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la carga á una caballería, perteneciente á los bagajes de Comiciolo, sin que el soldado cuya era lo echase de ver. Advirtiéronlo sus compañeros, y diéronle voces para que volviese; voces que, oídas y repetidas por los demas, les hicieron creer que los bárbaros los habian sorprendido; con lo cual todo el ejército bizantino se puso en fuga. Oyendo los Hunnos las voces y estrépito de los otros, tuviéronse por perdidos tambien, y echaron á correr precipitadamente por otro lado: así, dos poderosos ejércitos huyeron de nadie, por haberse desatado la carga de un mulo. Ahora bien, las palabras con que llamaron al inadvertido soldado sus camaradas, trasmitidas á la posteridad por los graves escritores griegos, Teófanes y Teofilacto, fueron éstas, Señores: ‹Tor- ~ na, fratre; torna, retorna. Estas palabras pertenecian á un idioma semejante al latino; pero no eran ya verdadero latin: el verbo latino clásico torno, tornas no significa retroceder, sino tornear,. trabajar al torno, ú otra accion parecida; y en cuanto á la palabra fratre, ablativo usado por vocativo, ningun romano que supiese su lengua la hubiera empleado. El habernos conservado los historiadores griegos esas palabras, manifiesta sin duda que á la sazon eran ó muy comunes ó muy singulares: en el primer caso, todos los soldados latinos de Comiciolo hablaban un idioma vulgar; en el segundo, lo hablaban algunos. ¿ Á qué nacion pertenecerian? Mr. Raynouard (1), que cita la singular aventura en su Coleccion de Poesías originales de los Trovadores, entiende que los que gritaron torna, retorna», fueron probablemente francos, ó españoles de la provincia que habia sometido ántes y rigió despues Comiciolo.

Por los años de 527 ocupó Justiniano I el trono de los Césares en la ciudad insigne de Constantino; y moviendo guerra á uno de los Reyes bárbaros que iban estrechando con sus conquistas cada vez más los limites del Imperio, venció y prendió en el campo de batalla al monarca enemigo. Sentado el prisionero bajo un

(1) RAYNOUARD, Choix des poésies originales des Troubadours, tomo I, páginas VIII, IX y X de la introduccion.

ALDRETE, Del origen y principio de la lengua castellana (Roma, 1606), página 154.

majestuoso dosel al lado del César, le exigió éste que restituyera al Imperio las provincias que de ántes le tenía usurpadas. No las daré,, contestó en latin el bárbaro, segun refiere el cronista frances, Aimonio: non dabo. Quísole replicar Justiniano, diciéndole que tendria que restituírselas; y dejando ya de usar el idioma latino en que departian, el Emperador no repuso dabis; le dijo: darás. Expresion de tal extrañeza, pronunciada en tan solemne momento, dió lugar á que, fundando una ciudad en aquel paraje, recibiese el nombre de Darás ó Dáras; la acentuacion de la sí laba no es de grande interes.

Guillermo Schlegel no presta fe á la relacion de Aimonio, pa reciéndole de poca autoridad un cronista frances del siglo x, tratándose de un Emperador bizantino del siglo vi. Yo acato profundamente la sabiduría de Schlegel; pero no entiendo cómo un crí tico del siglo actual ha podido saber de cuántos y cuáles documentos históricos disponia el escritor franco del siglo x.

› La explicacion del hecho es, á mi parecer, muy sencilla y creíble. San Isidoro, metropolitano de Sevilla, que falleció por los años de 636, nos dice (1) que en tiempos anteriores se habia introducido en Roma una lengua latina mixta, resultado de los so~ lecismos y barbarismos con que desfiguraban el idioma de Ciceron los habitantes de las provincias de aquel vasto Imperio. El Rey cautivo de Justiniano no sabria más latin que el del vulgo, el más fácil; hablaria, por consiguiente, mal; y el Emperador le contestó por fisga en el propio lenguaje. Darás es futuro provenzal y español; y la Provenza de entónces era posesion de los godos. Nuestros futuros imperfectos o simples de indicativo se formaron del presente de infinitivo de cada verbo y del presente de indicativo del auxiliar haber: darás se compone de dar У has: dar-he, dar-has, dar-ha, dar-hemos, dar-hedes ó heis, darhan. Supone ese futuro, pues, que ya el infinitivo latino-clásico dare se habia convertido en el infinitivo neo-latino dar; supone que estaba completamente formado el auxiliar neo-latino haber, diferente del habere latino; supone un sistema de conjugacion, completo y distinto de la conjugacion clásica romana; supone, en

