do el esceso con otros que salen sin el mismo requisito. De cual-, quier modo este es un dato puramente congetural ó de aproximacion.

Bajo de tal concepto y prosiguiendo en nuestras investigaciones indagarémos el número de individuos que han salido de este puerto, á fin de que con los que han fallecido, nos dé la suma que ha de deducirse de la de los nacidos y pasageros que han entrado; para lo cual nos valemos de las apuntaciones en la oficina de pasaportes, que con suma deferencia nos ha permitido hacer de sus libros el activo oficial encargado de este ramo, autorizado por el recomendable Sr. Secretario del Gobierno Político. Resulta de dichos libros que en el año de 1838 se han espedido los siguientes:

A individuos nacionales blancos,
Idem á estrangeros idem...

TOTAL...

1103

867

1970

No están inclusos los indivdiuos condenados á destierro ó presidio. Recapitulando pues, todos los datos de que hemos hecho mérito hacemos la siguiente

Demostracion:

Individuos que han nacido en 1838....

1893

8212

Id. que han entrado en buques de diversas naciones. 6319

Por inexactas que fueran estas operaciones siempre darian un resultado ventajoso en favor de la poblacion; y estamos persuadidos que no es exagerado el aumento que deducimos en el anterior estado. Para conocer el número de individuos que nuevamente llegan al pais, basta una ausencia de 5 ó 6 meses, y observar despues en los espectáculos y lugares públicos la gente nueva, segun espresion vulgar, que se presenta.

Si son apróximados estos cálculos y sumando los guarismos que en los dos años anteriores nos ha ofrecido la operacion como

aumento en la poblacion blanca, tendremos el resultado siguiente. En el año de 1836, 6114 individuos; en el de 1887, 5984; y en el de 1838, 4547; total 16595.

De modo que en el espacio de 3 años la poblacion blanca en esta Capital y suburbios se ha aumentado en 16595 individuos.

Nos parece innecesario advertir que no nos dejamos alucinar hasta el grado de dar á estos cálculos la importancia de una cosa demostrada; pero nadie nos negará cuan fundadas están estas operaciones en reglas de probabilidad. Y sobre todo, si nuestra agricultura crece á pasos agigantados; si nuestro comercio se vè cada vez mas floreciente; si la industria y la riqueza toman visible aumento de dia en dia ¿por qué dudar que se aumente asimismo el número de habitantes? Todo conspira al bien y prosperidad; y el hombre sensible y virtuoso. que contempla este cuadro lisonjero; debe llenarse de entusiasmo, y dirigir al cielo un voto solemne y puro en favor de esta tierra hospitalaria.

INSTRUCCION.

Presupuesto de gastos de familia. -- Econonía para lo presente: riqueza para lo futuro.

Si todos los niños de un pueblo fueran cuidadosos, limpios y juiciosos; si fueran obedientes á sus padres, amables con sus compañeros y justos con todo el mundo; si supieran leer libros que les enseñasen á conducirse bien y á ejercer un buen oficio; en fin, si supieran escribir y contar lo necesario para tener siempre bien arreglados sus asuntos y poner una carta ó un recibo cuando fuesen grandes, los padres libres de muchos cuidados y zozobras, vivirian mas felices; los amos tendrian mejores criados, los fabricantes y propietarios mejores obreros y todos mayor tranquiJidad; porque estarian guardados por la probidad individual, en vez de estarlo por la policía y sus agentes; lo que pondria al gobierno en el caso de disminuir el presupuesto de este ramo, minorando al mismo tiempo las contribuciones.

Pero se dirá que el vecindario es pobre, y lo primero que se necesita para establecer una escuela es dinero; y esta es indudablemente la mayor dificultad.que se nos presenta : procurémos pues venceria, sin incomodarnos demasiado, si es posible. Calculemos primero lo que nos costaría el sostener una escuela inclusos el local, maestro, libros, papel, etc. ; y arreglando el gasto con economía, vendrémos á parar en que cada niño habrá de pagar al año por su instruccion 8 francos (unos 30 rs); pongamos que sean 9 (344 rs. próximamente) para no equivocarnos y por si ocurriesen gastos imprevistos ó estraordinarios.

