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á embarcar, fueron á surgir fuera del muelle de Castilnovo sin entrar en el puerto.

Luego otro dia el coronel salió fuera y mostró sus cartas é poderes al visorey, el cual luego dende á dos dias. proveyó de todo lo que inviaba á pedir, salvo de ciertos hombres darmas é piezas de artillería que para aquello dijo que no tenia comision del Rey, ansi las dos naos que ellos habian traido é dos carabelas é cinco galeones que acaso estaban en el puerto fueron luego cargadas de mucho pan, é vino, é carne salada é muchos coseletes, picas, alabardas y escopetas é todo lo necesario, lo cual se tardó en embarcar quince dias, y esto con ayuda de mucha gente.

Estaba en esta sazon el conde en la isla de la Faguñana, que es dos leguas de Cicilia, con quince mil hombres de ordenanza, en la cual isla habia mucha leña y agua dulce, é infinita caza, tanto que se halló en treinta dias que allí estuvo la gente, haberse muerto mas de 60 conejos, y mas de 6 venados, y muchos corzos y gamos, y javalines, Ꭹ asnicos montesinos, é infinitos ratones é tortugas, y esto todo lo mataban corriendo trás ellos sin galgos, ni perros, ni redes, porque como la gente era tanta, unos por una parte é otros por otra los tomaban que no habia donde la caza se acogiese, y tanta prisa se dieron que cuando tornaron á embarcar ya no hallaban caza, y aunque de Cicilia traian bastimientos, los mas no tenian con que los comprar, é aun al principio que allí fueron no les llevaban bastimiento, por que como supiesen que venian de Bugía por la pestilencia que habia habido se apregonó en la cibdad de Trápana, que es dos leguas de la isla, que ninguno so pena de muerte les llevase bastimiento, é como el conde lo supo, fué en un bergantin á

la cibdad é requirióles que le inviasen provisiones, donde no, que pronto estaba de se quejar al Rey, é á esta cabsa empezaron dende en adelante á inviar provisiones, pero para que no saliesen fuera de sus barcos ni consintiese entrar á la gente en ellos, ántes les arrojan desde los barcos lo que les compraban, é la gente les ichaba el dinero, é ántes que lo ichasen en la bolsa lo lavaban muchas veces. Esta isla es despoblada, que no hay en ella sino una torre vieja hacia la parte del norte; es algo llana, é todo lo otro es sierra, es alta y sana, hay de ruedo en toda ella treinta millas, hay en ella muchas ovevas (sic) debajo de tierra, es señor della un caballero de Cicilia, el cual de que supo que la gente iba allí, daba mucho ganado para la provision, por que no entrasen en ella, á causa que la tenia muy guardada por la caza; pero el conde como descase sanidad á la gente, le dijo que lo no podia hacer, á causa que allí habia de esperar los bastimientos é armas que habian de traer de Nápoles.

Jueves 5 de julio se hicieron á la vela los que traian. las armas é bastimientos de Nápoles, aunque no todos, porque muchos dellos murieron de enfermedad, y otros quedaron malos é otros no quisieron tornar á embarcar, ansi que con algunas calmas llegaron mártes seguiente 10 del dicho mes á vista de la Faguñana, é vieron que toda la gente se hacia á la vela por salir del puerto, é como todas las naos salieron fuera, luego tornaron á surgir en una cañada que se llama los Hormigueros tres millas de la dicha isla, y esto se hizo porque con el viento que ha bian de navegar para tomar la via de Trípol, no podia salir donde estaba, pero como el coronel vió que la armada se hacia á la vela, pensando que se iban de camino, mandó esquifar un batel de la nao con quince mari

neros de los nas escogidos, é el coronel y el capitan de la nao saltaron en el dicho batel porque queria hablar con el conde, é comienzan á bogar tanto que llegaron á la armada, que habia bien de sus naos á las del conde tres leguas, y esto fizo el coronel porque sus naos á la sazon estaban en alta mar y en calmas, y la armada iba con viento de tierra, pero aunque estotras naos todo aquel dia estoviesen en calmas muertas viniendo la noche sin viento alguno salvo con el frior de la noche llegaron y pasaron adelante de la armada, sin que marinero ni otra persona lo sintiesen, por lo cual los marineros fueron reprendidos del conde.

