Biografía de José Trinidad Reyes

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Reimpreso en la Tipografía nacional, 1905 - 92 páginas
 

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Pasajes populares

Página 30 - Qué descansada vida la del que huye el mundanal ruido, y sigue la escondida senda, por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido...
Página 39 - ¡Oh dulces prendas, por mi mal halladas, dulces y alegres cuando Dios quería ! Juntas estáis en la memoria mía, y con ella en mi muerte conjuradas. ¿Quién me dijera cuando en las pasadas horas en tanto bien por vos me vía, que me...
Página 60 - ... otra comisura, notábanse, en raro contraste, las líneas de la boca de Voltaire, el filósofo demoledor, con las líneas de la boca de Juan, el piadoso evangelista; ora jugueteaba en sus labios la picante sonrisa del epigrama, ora la dulce sonrisa expresiva de la mansedumbre, de la benevolencia cristiana para todos sus hermanos, los hombres. Tales facciones resaltaban en el fondo de su color trigueño, palidecido por las vigilias del estudio y por las meditaciones y los éxtasis de la oración.
Página 37 - ¡Cuán solitaria la nación que un día Poblara inmensa gente, La nación cuyo imperio se extendía Del Ocaso al Oriente, Lágrimas viertes, infeliz ahora, Soberana del mundo, Y nadie de tu faz encantadora Borra el dolor profundo!
Página 38 - Pastorelas" (1905). VERSOS PASTORILES ¡Oh bosque solitario alegre en otro tiempo do la bella Priscila condujo tantas veces sus corderos! ¡Cuántas veces oíste de su voz el acento, y cuántas repetiste su graciosa expresión, en suaves ecos! ¡Cuántas veces sus plantas hollaron este suelo, y cuántas en los árboles con sus manos grabó divinos versos! Mas ¡ah!, que ya descansa en profundo silencio . y no la veréis más, tristes cipreses y elevados cedros!
Página 46 - Esto supuesto, ¿por qué en Honduras no se toman otros cuidados, para formar a la mujer, que los que se ponen en la educación de un pájaro, o de otro de esos seres privados de razón, cuyo destino es proporcionar placer y desahogo a los hombres? ¿Por qué no se nos ,da en la sociedad otro papel que el de muñecas automáticas, con quienes los varones entretienen sus ocios...
Página 35 - A Dios, que es su salud y su alegría, Se eleve transportada, Que, sin ver de su esclava la bajeza, Colmóla de bondades, Y admirarán su espléndida grandeza Del mundo las edades! De corona inmortal ornó mi frente; Cubrióme con su manto Aquel temido ser Omnipotente, El que es tres veces santo! El que agita del mar y de los viento...
Página 32 - Maña es el nombre que ella ha dado, Y que ansiosa pregunta por su prima. A este nombre, la anciana se levanta. Como de impulso superior movida; De la preñez no siente el grande peso. De que ha llegado al sexto mes se olvida, Y, como una muchacha de quince años, Veloz y alegre sale a recibirla.
Página 35 - Del mundo las edades! De corona inmortal ornó mi frente; Cubrióme con su manto Aquel temido ser omnipotente, El que es tres veces santo! El que agita del mar y de los vientos La indómita pujanza, Y vuelve...
Página 25 - Ninfas bellas, Si suspendéis las labores Por un rato, Bajo . pabellón de estrellas, El ambiente de las flores, Que es tan grato. Abre el teatro sus escenas, A la faz plácida y viva De la luna; En sus márgenes amenas, Nos verá en danza festiva, La Laguna. Os presentará la tierra, En los paisajes más bellos, Sus verdores, Donde veréis la becerra Paciendo y gozando, en ellos, Sus amores. Y, si entonan vuestras voces Canciones tiernas, divinas Y muy suaves, Veréis acudir veloces, A sentarse...

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