los Obispos y de los señores que tenian pueblos en honor. tilla de todo el territorio que su padrastro habia ganado aquenA vista de este documento de del Ebro, uniendo á la coroauténtico, ¿qué se podrá pensar na de Castilla los territorios de del instrumento que copia San- Tarazona, Borja y Zaragoza, y doval, procedente del archivo las Comunidades de Calatayud, de San Millan Y citado Soria. Mas bien pronAr- Daroca por gaez, en que firma Don Miguel to hubo de convencerse de que como Obispo de Tarazona, el la mayor parte de aquellos teraño 1118, en una donacion que ritorios no llevaban con pacienhace Don Alonso al monasterio cia su nueva anexion. Educado de la Cogolla, dándole la igle- Don Alonso VII en la escuela sia de San Millan, de Valleja en galicana de Gelmirez, cuyas doctierra de Soria? Ó la fecha está trinas eran bastante elásticas en equivocada, ó el documento es materia de disciplina, sujetó las apócrifo, pues en materia de Comunidades de Calatayud y donaciones hay que tener cui- Daroca al Obispo de Sigüenza, dado con los documentos de sacándolas de la dependencia aquel archivo. Y á la verdad, si del de Zaragoza, con la visible á fines de 1119 era Don Miguel intencion de ligar aquel terrisolamente electo, ¿cómo habia torio al de Castilla con los víncude suscribir en 1118 como Obis- los de la jurisdiccion espiripo de Tarazona, y cuando aun tual. no habia sido conquistada aqueIla ciudad? A la muerte de Don Alfonso el Batallador deshizose todo el edificio político por él á tanta costa levantado. La separacion de Aragoneses y Navarros, la debilidad de su hermano el monje Don Ramiro, y la invasion de su entenado Don Alonso VII, produjeron aquel triste resultado. Entrando por tierras de Aragon, apoderóse este Rey de Cas TOMO XLIX. Despues de haber hecho este despojo al obispado de Zaragoza, hizo otro igual con el de Tarazona. Quitó á este por la parte de Castilla el pueblo de Salas, y el territorio de él entre Atienza y Olvega. A esto se dió el nombre de donacion à la Iglesia de Sigüenza: de este modo cualquiera puede hacer donaciones, quitando á unas iglesias para dar á otras. En tan disparatada division, hija del fa 17 voritismo y de los cálculos politicos, quedaban reducidos los obispados de Tarazona y Zaragoza á proporciones muy mezquinas, al paso que el de Sigüenza adquiria todo el territorio del Moncayo al Tremedal, y desde cerca de Guadalajara hasta Ricla. La escritura en que Don Alfonso VII de Castilla hizo á la Iglesia de Sigüenza esta llamada donacion, que en realidad era una usurpacion y entrometimiento anticanónico del Rey, lleva la fecha de Junio del año 1135 (Era 1175), en el año en que se coronó por Emperador, y titulándose imperante en Toledo, Zaragoza, Leon, Náxera, Castilla y Galicia. El documento es sumamente curioso (1). Los escritores de Calatayud han querido suponer que por él constaba ya la existencia de iglesia colegial con canónigos en aquella ciudad, leyendo: «atque Ca»nonicis ibidem Deo servientibus »>in Calatayub»; pero estudiando el documento integro se ve que los canónigos de quienes allí habla son los de Sigüenza, á quienes nombra á continuacion de su Obispo Don Bernardo de (1) Véase el apénd. n. 15. Agen. Lo que sí aparece que le da son los palacios reales junto à la iglesia de Santa Maria, que era donde aun hoy dia tienen su palacio episcopal los Obispos de Tarazona. El mismo Don Alonso V dió varios pueblos de tierra de Calatayud al monasterio de San Salvador de Oña, como aparece de un documento muy notable que publicó Argaez (1). Eran estos pueblos Cimballa, Cubel, Monterde, Pardos y Abanto. Tambien Tarazona debió sufrir quebrantos por parte de Don Alonso VII de Castilla. Sin duda el Rey al apoderarse de aquella ciudad, en el empeño de hacer servir á las iglesias para sus miras políticas, creyó muy hacedero destituir al Obispo, á fin de colocar en la sede un prelado de su devocion. Este atentado fué aun mayor por calidad del intruso, pues, en lugar del austero Obispo Don Miguel, puso à un clérigo, señor de Bujedo, hijo de un cura, segun él mismo confiesa en el documento de su profesion, que hizo algun tiempo despues en el monasterio de Santa Maria de Valpuesta, reconociendo su (1) Véase en el Apénd. n. 14. la intrusion: «quod fui deprehen>>sus et ab ordine deiectus Epis»copatus Tarazonensis, pro eo »quod fui filius Sacerdotis.» (1) Pero si esto fué, como parece, en tiempo del Obispo Don Miguel, mas grave que la irregularidad fué la intrusion. Argaez nos ha conservado este extraño documento, confesando que no se leen bien los números de la Era; pero calculando la fecha por los nombres del Prior y otros sujetos que lo firman. Quizá este atropello se verificó en los primeros momentos de la invasion de Tarazona por Don Alonso VII, estando el Obispo Don Miguel al lado de su legítimo Rey Don Ramiro, en 1154. Cuando al año siguiente se hizo la paz entre ambos Reyes, parece natural que Don Miguel volviese á Tarazona y reclamara contra el intruso. Por la transaccion hecha en Leon el año 1155, al coronarse allí el Emperador Don Alfonso, con toda solemnidad, consta que asistió á ella el Obispo Don (1) Argaez, Soledad laureada, elc., fólio 228. Véase en el apénd. n. 17. Chocante es que se diga Episcopatus Tarazonensis, pronunciacion extraña en aquel tiempo: quizá no se leyera bien esta palabra. Miguel de Tarazona, juntamente con el Obispo de Zaragoza, cuyos territorios dominaba con sus armas el Emperador. El Obispo de Zaragoza reclamó contra la usurpacion que en su diócesis se le habia hecho á favor del Obispo de Sigüenza, intrusándose este con el valimiento del Emperador en la jurisdiccion espiritual de los pueblos de las dos Comunidades de Calatayud y Daroca, dejándole casi sin territorio, y como si la jurisdiccion espiritual hubiera de quedar á merced de la política y la razon de conquista. Transigióse la dificultad, quedando la Comunidad de Daroca para el Obispado de Zaragoza, y la de Calatayud para el de Sigüenza. Asi consta del documento publicado por Don Juan Talayero (1) con el título de Decreto del Concilio de Leon; «Quod si Seguntini Darocam vel »terminos suos, aut Cæsaraugus»tani Calatayub vel ipsius præ»nominatos terminos invadere »>aut transcendere præsumptuose »>tentaverint, velut alieni juris te>>>meratores et alterius parrochia (1) Discurso histórico-jurídico, por Don Juan Talayero, pág. 23, n. marginal 115. Véase en el apénd. n. 16. »invasores sacrilegii rei habean»tur, etc.» El Obispo Don Miguel asistió al Concilio y confirmó como los otros Prelados de Palencia, Orense, Burgos, Oviedo, Leon y Avila, que asistieron á él, juntamente con el Primado Don Raimundo de Toledo y los dos litigantes de Sigüenza y Zaragoza. El Obispo Don Miguel no se muestra parte en esta contienda, lo cual prueba lo que se dijo ya, de que el territorio de las dos Comunidades fué agregado por Don Alonso á Zaragoza. Si el territorio de la Comunidad de Calatayud hubiera sido del Obispo de Tarazona, el litigio hubiera sido entre este y el Obispo de Sigüenza. La hitacion de Wamba ponia á Godol (Godoxos) por limite