Historia de la música española desde la venida de los Fenicos hasta el anõ de 1850, Volúmenes 1-2

Portada
Martin y Salazar, 1855

Dentro del libro

Índice

I
5
II
21
III
41
IV
75
V
111
VI
119
VII
147
VIII
172
IX
199
X
211
XI
221
XII
233

Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página 191 - Y si a esto se añade la aridez e inmundicia de los lugares, la pobreza y desaliño de sus vecinos, el aire triste y silencioso, la pereza y falta de unión y movimiento que" se nota en todas partes, ¿quién será el que no se sorprenda y entristezca a vista de tan raro fenómeno?
Página 191 - Si algunas personas salen de sus casas, no parece sino que el tedio y la ociosidad las echan de ellas, y las arrastran al ejido, al...
Página 194 - Siendo, pues, éste el primer objeto de todo buen gobierno, ¿no es claro que no debe ser mirado con descuido ni indiferencia? Hasta lo que se llama prosperidad pública, si acaso es otra cosa que el resultado de la felicidad individual...
Página 191 - ¿cómo es que la mayor parte de los pueblos de España no se divierten en manera alguna?
Página 191 - No es de este lugar descubrir todas las causas que concurren a producirle ; sean las que fueren, se puede asegurar que todas emanarán de las leyes. Pero sin salir de nuestro propósito no podemos callar que una de las más ordinarias y conocidas está en la mala policía de muchos pueblos.
Página 58 - ¿QUÉ era, decidme, la nación que un día Reina del mundo proclamó el destino, La que a todas las zonas extendía Su cetro de oro y su blasón divino? Volábase a Occidente, Y el vasto mar Atlántico sembrado Se hallaba de su gloria y su fortuna.
Página 195 - ... expensas de su libertad y su gusto. Es en vano: el público no se divertirá mientras no esté en plena libertad de divertirse; porque entre rondas y .patrullas, entre corchetes y soldados, entre varas y bayonetas, la libertad se amedrenta y la tímida e inocente alegría huye y desaparece.
Página 193 - Se dirá que todo se sufre, y es verdad. Todo se sufre, pero se sufre de mala gana. Todo se sufre, ¿pero quién no temerá de tan largo y forzado sufrimiento?
Página 193 - El estado de libertad es una situación de paz, de comodidad y de alegría ; el de sujeción lo es de agitación, de violencia y disgusto; por consiguiente, el primero es durable, el segundo expuesto a mudanzas. No basta, pues, que los pueblos estén quietos; es preciso que estén contentos...
Página 192 - El furor de mandar, y alguna vez la codicia de los jueces, ha extendido hasta las más ruines aldeas reglamentos que apenas pudiera exigir la confusión de una corte...

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