Cuentos y poesías populares andaluces: coleccionados

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F.A. Brockhaus, 1866 - 296 páginas
 

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Pasajes populares

Página 137 - La pena y la que no es pena, todo es pena para mí: ayer penaba por verte; hoy peno porque te vi.
Página 241 - Madre mía, ¿dónde irá el buey que no are?" El demonio son los hombres, dicen todas las mujeres; y luego están deseando que el demonio se las lleve.
Página vi - Garnacha que consistía nuestra restauración; y aquellas que a ti te deben parecer profecías no son sino palabras de consejas o cuentos de viejas, como aquellos del caballo sin cabeza, y de la varilla de virtudes, con que se entretienen al fuego las dilatadas noches del invierno...
Página 248 - Suele siempre andar lejos Del que la busca. 6619 Con saber y no tener No prevalece ninguno; Que lo que le sobra al pobre Son muchos días de ayuno. 6620 Fortuna te dé Dios, hijo, Que el saber poco te basta ; ¿De qué te sirve el saber, Si la fortuna te falta? 6621 En la tienda del barbero, ¿Sabe usted lo que se dice? Que el Señor le da pañuelo Al que no tiene narices. 6622 Logra el tonto por influjo Lo que al sabio no le dan ; Que el premio y las buenas mozas Siempre se destinan mal. 6623 Más...
Página 282 - LA FE DEL CIEGO Camina la Virgen pura, camina para Belén, con un Niño entre los brazos que es un cielo de lo ver; en el medio del camino pidió el Niño de beber. No pidas agua, mi Niño, no pidas agua, mi bien; que los ríos corren turbios y los arroyos también, y las fuentes manan sangre que no se puede beber Allá arriba en aquel alto hay un dulce naranjal cargadito de naranjas que otra no puede tener.
Página 241 - Yo me enamoré de noche y la luna me engañó; otra vez que me enamore será de día y con sol.
Página 149 - Cuando quise, no quisiste, y ahora que quieres, no quiero; gozarás del amor- triste como yo gocé primero. No te enamores, mi niña, de mocito forastero, que en volviendo las espaldas, si te vide, no me acuerdo. Si San Rafael me diera las alas de su volar, donde tengo el pensamiento fuera de un vuelo á parar.
Página 120 - El primer día de mayo. en punto de mediodía, a visitar los sembrados salen Jesús y María. Se paran de trecho en trecho, les echan su bendición, mandan que corran los vientos para dar la granazón. En llegando el mes de junio, me da mi Dios la licencia para que pueda segar de los campos la cosecha. Por la voluntad divina, la que a todos nos mantiene, y la ayuda de los hombres, son recogidas las mieses.
Página 284 - Un pastor, comiendo sopas, en el aire divisó un ángel que le decía: ya ha nacido el Redentor.
Página 44 - Dícese a menudo : Ya sacó raja. Deriva este dicho de que en Extremadura están divididos los montes de encinares en rajas; así denominan cierta extensión que puede cebar con la bellota un determinado número de cerdos. Estas rajas, cuando son de montes de los propios del pueblo, se reparten por un estipendio muy corto a los vecinos pobres que, como es de suponer, ansian por...

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