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de propósito hacer aquí una pregunta á los filósofos incrédulos que no admiten una degradacion original, y que no obstante piden millares de siglos para cada uno de los períodos de la formacion del universo. Si hubieran pasado tan largos espacios de tiempo desde la aparicion de los vegetales y animales hasta el hombre, ¿qué se habrian hecho estas plantas delicadas que exigen un cultivo asiduo; que quieren ser preservadas de la intemperie de las estaciones? ¿Qué se habrian hecho estos animales, que piden ser alimentados y protegidos por el hombre? ¿No hubieran sido la presa de sus enemigos; los lobos no hubieran exterminado la raza de las ovejas; las zorras nos hubieran dejado una sola gallina? La tierra sin cultivo durante tantos siglos hubiera perdido la mayor parte de sus vegetales. No hubiera conservado todo lo mas, sino algunas plantas silvestres é inútiles. Ved lo que sucede en esos lugares privados de la presencia del hombre, ó desamparados por su negligencia. Regiones en otro tiempo admirables por su fertilidad, por la abundancia y variedad de sus producciones, se hallan actualmente en un estado espantoso de desolacion.

Los que creen en un estado primitivo de inocencia podrian responder que la tierra lo producia entonces todo de sí misma;

Ipsaque tellus

Omnia liberiùs, nullo poscente, ferebat 1.

que todos los animales eran de un natural benigno y tranquilo. Pero aquellos que no creen en este estado, ¿qué dirán ? La existencia actual de ciertas especies del reino vegetal y del reino animal deberia ser para ellos una prueba sin réplica de la aparicion cási simultánea del hombre, de los animales y de los vegetales.

Sí, ellos han aparecido juntos sobre la tierra, y han juntamente experimentado las revoluciones. Ninguna catástrofe habria tenido lugar sin el hombre. Él solo podia ser su causa primera; y sin su prevaricacion el mundo existiria tal como estaba al salir de las manos del Criador.

Sorprendido de no hallar los huesos fósiles del hombre entre

1 Virgilio.

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esta inmensidad de fósiles que cubren la tierra, Mr. Cuvier bus-
ca con ansiedad dónde estaba el género humano durante esas re-
voluciones desastrosas. Se pregunta si el hombre, «esta última y
«mas perfecta obra del Criador, existia entonces en alguna par-
«te.» y no se atreve á resolver la cuestion. Se contenta con respon-
der
que el estudio de los fósiles nada nos dice sobre esto, y que en
su obra no debe remontar á otras fuentes. Y ¿por qué no remon-
tará todas las fuentes de la verdad? Esta cuestion ¿no es bastante
importante para merecer ser aclarada? Consultando la razon y los
Libros santos, Mr. Cuvier hubiera fácilmente salido de su duda.

Pero ¿dónde se hallan, pues, los restos del género humano,
causa y víctima del diluvio universal? ¿Por qué los despojos de
los vegetales y animales existen en todas partes, y los del hombre
en ninguna? Se ha vanamente ensayado penetrar este misterio.
Los unos han dicho que todos los continentes habitados quedaron
sepultados bajo las aguas; pero nosotros hemos probado que es-
ta suposicion era inadmisible. Los otros han pretendido que si se
hubiese cavado en los lugares que fueron la cuna del género hu-
mano, hubiéranse podido descubrir; pero el género humano con-
taba
ya cási dos mil años de existencia, y habia podido extender-
se á lo léjos sobre la tierra, cuando sucedió el diluvio. Las flamí-
geras espadas de los Querubines habian advertido á los hombres
que se apartasen de su primera mansion. Parece que si los pro-
gresos de la multiplicacion de los hombres habian sido tan rápi-
dos antes del diluvio como despues, la tierra hubiera debido ser
entonces tan poblada como en el tiempo de la fundacion de Ro-
ma; y que por consiguiente, lugares en otro tiempo habitados han
podido ser sometidos á las investigaciones de los geólogos.

Pero reconozcamos que Dios, que no queria que los restos de la mas noble de sus criaturas fuesen menospreciados y vergonzosamente dispersados, se encargó él mismo de sepultar en las profundidades de la tierra, y en los abismos del mar, las víctimas de esta memorable catástrofe, como sepultó en otro tiempo los restos de uno de sus servidores amados, de modo que jamás pudieron hallarse et non cognovit homo sepulchrum ejus, usque in praesentem diem 1; enseñándonos así el respeto que es debido al despojo

1 Deut.

1

:

mortal del hombre, y no queriendo que algunas osamentas humanas fosilizadas, viniesen un dia en un siglo de materialismo, á figurar en los gabinetes de los curiosos al lado de viles restos, entre las osamentas fósiles de los rumiantes y las de los carniceros.