Llegados donde estaba surta toda la armada, estaba toda la gente allí esperando siete galeras que habian salido del puerto de Nápoles un dia ántes que las naos de los bastimientos, pero estas tomaron la vía de Sicilia para ir á Palermo por otras dos galeras que ahí estaban apercibidas para ir á Berberia, é porque para la tomada de Tripol que el conde tenia pasada, eran muy necesarias, é á esta causa las estovieron esperando allí hasta el domingo siguiente que vinieron, é con mucho placer luego el lunes 16 del mes toda la armada se hizo á la vela, que serian hasta ciento y ciucuenta velas, entre grandes y pequeñas, las cuales iban en tan buen órden, y con tan buen viento é tan llenas de gente que era cosa de ver, é con esto miér coles seguiente fueron á surgir entre tres islas llamadas Goza é Malta y la Pontaleria, que son islas de cristianos vasallos del Rey nuestro señor, é todos los que en ellas moran son gente mucho de Dios, y hablan como moros. En estas islas tomaron agua algunas naos é todos los soldados viendo tan cerca la tierra se echaban á nado é se iban por unas huertas haciendo mucho daño en ellas á los

moradores de la isla, que son muy pobres, ca lo mas que en esta isla se coje es algodon, que pan y vino muy poco. hay, , que todos se bastecen de Cecilia, y por el daño que la gente hacia, luego otro dia juevés la armada se partió y tomaron derrota para el puerto de Trípol de Berbería, que ya á esta sazon muy de cierto se sabia que el armada iba allá, é ansi navegando sábado seguiente 20 del mes, salió una gran cometa de hácia poniente, y fué á caer hacia mediodia, en lo cual muchos miraron. A csta sazon toda el armada estaba en calmas muertas á vista de la isla ya dicha, é plugó á nuestro Señor que otro dia domingo refrescó algo el tiempo, é luego lúnes á la tarde 22 del mes amainó velas en alta mar toda la armada y esto por no saber si etaban cerca de tierra, y esta misma tarde mandó el conde que toda la gente se embarcase en galeras, y bergantines y carabelas ligeras, y saetías, y galeones, y gripos, y chalupas, y barcos sevillanos, Ꭹ fus. tas, barcas, y bateles, y esquifes y en otros navios pequeños, y esto por estar mas presto para saltar en tierra mas de cerca, porque el pueblo de Tripol es muy bajo é los navíos grandes no se pueden allegar cerca de tierra; y estando ansi la gente con mucho trabajo y congoja por estar muy apretados, é sin comer ni beber cosa que les hiciese provecho, estovieron desde el lunes en la noche que se embarcaron, hasta juéves per la mañana que saltaron en tierra sin poderse asentar, y ansi otro dia mártes comenzó la armada á hacerse á la vela, é miércoles seguiente que se contaron 24 del dicho mes se descobrió tierra de Berbería, la cual está tan bajo que estábamos no aun cuatro leguas de tierra é á penas se determinaba si era tierra o no, de manera que toda la armada tornó amainar velas y por mejor saber el puerto, y para saber

que tan lejos estaba, el conde mandó á un coronel llamado Vianelo, que era veneciano, que habia sido mercader y era plático en Tripol, à causa que muchas veces habia estado allí con mercaderías, que fuese y espiase que tanto habia, ó de que manera estaba el puerto, y si habia algunos navíos de turcos dentro; el cual luego metido en una galera se fué la vía de Trípol é como quiera que trabajase por no ser visto, fué descubierto de los moros de la cibdad, que luego conoscieron que era de la armada del conde, é como estaban sobre el aviso comienzan á hacer ahumadas por toda la tierra, é á inviar mensajeros de una parte á otra, é allegar gente é abastecer é pertrechar la cibdad, aunque ellos estaban ya bien fortalecidos y aun sobre el aviso, porque estando el conde en la isla de la Faguñana con la armada fueron dos fustas de moros y descubrieron toda el armada, é como estas fustas se volviesen en Berbería lo hicieron saber por toda la tierra, y como lo supiesen en Tripol comenzaron á proveerse de pertrechos é de todo lo necesario, porque aunque no su piesen á que parte habia de tirar determinadamente, cada uno se temia, é con esto todos estaban apercibidos; pero como el coronel entrase en el puerto é viese la gente que se llegaba que no era nada, despues de haber mirado todo muy bien se tornó para el armada donde contó toda la verdad de lo que habia visto.

Informado el conde, como dicho es, de todo lo que el coronel habia visto, sabiendo lo que habia dende á la cibdad, luego manda hacer vela, aunque habia grau rato de noche, de manera que como el frescor de la noche fué entrado desde aquella hora, hasta despues de media noche, las naos anduvieron tanto que toda la armada se pasó adelante de Trípol, y esto fué ansi por la grande es

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