dieron licencia, y ansí armó tres navíos y un bergantin y envió por capitan de ellos á un su pariente que se decia Juan de Quijalba (1) mandándole que rescatase todo el mas oro que pudiese. Y es de saber que los primeros descubridores de la dicha tierra fueron otros y no el dicho Diego Velazquez segun adelante parecerá, los cuales no sabiendo lo que se decian, la intitularon y llamaron Yucatan, porque los dichos primeros descubridores como llegasen allá y preguntasen á los indios naturales de la dicha tierra como se llamaba aquella tierra, no entendiendo lo que les preguntaban, respondian en su lenguage y decian YUCATAN, YUCATAN, que quiere decir no entiendo, no entiendo: así los españoles descubridores pensaron que los indios respondian que se llamaba Yucatan, y en esta manera se quedó impropiamente á aquella tierra este nombre Yucatan. Pues como el dicho Juan de Quijalba fué á la dicha tierra nuevamente descubierta, comenzó á rescatar con los indios de la tierra las cosas que en sus navíos llevaba, segun Diego Velazquez se lo habia mandado; y no se dando aquel rescate con tan buena manera como Diego Velazquez quisiera, volviò á Cuba con poco rescate, á donde fué mal recibido de Diego Velazquez, el cual hablando con Fernando Cortés que á la sazon era vecino y Justicia de la ciudad

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de Santiago y la dicha isla de Cuba (1), que á la sazon estaba rico de dinero y tenia ciertos navíos propios suyos, y era muy bien quisto y tenia muchos amigos en la dicha isla, concertóse Diego de Velazquez con él para que entrambos hiciesen una buena armada y que el dicho Fernando Cortés fuese por capitan general de ella en nombre de sus Altezas, por el poder que para ello le habian dado los padres gerónimos gobernadores de aquellas partes. Fecho y asentado entre ellos el concierto, puso el dicho Diego Velazquez solamente la tercia parte de las naos de la armada, y el dicho Fernando Cortés puso de lo suyo propio las otras dos tercias partes de las dichas naos y todas las costas que se hicieron en la manda, y haciéndose á la vela en el mes de octubre del año del Señor de 1518 años y andando costeando por las costas de la dicha isla de Cuba con tiempos contrarios, finalmente salió de la dicha isla de Cuba el dicho Fernando Cortés capitan general de la dicha armada á doce dias del mes de febrero del año del Señor de 1519 para ir á la dicha tierra intitulada Yucatan con diez naos, las siete de las cuales eran propias del dicho capitan Fernando Cortés y las tres de Diego Velazquez, y despues le alcanzaron otras dos naos que el dicho Diego Velazquez le envió; ansí que fueron por todas las naos de la dicha armada doce entre pequeñas y grandes, en las cuales iban quinientos españoles. Pues como llegase á la dicha tierra llamada Yucatan, habiendo

(1) Lo mismo que si dijera: Jus. ticia de la ciudad de Santiago en la

dicha isla de Cuba.

conocimiento de la grandeza y riquezas de ella, determinó de hacer no lo que Diego Velazquez queria, que era rescatar oro, sino conquistar la tierra y ganarla y sujetarla á la corona Real de S. M.; y para proseguir su propósito sintiendo que algunos de los de su compañía temerosos de emprender tan gran cosa se le querian volver, hizo un fecho troyano y fué que tuvo manera despues que se embarcó (1) toda la gente, de dar al través con todas sus armas y fustes de la armada, y haciendo justicia de dos ó tres que le amotinaban la gente, anegó y desbarató todas las naos haciendo sacar la madera y clavazon de ellas á la costa, con presupuesto que viendo los españoles que no tenian en que volver ni en que poder salir de aquella tierra se animasen á la conquistar y á morir en la demanda, y este fué el principio de todas las buenas venturas del dicho capitan Fernando Cortés. Y acertó tan bien en esto, que si no lo hiciera, hobiera pocos de los que consigo llevaba que se atrevieran á aquella empresa, tan grande tierra, y tan poblada de gentes belicosas; y aunque al capitan le pesara, segun los aprietos y peligros en que despues se vieron, si las naos estuvieran enteras, se le volvieran todos ó los mas á la isla de Cuba. En esta manera comenzaron á conquistar la tierra á donde facia hechos hazañosos, acometia y emprendia cosas inauditas, y donde segun juicio humano no era creido que ninguno de ellos pudiese escapar como adelante parecerá. Habiendo pues el ca

[1] Es probable que dijese el original: despues que desembarcó.

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