(1) Etymolog., libro I, capítulo XXXII.

de

fin, un lenguaje nuevo; porque bien sabeis, Señores, que el verbo es el idioma. Por lo mismo que esa palabra supone tanto, quiero dejar por ahora el hecho en la categoría de simple suposicion. Obsérvese, empero, que Aimonio, en el siglo x, creia que la conjugacion del verbo neo-latino contaba ya cuatrocientos años de antigüedad, por lo menos: alguna habia de tener, aunque no fuese tanta. En 842, Cárlos el Calvo y Luis el Germánico juraron un tratado de alianza en romance frances; en 740, un obispo sardo se dirigia á sus compatriotas en un romance de los de Italia: no hay fundamento para negar que en tiempo de D. Pelayo no estuviesen constituidos ya los romances de España, los cuales debian tener con los itálicos y los de Francia muy estrecha hermandad. Hemos citado á San Isidoro, que vivió en el sexto y en el séptimo siglo: en los tiempos de este Prelado, lumbrera de la Iglesia española, no cabe dudar que se hablaba en España latin; el santo, en su obra acerca de los Oficios eclesiásticos, dice terminantemente: a Los intérpretes latinos que tradujeron los libros sagrados á nuestra habla (eloquium nostrum) son infinitos.» Pero el mismo San Isidoro, en su tratado de Origenes ó Etimologías, indica tambien que el vulgo de su época usaba otro lenguaje, diferente del de los eruditos, porque en más de veinte ocasiones estampa frases parecidas á éstas: El musion es nombrado así por ser enemigo de los mures (de los ratones): llámale el VULGO catto, de captura; otros dicen que por lo que catta; esto es, por lo que - Bibiones son los que nacen en el vino, que llaman VULGARMENTE mustiones (mosquitos). — A éstos (á los acometidos de manías), llama el VULGO lunáticos. Sinfonia se llama VULGARMENTE á un madero hueco con una piel tirante por un lado y otro, que golpean los músicos por ambos lados con unas varitas. El latin del Santo ya no era el más puro; impurísimo debia ser el del pueblo. Busquemos ahora alguna muestra de latin español en tiempos anteriores al triunfo decisivo de la Cruz, colocada sobre la corona imperial por el afortunado hijo de Santa Elena.

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Á distancia de 34 millas de Roma, segun el itinerario del Emperador Antonino, en la cuenca del lago, dicho Sabatino antiguamente, y hoy de Bracciano, cerca de la reducida poblacion que lleva el nombre de Vicarello, hubo y hay unas aguas medicinales