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El hombre aparece el último sobre la tierra. -La Geología y el Génesis concuerdan en este punto. - Paraíso terrestre.-Razon de la prohibicion hecha á Adan. - Su desobediencia y sus consecuencias. - Unidad de la raza humana. Error de Mr. Cuvier. - Reflexiones sobre diversas definiciones del hombre. - Ha sido criado con palabra.—Nociones filosóficas que nos da Moisés.- Cuánto eran necesarias. - Funestos efectos de la idolatría sobre la razon.

El hombre ha sido criado para Dios; pero el universo ha sido criado para el hombre. Este es su imperio; todas sus partes han sido apropiadas á su uso, y él no ha debido ser introducido en él sino en el momento en que ha estado dispuesto para recibirle. Es, pues, en el dia sexto cuando nada falta al cielo y á la tierra para su perfeccion, cuando aparece el hombre. Los geólogos concuerdan en este punto con el escritor sagrado: «El hombre, di«< cen, es el último ser que ha aparecido sobre la tierra; antes de «él ella habia experimentado todos sus trastornos, todas sus re«voluciones... En efecto, todas las observaciones concuerdan en «mostrar que sus osamentas no se hallan sino en los depósitos geo<«<lógicos mas recientes; porque era necesario que su morada fue«se destruida y reconstruida muchas veces antes de ser digna de «recibirle '.» No se ve enteramente la necesidad de estas destrucciones; al contrario, todo demuestra su imposibilidad, como lo hemos probado. Pero no queremos sino constatar aquí el hecho de la aparicion del hombre como última obra de la creacion, con la misma autoridad de los geólogos.

1

Curso del Colegio de Francia. (Diario gen. de Instr. púb. 30 marzo de 1834).

Hasta al presente, la materia es quien, por órden del Criador, produce los seres organizados. Pero el hombre es una creacion que el Todopoderoso se reserva; él mismo forma su cuerpo del lodo de la tierra, y lo vivifica con su soplo divino.

Ignoramos en qué consiste el alma de los animales. Se disputará mucho tiempo sobre la naturaleza del principio que los anima, y que hace aparecer en ellos como una imitacion de la razen. Pero el hombre no ha quedado en esta ignorancia sobre sí mismo. Sabe que su alma inmaterial y racional ha sido hecha á imágen de su Criador.

Luego despues de su creacion, el hombre fue transportado al Eden, region situada en el Oriente, donde desde el principio, es á saber, el dia tercero de la creacion, el Señor habia plantado un jardin delicioso que Adan debia conservar como su morada particular, y al cual debia cultivar: Ut operaretur et custodiret illum.

Allí existian dos árboles por siempre célebres: el uno destinado á prevenir la vejez y hacer inmortal al hombre 1; el otro que debia descubrirle la ciencia fatal del bien y del mal, si tenia la desgracia de tocarlo. El filósofo por excelencia del siglo XVIII, Voltaire, hallaba muy extraña la prohibicion de gustar los frutos de este árbol: «Yo hubiera querido, decia, comer de ellos.» ¡Insensato! Tu degradacion nos hubiera hecho creer que te habias saciado de ellos. Pero dejemos esta vil mofa, y pongamos aquí una reflexion muy propia para cerrar la boca á esos temerarios que se atreven á reirse de los Libros santos. «Los filósofos se han burla«do mucho de la prohibicion que Dios hizo á Adan, de comer de «un cierto fruto. Suponiendo la creacion, es, no diré solamente «verdadero, sino natural, necesario é indispensable que Dios haaya hecho conocer á su criatura su poder y la dependencia en que «ella estaba. El poder se manifiesta por mandatos y prohibiciones, «y no puede hacerlo de otro modo. Pero ¿qué prohibicion podia «Dios intimar al primer hombre en el estado en que le supone <«la Escritura? No podia intimarle sino prohibiciones personales, «pues que estaba solo en la tierra, y no aun prohibiciones que se «pueden llamar sociales, de matar, de hurtar, etc.; prohibicio

1

Habebat homo de ligno vitae et stabilitatem contra vetustatem. (S. Aug.).

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