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España, que ni los naturales della son entendidos por ella poco ni mucho de los otros, ni los otros dellos. La lengua catalana diz que era antiguamente lemosina, que es ahora lenguadoch: háse apurado tomando mucho del latin, sino que no le toma los vocablos enteros, y tomando algo del frances puro, y tambien del castellano y del italiano. La valenciana es tan conforme á la catalana, que el que entiende la una entiende casi la otra ; porque la principal diferencia consiste en la pronunciacion, que se allega más al castellano; y así es más inteligible al castellano que la catalana. La portuguesa tiene más del castellano que ninguna de las otras, tanto, que la principal diferencia que á mi parecer se halla entre las dos lenguas es la pronunciacion y la ortografía. MARCIO. Siendo eso que decís así, ¿cómo en Aragon y Navarra, habiendo sido casi siempre reinos de por sí, se habla la lengua castellana?

VALDÉS. La causa desto pienso que sea que así como los cristianos que se recogieron en Astúrias debajo del rey don Pelayo, ganando y conquistando á Castilla, conservaron su lengua, así tambien los que se recogieron en algunos lugares fuertes de los montes Perineos, y debajo del rey don Garci-Jimenez, conquistando á Aragon y Navarra, conservaron su lengua, aunque creo tambien lo haya causado la mucha comunicacion que estas provincias han siempre tenido en Castilla; y la causa por qué, segun yo pienso, en el Andalucía y en el reino de Murcia la vecindad de la mar no ha hecho lo que en las otras provincias, es que los castellanos conquistaron estas provincias en tiempo que ya ellos eran tantos, que bastaban para introducir su lengua, y no tenian necesidad del comercio de otras naciones para las contrataciones que sustentan las provincias (1).

(1) La generacion de las lenguas y dialectos, lo mismo que la de los seres, es un misterio completamente inexplicable hasta ahora.

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MARCIO. Bien me satisfacen esas razones; y cuanto á esto, con lo dicho nos contentarémos; y así queremos que jeis aparte las otras cuatro lenguas, y nos digais solamente lo que toca á la lengua castellana.

VALDÉS. Si me habeis de preguntar de las diversidades que hay en el hablar castellano entre unas tierras y otras,

Las lenguas y dialectos se forman primero, y la historia aparece despues, pero siempre á la aparicion de ésta son ya adultos los primeros. Es verdad que en ocasiones se encuentran ciertas lenguas madres, de las cuales, como ha sucedido con el latin respecto de todas las lenguas y dialectos neo-latinos de éstas, han surgido otras nuevas, conocidamente derivadas de aquélla, y que se asemejan algo entre sí, como se asemejan tambien en cierto aire de familia los hijos nacidos de una misma madre. Pero ¿por qué los unos tienen ciertos rasgos especiales, que los diferencian de los otros? ¿Cuál es la razon de la existencia de esos rasgos y de esas diversidades?

La historia de los pueblos, su orígen, su clima, su trato ó comercio con otros, su índole especial y característica, y hasta su género de vida y la naturaleza de los lugares en donde habitan, nos dan indudablemente alguna luz sobre estas cuestiones, pero ni podemos deducir leyes generales, ni explicarnos tampoco determinadamente cada uno de los fenómenos que observamos. Los estudios etnográficos y lingüísticos de nuestra época van extendiendo considerablemente la esfera de este linaje de cuestiones, pero falta mucho por hacer. El único método que puede aplicarse con fruto á esta clase de investigaciones, es el observado en sus estudios por los naturalistas, esto es, el de recoger datos, ordenarlos y clasificarlos. Cuando haya muchos analizados y clasificados, será acaso posible compararlos y establecer leyes y principios. Por ahora sólo se puede asegurar que la lengua más antigua de España, y acaso la más antigua de Europa, es el vascuence; el catalan, el valenciano, castellano y portugues son lenguas neo-latinas, derivadas inmediatamente del idioma del Lacio, segun todas las probabilidades, por conducto de una lengua latina, que no fué ni pudo ser la literaria que conocemos por las obras de los poetas y prosistas latinos, sino la hablada por los pueblos que sujetaron á su dominio á toda esta parte occidental de la Europa, que indudablemente se expresaban tambien en latin, pero no en el latin de Roma y de los libros.

será nunca acabar; porque como la lengua castellana se habla, no solamente por toda Castilla, pero en el reino de Aragon y en el de Murcia, con toda la Andalucía, y en Galicia, Astúrias y Navarra, y esto áun hasta la gente vulgar, porque entre la gente noble tanto bien se habla en todo el resto de España, cada provincia tiene sus vocablos propios y sus maneras de decir; y es así, que el aragones tiene unos vocablos propios y unas propias maneras de decir, y el andaluz tiene otros y otras, y el navarro otros y otras; y áun hay otros y otras en tierra de Campos, que llaman Castilla la Vieja, y otras y otros en el reino de Toledo, de manera que nunca acabaríamos.