del obispado de Zaragoza y Sigüenza, como aun lo es hoy dia por aque. lla parte entre los obispados de Sigüenza y Tarazona; por consiguiente, todo lo que dice Argaez de que Bilbilis correspondia al obispado de Tarazona, pero que Ayub, al fundar á Calatayud, sacó esta ciudad de la línea del obispado y la puso dentro del obispado de Ricla, donde él ponia á Nertobriga, es una quimera ridícula y un embrollo geográfico, que prueba los escasos conocimientos del P. Argacz en la topografia de la diócesis (1). Prescindiendo de que el obispado de Nertobriga o Ricla solamente existió en la cabeza de los embusteros que fabricaron los falsos Cronicones, Bilbilis estaba mas cerca de Nertobriga que Calatayub. Y si Castejon hubiera sido límite del obispado de Tarazona por aquella parte, lo mismo hubieran sido de esta diócesis Bilbilis que Calatayud. Lo que aparece de este Concilio de Leon es, que todo el territorio de Calatayud hasta Ariza y Godojos era de Zaragoza. Las reclamaciones Ꭹ discordias á que dieron lugar estas alteraciones hicieron precisa la celebracion de otro Concilio en Búrgos, bajo la presidencia del Legado Guidon, en que se transigieron aquellas desavenencias de la manera anómala é irregular que se dijo ya en el capítulo 2.o, pág. 29. Aprobó estas disposiciones el Papa Inocencio II (2). La transaccion entre los Obis (1) Argaez, fól. 219, col. 2.a al fin. (2) Véase en el apénd. n. 18. sus diferencias sobre límites los Obispos de Osma, Sigüenza y Tarazona. En él, segun queda dicho, perdió Tarazona casi todo el territorio que ocupaba desde Agreda á Soria, y en cambio ganó la Comunidad y arcedianado de Calatayud, mucho mas importante que lo que perdia en Castilla. Aun asi no llevó á bien Don Ramon Berenguer aquella transaccion, hecha sin su anuencia, y el Obispo Don Miguel incurrió en su desgracia, como indica Zurita. pos de Sigüenza y Zaragoza en el Concilio de Leon no fué publicada hasta el año 1674, que la dió á luz el erudito Justicia de Aragon Don Luis Exea, habiéndolo copiado del archivo de la Santa Iglesia de Sigüenza. La obra del P. Argaez se imprimió al año siguiente (1675), pero fuera que no llegase á tiempo á su noticia, ó que llevara su impresion adelantada, es lo cierto que no dió noticia de tan importante documento, que manifiesta cómo pasó el territorio de Calatayud de la jurisdiccion de Zaragoza á la de Sigüenza, de esta á la del Obispo de Tarazona, en el brevísimo espacio de tiempo que medió de 1155 á 1159, en que la Santa Sede aprobó las disposiciones del Concilio de Búrgos. y En un documento de diez años despues, por el que consta la donacion de una heredad en el pueblo de Conchillos, cerca de Tarazona, el Conde Don Ramon se dice reinante en Aragon, Sobrarve ó Ribagorza y en Zaragoza, Tarazona y Calatayub. A continuacion el Obispo Don Miguel se titula: Episcopus Michael in Tarazona, et in Tudela sive in Calatayube (1). Arreglados por fin los limites del obispado despues de tantas vicisitudes, pudo principiar el Obispo Don Miguel á regularizar la parte moral, disciplinaria Casado el Conde Don Ramon Berenguer con Doña Petronila, retirado del gobierno de Aragon Don Ramiro el Monje, de triste recuerdo, consiguió aquel de don Alonso VII la restitucion de los territorios que este ocupaba en Aragon, aunque con la dura condicion de tenerlos á título de señorio de Castilla y hacerle por ellos homenaje. Poco despues se celebró el Concilio de Búrgos, en que transigieron Bofarull, tomo 4.o, n. LIII. Véase en el (1) Archivo de la Corona de Aragon. apéndice. |