Imágenes de página
PDF
ePub

ban á la religion, aumentaban el descontento y Moctezuma hizo conocer á Cortés la necesidad de partir para evitar una conflagracion general. Cortés lo ofreció así, mas como no habia buques en que embarcarse se dispuso todo para que se construyesen, aunque Cortés previno á los maestros encargados de la obra que no se diesen prisa en adelantar en ella. Otra novedad de la mayor importancia vino entónces á aumentar sus cuidados y á poner en riesgo cuanto tenia adelantado.

Diego Velazquez, como ántes hemos visto, habia resuelto hacer valer sus derechos por las armas, y no obstante las intimaciones que la audiencia de Santo Domingo le habia hecho, por medio del licenciado Ayllon, para que desistiese de un intento que podia traer tan funestos resultados, habia armado diez y ocho buques y levantado novecientos hombres de los cuales eran ochenta de caballería, todo con un gran tren de artillería y abundancia de pertrechos y municiones, cuyo mando dió á Pánfilo de Narvaez, que habia acompañado al mismo Velazquez en la conquista de Cuba. Esta armada, la mayor que hasta entónces habia surcado los mares de América, salió de Cuba en principios de Marzo de 1520, y siguiendo el mismo derrotero de Cortés, ancló delante de S. Juan de Ulúa el 23 de abril, un año exactamente despues que Cortés habia desembarcado en aquel punto. Allí supo Narvaez, por uno de los españoles mandados por Cortés á reconocer el pais, todo lo ocurrido en él desde la llegada de este, y tal re

lacion aumentó mucho su enojo contra el que habia arrebatado de las manos de Velazquez tan rica presa. Por medio de un eclesiástico llamado Guevara, á quien despachó con un escribano y cuatro testigos, intimó á Gonzalo de Sandoval que mandaba en la Villa Rica desde la muerte de Escalante que le obedeciese; pero Sandoval, irritado por los términos cn que Guevara se habia explicado hablando de Cortés, le prehendió y á los que con él iban, y dispuso mandarlos á todos á Mégico á Cortés con veinte hombres de escolta, poniéndose entretanto en defensa por si Narvaez intentaba algo contra él.

Las primeras noticias que Cortés tuvo de tan importante novedad fueron por los indios de la costa y Moctezuma, que habia sido informado de todo por sus comandantes, en'una entrevista á que lo llamó tres dias despues de recibido el aviso, le dijo que no habia ya motivo para diferir su partida, pues habiendo llegado gran número de buques de su nacion, podia embarcarse en ellos. Cortés disimuló la sorpresa que tal acontecimiento le causó; pero no pudo dudar de lo que los buques eran y el objeto á que venian, en lo que fué confirmado con la llegada del clérigo Guevara y los demas que le acompañaban. La situacion de Cortés era la mas dificil, viéndose atacado por una fuerza superior de sus paisanos, mientras que en Mégico estaba amenazado de un levantamiento general. Tenia que salir al encuentro de Narvaez, y entonces perder todo lo que habia aventajado, ó esperarle en la ciudad y combatir con él á la vista de todas las fuerzas

megicanas que no dejarian de aprovechar la ocasion para destruir á los dos contendientes, pues pensar en dividir las suyas para conservar al mismo tiempo su conquista y salir al encuentro á Narvaez, era lo mismo que desatender uno y otro objeto, siendo tan poca la tropa de que podia disponer. Sin embargo este fué el extremo que abrazó. En ninguna circunstancia parece tan extraordinario este hombre singular como en este momento, el mas crítico de la conquista, y en ninguna tampoco se reunieron tantos accidentes que le favorecieron, aunque se suele atribuir á favor de la fortuna, en un grande hombre que de todo sabe aprovecharse, lo que para otro seria inútil ó insignificante. Persuadido de que la celeridad en obrar era lo único que podia salvarle, parte de Mégico á mediados de mayo de 1520 con solo setenta hombres, dejando el resto de sus fuerzas con la artillería bajo el mando de Alvarado; en Cholula se le reune el fiel Velazquez de Leon, que aunque era pariente de Velazquez y cuñado de Narvaez, luego que supo la llegada de éste y no obstante sus invitaciones é instancias, se habia puesto en marcha desde Goazacoalco, para auxiliar á su general con 120 hombres con que habia sido despachado á aquel punto; toma en Tlaxcala 600 auxiliares, y viendo que se le desertaban en gran número, los devuelve; manda que vayan á reunírsele dos mil hombres de Chinantla, provistos de lanzas armadas con puntas de cobre; encuentra en su marcha á Sandoval con sesenta soldados de la guarnicion de Veracruz; gana ó seduce á una parte