acídulo-salinas que, miradas por la ciega gentilidad como prodigiosas, atribuyendo sus efectos, puramente naturales, á particular intervencion de las ninfas del sitio y del dios Apolo, fueron llamadas Aguas Apolinares. Haciendo en el año 1852 una obra para mejorar el servicio de aquellos baños, encontraron los trabajadores en el fondo del agua muchos millares de monedas de cobre y otros objetos, pías ofrendas de los bañistas á los númenes tutelares de las aguas benéficas: entre estos ex-votos aparecieron tres vasos de camino, los tres de plata, los tres con el itinerario desde Cádiz á Roma, evidente señal de haber pertenecido á españoles. Comparando el itinerario escrito á buril en los vasos, con el itinerario del Emperador Antonino, se ve que son anteriores á él, porque falta en ellos algun punto de tránsito que fué establecido despues; tambien se observa que los tres itinerarios de los vasos corresponden á diferentes épocas, porque la distribucion de las jornadas varía: sobre esto y sobre las importantes cuestiones geográficas que se resuelven con la aparicion de antiguallas tan estimables, ha escrito una preciosísima Memoria mi constante amigo y favorecedor, el eruditísimo Sr. D. Aureliano FernándezGuerra. El vaso con trazas de más antiguo tiene en la parte superior este letrero: ITINERARIVM A GADES ROMAM; dice en el segundo: AB CADES VSQVE ROMA ITINERARE, y en el tercero, ITINERARE A GADES VSQVE ROMA. El doctísimo Padre G. Marchi, que publicó en la capital del orbe cristiano, años de 1852, el curioso y bien trabajado opúsculo en que anunció el descubrimiento de las aguas Apolinares, observa con razon que, á grabar el itinerario de estos vasos en Roma, no se hubiera puesto en ellos à Gades, ni ab Cades, ni usque Roma: el platero romano hubiera escrito: à Gadibus usque Romam, y no hubiera usado el raro sustantivo itinerare, sino el propio y genuino de itinerarium. Infiere el P. Marchi de estos y otros barbarismos que se leen en dos de los vasos, que siendo los tres utensilios más apropósito para viajeros gaditanos que para otro español alguno, hubieron de ser labrados en Cádiz: opinion, en nuestro concepto, más que probable. Cádiz fué siempre una ciudad muy culta; pero, á juzgar por los vasos de camino trabajados allí, los oficiales de platería de Gádes no andaban en el segundo siglo de la era cristiana muy escrupuloses

en el uso del idioma latino: probablemente no tendrian absoluta necesidad de saberlo bien, porque usarian otro.

Tampoco en el siglo anterior, viviendo aún vida mortal nuestro Redentor, deja de notarse lo mismo. Posee la Biblioteca Nacional tres medallas (1) del Emperador Tiberio, de las que llaman los numismáticos grandes bronces, batidas en Emérita Augusta, con esta leyenda alrededor del busto: DIVS. AVGVSTVS. PATER. PATRIA. Demos por bien escrita la palabra PATER, que se nos presenta en abreviatura con las tres primeras letras PAT; concedamos que la palabra DIVs esté en abreviatura tambien, en lugar de DIVUS; para el sustantivo PATRIA, que debia estar en caso de genitivo, no se halla disculpa. Tampoco en Mérida sabian todos las declinaciones latinas, poco despues de la muerte de Augusto. DIS MANES, en vez de Diis Manibus (2) aparece escrito en una inscripcion sepulcral española; CVRANTE MACEDONICA MATER (3), poniendo nominativo por ablativo, leemos en otra. Ciceron, en su tratado de Divinatione, libro II, manifiesta que los españoles, lo mismo que los cartagineses, necesitaban de intérprete, para que se les entendiera cuando hablaban en el Senado. Tácito, refiriendo en el libro Iv de sus Anales la muerte que al tiránico Pretor Lucio Pison dió en el año 20 de la era cristiana un labrador de Térmes (hoy Lerma), dice que, en medio de los tormentos con que castigaban al reo, aseguraba él, en su lengua, que áun teniendo á sus cómplices á la vista, nadie peligraria por sus declaraciones. No es de extrañar que fuesen poco elegantes en el latin aquellos que le hablaban sin haberle aprendido en el regazo materno.

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» Treinta y ocho años antes del nacimiento de Jesucristo habia quedado España sometida á las pertinaces armas de los romanos, dos siglos enteros afanadas en la trabajosa conquista. Conforme iban apoderándose de nuestra Península, iba introduciendo en ella el conquistador su lenguaje, por ley y por trato; y si creemos á Estrabon, olvidaron pronto los españoles, con el uso del

(1) Se hallan hoy en el Museo Arqueológico.

(2) RUANO, Historia de Córdoba, tomo I, libro I, cap. XII.

(3) Obras de D. Francisco de Quevedo Villegas, coleccion completa, corregida, ordenada é ilustrada por D. Aureliano Fernández-Guerra y Orbe, tomo II, pág. 658, columna segunda.

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