Imágenes de página
PDF
ePub

geradas imputaciones de proyectos y planes odiosos de los unos para con los otros y contra la misma patria. Los realistas no contentos con acusar de republicanos á los populares, al ver que los franceses querian aprovechar aquel trastorno para devolver á Enrique de Labrit el reino de Navarra, dieron por sentado que los comuneros habian buscado su apoyo, y aun les ofrecian su ayuda para salirse con su intento (1). Corriendo estas voces en la corte del Emperador en los Paises-bajos, á donde los que el odio del pueblo lanzaba de España llegaban contando las mayores atrocidades, ¿qué extraño tendria que tambien hubiesen contado que Pedro Navarro habia venido de secreto y por orden del Rey de Francia á reconocer si se podia minar la fortaleza donde estaba el mariscal de Navarra, que no sabemos cual fuese, y que hasta con el Papa y el Condestable de Castilla intrigaba para haberla en su poder (2)?

1521.-Aun despues de vencidos Padilla y los comuneros en abril de 1521, siguió la misma acusacion contra ellos, por causa de la invasion francesa en Navarra (3). Si Navarro era roncalés, y como tal nacido en

(4) Ibidem, Epistola 665, respondiendo en 6 de noviembre de 1520 á Gatinara, Canciller del Emperador. Scribis Toletanos cum Gallis agere ut in Navarram traducant exercitum: quos plenius queant seditionem saturare etc.

(2) Carta de Cárlos V al cardenal de Tortosa en 27 de setiembre de 1520.-Véase documento núm. 34.

(3) Pedro Mártir, Epistola 721, en 5 de mayo de 1521 al mismo Canciller Gatinara. Galli á juncteris plerisque impulsi toletanis precipuè ac particulatim ab uxore Padilla processurum hunc ignem arbitrati Pyrenæa transierunt. Véase en la Historia de Cárlos V, por Sandoval, lib. 8. §. 20, que ni Juan de Padilla, ni la Junta ni otras de las cabezas de la comunidad jamás tal cosa inventaron.

aquel reino, llama la atencion que el Rey de Francia no le ocupase en una expedicion, en que nadie ni con mas acierto ni tal vez con mas prestigio podia dirigir su numerosa infantería, siempre escasa de buenos caudillos. Los historiadores sin embargo nada nos cuentan, sino que, retirados los franceses de Logroño hasta donde habian llegado fácilmente, y repasado el Pirineo, despues de vencidos en Esquiros (1); el Emperador que tenia en su ánimo la empresa del ducado de Milan, trató de buscar pendencia á Francisco I, vengándose por aquella parte de lo que él con tanto arrrebato habia intentado en España.

La ocasion no podia ser mas propicia. Aborrecia en Milan á los franceses por sus abominables escesos Francisco Sforcia, hijo del antiguo duque Luis que nunca habia querido transferirles sus derechos á aquel estado; desde Trento en donde residia, habia por medio de sus parientes y parciales conspirado permanentemente contra ellos. El Emperador, aunque disimulaba otras quejas, se manifestaba sentido de que el Rey Francisco, olvidándose de que el ducado de Milan era en otro tiempo feudo y propiedad del Imperio, ninguna gestion hiciera, despues de haberse ceñido la corona imperial, para recibir la investidura y continuar en su señorío. Leon X en fin que en medio de estar entregado á la música y á los placeres de todo género debia de ser poco aficionado á la guerra (2), no queriendo el predominio ni la vecindad de los france

(1) Fedro Mártir, Sandoval, etc.

(2) Guicciardini, lib. 14, dice de Leon que era per natura dedito all' ocio, et à piaceri et hora per la troppa licenza et grandezza alicno sopra modo dalle faccende, immerso ad udire tutto'l giorno musiche, facetie et buffoni, inclinato anchora troppo piu chè l'honesto à piaceri, pareua dovesse essere totalmente alieno dalle guerre.

ses, contrajo con el Emperador en 9 de mayo de aquel año y con el mayor secreto una alianza, cuya base y objeto principal se reducia á echar los franceses de Italia, restituir el ducado de Milan á Francisco Sforcia, recuperar para la Iglesia las ciudades de Parma y Plasencia, engrandecer al Emperador y sostener á la familia de los Médicis (1).