Nueve francos cada niño es mucha cantidad cuando solo se vive del trabajo diario: bien conozco que para muchos este gasto duplica y aun triplica el de sus contribuciones; que siendo ya bien crecidas, no sin molestia pueden salir de ellas, y que á un pueblo no le es posible aumentar sus gastos sin que crezcan sus recursos: pero para eubrir el que ahora se nos presenta hay varios medios; he aquí el que

proponemos, presumiendo se adopte siempre que parezca prudente. Nueve francos al año no son mas que 3 maravedises al dia: supongamos sea un cuarto. Para obtener esta cantidad solo hay dos medios, que consisten el uno en trabajar un poco mas, y el otro en ahorrar algo del gasto. Si se quiere trabajar cada dia un poco mas, habrá de tomarse el tiempo del que se dedica á dormir, á hablar, ó á no hacer nada; y si se quiere economizar del gasto, habrá uno de imponerse alguna pequeña privacion; por manera que ámbos casos son de economía, pues que en el primero şe ahorra el tiempo que habia de emplearse en el sueño ó en el ocio, y en el segundo el dinero adquirido.

Si fuese necesario hacer una economía considerable de tiempo ó de dinero, tendría reparo en proponerla, especialmente á aquellos cuyas facultades son muy cortas, pues oigo quejarse á muchos de que nunca tienen el tiempo preciso para su descanso y ménos para el recreo; pero la economía que aconsejo es muy pequeña, como ahora se verá.

El hombre que trabaja 12 horas al dia, lo aprovecha bastante bien; sin embargo, le quedan aun otras 12 para dormir o descansar. Si gana 5 rs. que es bien poca cosa, tiene 4 cuartos por hora; Juego, para conseguir el medio de hacer instruir á 4 hijos, le bastará economizar 1 hora de las 12 que destina diariamente al descanso; y no teniendo mas que un hijo que enviar á la escuela, con un cuarto de hora tendrá lo suficiente y aun bastarian 7 minutos si el sacrificio se dividiera entre el padre y la madre.

Tal vez habrá quien diga que este sacrificio es penoso. El descanso es un placer muy dulce, sobre todo, despues de haber trabajado. Sacrificar 15 minutos sobre 12 horas, es mucho, aun cuando tambien sea algo tener un hijo bien educado. Pues hay un medio de evitar este sacrificio y es economizar del dinero en vez del tiempo. Una familia que no gasta mas que 12 rs. cada dia, incluso todo, casa, comida, ropa, lavandera, etc., gasta poco. Si tiene un niño que mandar á la escuela, le basta para pagar sus gastos de instruccion disminuir del consumo diario lo que importe un cuarto, que es ménos de una centésima parte. Si el gasto fuese de 24 rs., le bastaría economizar la duocentésima parte de él. Por último, si hay alguno á quien le parezca privacion demasiado dura el quitarse un cuarto de hora de su descanso ó el cercenar un cuarto del gasto de su familia, puede hacerla mas llevadera economizando por mitad en el tiempo y en el dinero, y le bastará para hacerse con la suma necesaria, quitarse 7 minutos del sueño ó del descanso y un ochavo del consumo: y lo mismo de un modo que de otro, todos convendrán en que es bien poco, mayormente si se considera que de lo que se trata es de la suerte de los hijos.

En cuanto al gasto, véase ahora cuales son los beneficios que

resultarán de una escuela, sin contar los de la instruccion. El niño que va á la escuela cuesta indudablemente caro: un cuarto por dia, ó 15 minutos de trabajo, no deja de ser algo para el que no tiene mas fortuna que sus brazos; ¿pero se ha contado lo que cuesta el que se queda en casa, ó se le deja andar por las calles?

Primeramente es menester vigilarle ó hacerle vigilar por otro niño, que pudiera emplearse útilmente en algo. El cuidado ó vigi. lancia no es continuo; pero siempre se necesita alguno. Cuántos minutos costará al dia? por lo menos costará un cuarto de hora aun á los padres mas descuidados.

Si el niño se queda en casa no se está como un mueble; anda arriba y abajo, hace ruido, perturba á los que trabajan. Se le regaña, se impacienta uno; se le pega alguna vez y esto no se hace sin tiempo ni sin que el trabajo lo pague. Y así todo el mundo convendrá en que el niño mas dócil hace perder en todo esto mas de un cuarto de hora: segundo gasto que hay que aumentar al primero.