de la fuerza enemiga por medio del clérigo Guevara y del P. Olmedo, empleando en esto los tesoros de Moctezuma; entretiene á Narvaez en Cempoala con diversas contestaciones por medio de Andrés de Duero; lo sorprende en una noche tempestuosa; lo prende herido en su propio alojamiento; hace destruir los buques en que aquel vino, como habia hecho ántes con los suyos, y el 24 de junio entra en Mégico, llevando en su compañía á los mismos que habian venido á atacarle. "Señor Cortés, le dijo Narvaez cuando fué presentado prisionero, tened en mucho la ventura que habeis tenido é lo mucho que habeis hecho en tomar mi persona." Cortés le respondió con desden: "Lo menos que yo he hecho en esta tierra donde estais es haberos prendido."

Esta expedicion de Narvaez fué el orígen de una peste muy destructora para los habitantes del pais: en su servicio vino un esclavo negro infecto de viruelas, cuya enfermedad se propagó prontamente en Cempoala, y se extendió de allí por todas estas regiones. Narvaez permaneció prisionero en Veracruz hasta despues de la toma de Mégico: vino entónces á la capital y en el acto de ser presentado á Cortés en Cuyoacan, se arrodilló delante de él y quiso besarle la mano: Cortés lo levantó con dignidad y lo trató con decoro mientras permaneció en su cuartel. Habiendo vuelto á España acusó á Cortés ante un tribunal muy respetable, formado especialmente para juzgarlo, presidido por el gran Canciller de Nápoles, y compuesto de los individuos mas distinguidos del consejo

de Estado y del de Indias, ante el cual se oyeron las quejas de Velazquez; pero el resultado brillante de la conquista hizo olvidar la irregularidad de los medios. La conducta de Cortés fué aprobada, dejando para tratarse en un pleito ordinario los reclamos de Velazquez sobre los gastos que habia hecho para la armada, y esta sentencia fué confirmada por Cárlos V. Velazquez murió de pesar en Cuba, arruinado por los gastos que hizo para la expedicion de Narvaez, y humillado con el triunfo de su rival, en el cual acaso no tuvo poca parte el eximirse por este medio la corte de España de cumplir las gravosas condiciones que con él se hicieron para la conquista de Mégico, como habia sucedido con Colon. Narvaez habiéndose embarcado en una expedicion para la Florida, pereció en la mar, y el padre Casas, testigo de sus crueldades en la conquista de Cuba, no perdonando á los conquistadores ni en este mundo ni en el otro, agrega gravemente "y el diablo llevóle el ánima."

ya

Pero aunque fué grande la actividad de Cortés, habian ocurrido en Mégico grandes novedades durante su ausencia. Un hecho atroz de Alvarado habia levantado á toda la ciudad contra los españoles, y su cuartel se hallaba estrechamente sitiado. Una de las principales solemnidades de los megicanos era la fiesta del dios de la guerra en el mes de mayo. Para celebrarla con la pompa acostumbrada, los sacerdotes y principales caciques pidieron permiso á Alvarado y solicitaron que asistiese Moctezuma, lo que Alvarado no consintió. Reuniéronse en el patio del

« AnteriorContinuar »