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he dicho, hay algunos, los cuales de ninguna manera podemos excusar, mayormente en las partes pequeñas, como son adverbios, conyunciones y artículos.

MARCIO. No basta que digais ser así, sino que nos mostreis cómo en efeto es así.

VALDÉS. Soy contento; y porque tenemos averiguado que lo más puro castellano que tenemos son los refranes; en ellos mesmos os lo quiero mostrar. Uno dice Ese es Rey, el que no ve Rey; el cual en latin, tomando palabra por palabra, dirá: Ipse est Rex, qui non videt Regem. Otro dice Malo verná, que á mí bueno me hará. Malus veniet, qui bonum me faciet. Hoy por mí y cras por tí; el latin, Hodie pro cras pro te. Otro dice Malo es errar y peor perseverar. Malum est errare, et pejus perseverare. El latin bien veo que es, como dicen, de cocina, pero todavía se entiende; ¿qué os parece?

me,

MARCIO. Que es casi lo mesmo.

VALDÉS. Pues así podria mostraros trescientos destos; y porque mejor os satisfagais en esta parte, tomad algunos versos latinos, y mirad cómo palabra por palabra los mostraré casi todos castellanos.

MARCIO. Tomo el principio del Arte Poética de Horacio. VALDÉS. Bien está.

Humano capiti cervicem pictor equinam,
Jungere si velit, et varias inducere plumas.

MARCIO. Bastan ésos.

VALDÉS. Ahora escuchadlos palabra por palabra: Humana cabeza cerviz pintor de yegua, ayuntar si querrá y varias inducir plumas.

CORIOLANO. Para mí es ésa una muy cerrada algarabía. VALDÉS. Teneis razon, porque va dicho palabra por palabra; pero con las mismas palabras, poniendo cada una en su lugar, lo entenderéis.

CORIOLANO. Ea, ponedlas.

VALDÉS. Si á una cabeza humana querrá un pintor ayuntarle una cerviz de yegua, y ponelle várias plumas. ¿Entendeislo agora?

CORIOLANO. Sí, muy bien.

VALDÉS. Pues vos tambien creo que veis cómo en estos dos versos no hallo vocablo ninguno que no lo conozcais casi por latino, sino es el querrá.

MARCIO. Decís muy gran verdad; y no se puede decir sino que es ésta una prueba harto bastante, y por ella y por lo demas veo que teneis razon en todo lo que decís de los vocablos corrompidos.

VALDÉS. Pues si bien lo supiésedes, yo os prometo que lo diríades más de verdad; porque hallaríades algunos vocablos, que ni por pensamiento parecen latinos y son latinísimos; y si quereis os diré algunos.

MARCIO. Ántes nos haréis grandísima merced.

VALDÉS. Ogaño ¿quién pensará que haya sido latino?
CORIOLANO. Nadie.

VALDÉS. Pues convertid la g en cy ponedle su aspiracion que perdió, y haréis hoc anno, que significa lo mismo que ogaño. Esto mismo hallaréis en agora; convertid la g en c, y aspirad la a y la 0, y diréis hac hora, que es la mesma sig

nificacion que agora.

MARCIO. Digo que teneis mucha razon.

VALDÉS. De la mesma manera hallaréis otros muchos que están de tal manera enmascarados, que no basta conocerlos sino quien es muy curioso en la una lengua y en la otra. Otros hay que como van atapados y no enmascarados, son más fácilmente conocidos, como son: agua por aqua, leño por lignum, tabla por tabla por tabula, lecho por lectum; y de verbos, hacer por facere, traer por trahere, pedir por petere, que sería nunca acabar. Hay tambien otros vocablos, en los cuales no solamente habemos mudado letras, pero habemos

alterado la sinificacion; y así, de fábula decimos habla, de donde viene hablar; y de indurare decimos endurar, que sinifica guardar como escaso; y así lo usa el refran que dice Ni al gastador que gastar, ni al endurador que endurar. Tambien de finis decimos finado por muerto, y de forum decimos fuero, del cual vocablo usamos de la manera que veis en el refran que dice No por el huevo, sino por el fuero. Decimos tambien de mora, morar, que quiere decir habitare; de donde viene el refran que dice Quien cabe mal vecino mora, horas canta y horas llora. De la mesma manera de tangere decimos tañer; y así decimos Quien las sabe, las tañe. Usamos tambien de civil en contraria sinificacion que lo usa el latin, diciendo el refran Caséme con la civil por el florin; adonde civil está por vil y baja. Lo mesmo hacen unos de regular, del cual, como sabeis, en latin usan por gloria, y ellos en castellano úsanlo por vituperio; pero, al fin en una sinificacion ó en otra, para mi intento basta esto, que claramente se conocen todos estos vocablos ser latinos. Agora si en la lengua toscana se pueden hacer las dos diferencias de los vocablos que yo he hecho en la castellana, y si se puede mostrar la corrupcion de vocablos que yo os he mostrado, déjolo considerar á vosotros, que sabeis más que yo della. A mí tanto paréceme que no lo haréis de ninguna manera.