Cuando un niño está ocioso, su primer placer es destruirlo todo y despues la glotonería. Si se le deja en casa y no hay contínua vigilancia sobre él, echa á perder cuanto cae en sus manos y á veces se hiere ó descalabra. El que no hace de estrago mas que el valor de un cuarto es uno de los mas arreglados; tercer gasto que anotar. Un niño no puede estar todo el dia en casa: sale á correr por las calles ó por el campo.

Si es pequeño, destruye sus vestidos, los ensucia y los rasga mas que si estuviera en la escuela; y como tarde o temprano es indispensable componerlos y lavarlos, es un nuevo gasto de tiempo y dinero. Si se anota este artículo por un cuarto diario, será lo ménos que pueda costar: cuarto gasto que añadir á los anteriores.

A medida que el niño va creciendo, se vuelve mas travieso, se aleja mas de su casa: la ociosidad, los malos consejos, la golosina le hacen cometer mil picardigüelas; salta por los campos, por los jardines y las viñas, destruye los vallados, va á coger nidos y á veces á hurtar frutas; y como las propiedades de las personas mal acomodadas suelen estar mal guardadas, estas pobres gentes son las que tienen mas que sufrir de donde nacen pendencias, que hacen perder el tiempo, desavienen las familias y á veces suscitan pleitos. ¿Cuánto se podrá contar por este artículo? un dia con otro, pongamos un cuarto, para no exagerar el gasto.

Mientras que los niños, en vez de ir á la escuela se emplean en correr los campos y despojar los jardines, no dejan en unos ni en otros mas que lo que su golosina no apetece. Pues esto causa á los pequeños propietarios una pérdida notable, mayor que la que se puede pensar, prescindiendo de que lo que de chico se aprende, de grande no se olvida y entonces se multiplican los daños: nuevo renglon para nuestra cuenta.

Los niños que pasan su tiempo en las calles, en el campo ó á las orillas del agua, están ménos seguros que si estuviesen en la escuela y aun corren frecuentemente graves riesgos. Que suceda algo á cualquiera de ellos, todo el pueblo lo siente; muchos por salvarle habrian dado no solo minutos de su trabajo, ó cuartos, sino horas y reales enteros; pero es mas fácil precaver tales desgracias que remediarlas.

Un niño, decimos, no costará á lo sumo mas que un cuarto de hora de trabajo al dia para tenerle en la escuela. Si se queda en casa de sus padres sin hacer nada, ó si anda abandonado por las calles costará seis veces mas, aun graduando todo lo ménos posible lo que gasta y el tiempo que pierde. No es pues un nuevo dispendio, pero sí una economía nueva que se trata de hacer.

Se gana en este negocio seiscientos por ciento.

Si una buena escuela cuesta 4000 rs. aun nos quedará, despues de pagarle, un ahorro de 20 á 24,000. Estas cantidades economizadas anualmente y empleadas en cultivar nuestros campos, componer los caminos y amueblar nuestras casas, proporcionarán aseo, limpieza y muchas comodidades á nuestro pueblo.

En cuanto á las ventajas que los niños han de sacar de una buena escuela, son muy numerosas.

Un jóven que no sabe leer ni escribir tropieza con mil dificultades para su colocacion. En el comercio no sirve de nada porque en este ramo la primera condicion es que sepan escribir y contar bien. Apenas hay una industria en que no sea necesario el cálculo y la escritura. Si llega á ser soldado, aunque tenga todo el talento natural para poder ser un coronel, nunca llegará ni al grado de sargento. Por fin, que no quiera ser mas que simple criado y todavía se colocará el último, pues siempre le será preferido el que sepa escribir.

¡Vease pues cuan poco saben calcular aquellos que se oponen al establecimiento de una escuela porque creen que ha de ser muy costosa! Si se pone un niño á la escuela desde los 5 años hasta los 11, habrá que hacer un desembolso de 240 rs., pagando precisamente un cuarto al dia. El dinero colocado de este modo no se pierde: volverá á su dueño con un interés mayor que el que pudiera proporcionarle el hombre mas hábil. Tomando el niño un oficio y aun colocándose de criado, en vez de 800 rs. al año ganará 1200 ó mas. En los primeros 6 meses habrá pagado su gasto y reembolsado los de su educacion: todo lo que adquiera despues es ganancia.

¿Habrá algun padre que no consienta en hacer el gasto de un cuarto diario por 5 ó 6 años para asegurar á su hijo el modo de vivir cómodamente otros 50?

Pero hay quien cree que si todos supieran leer, escribir y