Para mandar las fuerzas que cada coligado habia de poner en campaña, nombró el Papa al marqués de Mantua Ꭹ el Emperador á Próspero Colona que habia de ser el general en jefe. La infantería española é italiana se puso á cargo del marqués de Pescara que tan mozo fué herido y prisionero en Ravena mandando la caballería lijera; y que aunque de origen español, todavía sentia no haber nacido en España, fastidiando á los italianos ha biendo nacido en Nápoles, con no hablarles nunca sino en español (2). Además de Antonio de Leiva y de Hernando de Alarcon que llevaban cargos muy principales, iban tambien en aquel ejército los dos valientes, de quienes entonces se dijo en Italia, un capitan Juan de Urbina, un alferez Santillana (3). Acompañábale igualmente como comisario apostólico el célebre historiador Francisco Guicciardini, gobernador por el Papa de Módena y Reggio, y

(1) Galeatius Capella, De bello mediolanensi pro restitutione Francisci Sfortia II etc. ab anno 1521 usque ad annum 1530, lib. 1.-Josephi Ripamonti, Historia Urbis Mediolani, lib. 8, inter Antiquitatum Italiæ scriptores. Pars. 1.a et 2.a, tomi 2. -Guicciardini, lib. 44.

(2) Jovius, De vita Ferdinandi Davali cognomento Piscarii libro 1, pág. 312... Nec Piscarius secus ac Alphonsus pater qui Hispanorum ingenia penitus oderat, despectis Italis cum quibus numquam nisi Hispanice fastidito sermone loquebatur etc.

(3) Sandoval, Historia de Cárlos V', §. 26.

que habiendo intervenido en las juntas y consejos de guerra y en todos los sucesos de aquella campaña, la describe minuciosamente (1).

Componíase el ejército segun unos de cinco mil caballos y veinte y un mil infantes, y segun otros de diez ocho mil de estos entre españoles, italianos, tudescos y suizos, y mil y doscientos hombres de armas, además de los desterrados de Milan que eran bastante (2), Siendo diferentes los fines con que se emprendia la guerra, fué consiguiente que se disputára como y por donde se la debia comenzar. Querian algunos encaminarse ante todo contra Milan, al paso que tratándose despues de si se habia de ir primero á Plasencia que á Parma, en medio de la divergencia que al parecer existia entre Colona y Pescara, se prefirió ir contra la última que contaba con una buena guarnicion francesa. Asestada la artillería contra sus muros en 29 de agosto, vino abajo una gran parte de ellos, por

la

que á su tiempo arremetió la infantería española con su habitual intrepidez. Ya en 8 de setiembre estaban los coligados apoderados al parecer de un tercio de la ciudad, cuando se determinó abandonarla, no tanto por las disidencias entre Pescara y Colona, como por el socorro francés y veneciano que á toda priesa y con Mr. de Lautrech venia (3); siendo en aquella faccion cuando por primera

(1) Tratando Guicciardini de como se pensó mas adelante en abandonar á Parma, dice que el Marqués le respondió en español á las observaciones que le hacia acerca de como no se podia ganar en aquel dia la ciudad si en el dia de ántes era fácil, que ne hoggi ne domani ne doppo domani.

(2) Guicciardini, Capella, Ripamonte, ibi., y el P. Daniel página 122.

(3) Ibid.-Guicciardini añade que por haberse puesto en campaña en contra el Duque de Ferrara.

vez á lo menos en Italia, opina un escritor francés, que los españoles usaron aquellos arcabuces que por su largu– ra y pesadez se necesitaba para apuntarlos el apoyo de una horquilla (1).

Para consolar al Papa del abandono de Parma, se encaminó el ejército contra Milan. Apenas llegado á sus puertas Pescara, ó por negligencia de Lautrech ó por cobardia de los venecianos, se dió un asalto y penetró en ella siguiéndole luego todo el ejército. El placer de la conquista de Milan cuentan haber regocijado tanto à Leon X que murió de sus resultas en 1.° de diciembre de aquel año: inclinanse sin embargo los historiadores á que fué envenenado por su mismo camarero, de quien se murmuraba que lo hiciera pagado por el Rey de Francia (2). Cre¡an que con la muerte de Leon decayeran los asuntos del Emperador y de los españoles en Italia; mas la eleccion de su ayo el cardenal Adriano en 9 de ene ro de 1522, ya debió ser de mal presagio para los franceses en aquel año: sus inútiles tentativas para socorrer el castillo de Milan que aun se mantenia por ellos, y contra el cual, y para impedírselo además, levantaron los imperiales hasta trincheras de nieve, debieron tambien prevenirlos prescindiendo de otros sucesos de la mala suerte que les esperaba (3).

(1) Daniel, ibi., pág. 126, refiriéndose al 1.er tomo de las Memorias de Du-Bullai.

(2) Guicciardini, ibi.—Jovio', lib. 20 de las Historias y en la vida de Leon, lib. 4.-Capella lib. 2.

(3) Guicciardini, lib. 1... perche essendo caduta in terra una neve grandissima, Prospero usando il beneficio del Ciclo feze inanzi giorno lauorare di neve due argini alla similitudine de quali voleva si facessino il ripari.

ТCмо XXV.

21

« AnteriorContinuar »