MARCIO. Cuanto que á mí no me bastaría el ánimo. CORIOLANO. A mí tampoco; bien es verdad que pensando un poco podria ser en ello hiciese algo.

VALDÉS. Pues yo os dejo pensar hasta de hoy en ocho dias, que, placiendo á Dios Nuestro Señor, nos tornarémos á juntar aquí y concluirémos esta contienda. Ahora ya es hora de ir á Nápoles; haced que nos den nuestras cabalgaduras, y vámonos con Dios, que á mí tanto cara me ha costado la comida; podré decir que ha sido pan con dolor.

MARCIO. No consiento que digais eso, pues veis que aun

que lo que aquí habemos platicado ha sido desabrido para vos, ha sido provechoso para nosotros; y áun si yo pensára no enojaros, yo os prometo que hubiera puesto un escribano en secreto que notára los puntos que aquí habeis dicho; porque no fio tanto en mi memoria, que pienso me tengo de acordar de todos.

VALDÉS. Vuestro daño; si no lo hicisteis ¿qué culpa os tengo yo?

MARCIO. Sí teneis, y muy grande; que os hicísteis al principio tanto de rogar, que temiendo lo terníades por mal, no osé hacer lo que querría.

VALDÉS. Ésa es muy grande cortedad, ¿por qué lo habia de tener por mal?

MARCIO. Porque os tengo por tan delicado, que de cada mosquito que os pasa por delante la cara, si no va á vuestra voluntad, os ofendeis.

VALDÉS. En eso tanto teneis razon, que demasiadamente soy amigo de que las cosas se hagan como yo quiero, y demasiadamente me ofendo cuando una persona que yo quiero bien hace ó dice alguna cosa que no me contente; y soy tan libre, que luégo digo á la clara mi parecer. Esta tacha me han de sufrir mis amigos.

MARCIO. Mejor sería, pues conoceis ser tacha, la dejásedes.

VALDÉS. Mejor; ¿pero vos no sabeis que mudar costumbres es á par de muerte?

MARCIO. Sélo muy bien; pero diferencia ha de haber de hombres à hombres.

TORRES. Donosa cosa es que querais vos que vuestros amigos os sufran una cosa, que vos mesmo teneis por tacha, no queriendo vos sufrilles á ellos las que no tienen por tachas.

VALDÉS. En decir que ha de haber diferencia de hombres á hombres, vos decís muy bien; pero esotro habeis conside

rado mal, porque por eso es mi tacha más sufridera que la de los otros, porque la conozco; y por tanto, hay esperanza que me corregiré un dia ú otro, y por eso son las de los otros ménos sufrideras que la mia, porque no las conocen, y por tanto no se pueden enmendar, y así yo no haría oficio de amigo si no les dijese lo que me parece mal. Pero esto importa poco; vámonos, que es tarde.

MARCIO. Asperaos un poco, que áun os queda la cola por desollar.

VALDÉS. ¿Qué quereis decir en eso?

MARCIO. Que os habemos tomado á manos, haciendo por buen estilo que tengais por bien que hayamos hecho lo que temíamos os diera enojo.

VALDÉS. ¿Qué cosa?

MARCIO. Ahora lo veréis. Aurelio, daca lo que has escrito. Veis aquí anotado todo lo que habeis dicho; y yo tengo por tal al escribano, que ha sabido bien lo que ha escrito.

VALDÉS. Con la bendicion de Dios yo huelgo dello; pero con tanto que lo tengais para vosotros, y no lo traigais de mano en mano, porque ya veis el inconveniente.

MARCIO. Antes porque veo el provecho, y no el inconveniente, pienso darlo á todos los que lo querrán, y áun si me paresciere lo haré imprimir.

VALDÉS. Ésa sería una gentil cosa; no creo que vos caeréis en esa indiscrecion.

:

TORRES. Dejémonos de andar por las ramas: mejor será decirlo claro yo conozco al señor Valdés, y sé dél que se huelga que se le demande á la clara lo que sus amigos quieren del. Habeis de saber que lo que todos os pedimos por merced es que, tomando esto que está anotado de lo que aquí habemos hablado, lo pongais todo por buen órden y buen estilo castellano, que estos señores os dan licencia que les hagais hablar en castellano, aunque ellos hayan hablado en italiano.

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