TORRES. No os queremos meter en ese laberinto; solamente, como á hombre criado en el reino de Toledo y en la córte de España, os preguntamos de la lengua que se usa en la córte; y si alguna vez tocáremos cosas desotras provincias, recibiréislo con paciencia.

VALDÉS. Mientras me mandáredes acortar la materia, y no alargarla, de buena voluntad os obedeceré.

MARCIO. ¿Creeis que la lengua castellana tenga algunos vocablos de la hebrea?

VALDÉS. Yo no me acuerdo sino de solo uno, el cual creo se haya apegado de la religion, el cual es abad, de donde viene abadesa, abadía y abadengo.

CORIOLANO. Este último vocablo es muy nuevo para mí; no paseis adelante sin decirme qué quiere decir abadengo. VALDÉS. Porque en la lengua castellana, de real se dice realengo lo que pertenece al rey, quisieron los clérigos que de abad se llamase abadengo lo que pertenece al abad ó abadía; saco, por costal ó talega, es hebreo, de donde lo ha tomado el castellano, así como casi todas las otras lenguas que han sucedido á la hebrea.

MARCIO. ¿Hay algunos vocablos deducidos de la lengua italiana?

VALDÉS. Pienso yo que jornal, jornalero y jornada han tomado principio del giorno que decís acá en Italia; es verdad que tambien se lo puede así atribuir Cataluña.

TORRES. Verdaderamente creo sea así como decís; nunca habia mirado en ello.

VALDÉS. Bien creo que haya tambien algunos otros vocablos tan propios castellanos, que sin tener orígen de ninguna otra lengua, con el tiempo han nacido en la provincia.

MARCIO. Cuanto al origen de la lengua, basta harto saber lo que nos habeis dicho; agora querríamos saber de vos, en lo que pertenece á la gramática, qué conformidad tiene la lengua castellana con las otras lenguas de que ha tomado vocablos con que ataviarse y componerse.

VALDÉS. Muy larga me la levantais, si quereis meterme en reglas gramaticales; pero porque no digais que no os obedezco, diré lo que así de presto se me ofrecerá.

MARCIO. Nosotros nos contentamos con eso.

VALDÉS. Cuanto á la conformidad, digo que se conforma la lengua castellana con la griega en esto que tiene como ella sus artículos (1).

TORRES. ¿A qué llamais artículos?

VALDÉS. El, la, y lo, y los, y las.
TORRES. Ya lo entiendo.

(1) La existencia del artículo se ha considerado hasta ahora por los lingüistas como signo de adelantamiento, ó más bien dicho, de decadencia de un idioma. Decimos de adelantamiento, porque con el artículo ganan los idiomas en exactitud, rigor lógico y precision lo que pierden en libertad, armonía y exhuberancia de formas; y decimos de decadencia, porque los idiomas, considerados en sí mismos y como resultado de la actividad humana, son tanto más perfectos cuanto más antiguos, y en éstos, por regla general, no existe el artículo. Tan cierto es lo que indicamos, que algunos lingüistas modernos alemanes consideran al latin como más antiguo que al griego, por carecer el primero de artículos, y tenerlos el segundo.

MARCIO. ¿De qué manera usais destos artículos? VALDÉS. El ponemos con los nombres masculinos, diciendo el hombre; la con los femeninos, diciendo la mujer; y lo juntamos á los nombres neutros, diciendo lo bueno; pero deste solamente tenemos singular, y no plural, como de los otros, que tenemos los para masculino, diciendo los hombres, y las para femenino, diciendo las mujeres.

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CORIOLANO. Y para los otros casos ¿teneis artículos? VALDÉS. Para el genitivo masculino tenemos del, ciendo del hombre; y para el femenino de la, diciendo de la mujer; aunque yo creo así en el un género como en el otro. Sobre el artículo del nominativo se añade un de, sino que en el masculino se pierde la e, por no decir de el hombre, decimos del hombre.

TORRES. Sin duda creo que es así.

VALDÉS. Estos mesmos artículos sirven para el ablativo; porque cuando decimos Del lobo un pelo, y ése de la frente; aquel del lobo está en ablativo. De la misma manera en el dativo y acusativo ponemos sobre el artículo del acusativo una a; sino que en el masculino perdemos la e, diciendo: Dijo el asno al burro: ¡arre acá, orejudo! adonde aquel al está por á el. En el femenino no sé pierde nada, porque decimos: Dijo la sarten á la caldera; tira allá, culnegra. De la misma manera hacemos en el género neutro que en el femenino; porque así poniendo un de sobre el artículo del nominativo, formamos el del genitivo y ablativo; y poniendo una a, formamos el del dativo y acusativo; porque decimos de lo para genitivo y ablativo, y á lo para dativo y acusativo: De lo contado come el lobo; y así como en el singular decimos el, del, y al en el género masculino, y la, de la, y á la en el femenino; así en el plural, en el masculino decimos los, de los, y á los; y en el femenino, las, de las, y á las. El artículo neutro ya he dicho que no tiene plural.

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