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solo ocupa una parte de este terreno, es preciso advertir que debe emplear alguno en viandas, maiz, arroz &c. y ha de quedarle us pequeño potrero para la yuuta de bueyes y su vaca. Y sobre todo, el espacio debe ser conveniente para introducir el sistema de alter nativa de cosechas. ¿Quien sabe si por este medio el terreno que produjo dos años antes un tabaco regular, puede darlo admirable despues de haber cosechado plantas de diverso género? Por lo demas, la estension del terreno debe ser adecuada á las fuerzas del agricultor.

Se cree generalmente que este cultivo no puede ser objeto de grandes empresas; y que por tanto los propietarios pudientes no deben dedicarse á él. Nos adherimos hasta cierto punto á esta opinion no porque sea imposible erigir un establecimiento en un gran espacio de terreno y cultivarlo de tabaco con los suficientes brazos; porque sobre esto se nos presentarian vegas con 20, 30 y aun con 60 negros; individuos que cosechan al año veinte y cinco y treinta mil pesos de tabaco solamente; pero en esto debemos consultar mas que la posibilidad, la conveniencia pública, para que una planta que se presta á los esfuerzos del mas pobre labrador no caiga en manos de los ricos. Quisiéramos tambien que, como dice el Sr. la Sagra, constituyese la ocupacion lucrativa de miles de familias labradoras, propietarias de pequeños terrenos. He aquí lo que conviene á la agricultura del mundo entero y lo que cada dia se hace mas necesario á la isla de Cuba.

SEMILLEROS.

Se acostumbran establecer los semilleros en un terreno nuevamente desmontado y que sea suficiente á producir las posturas necesarias, procurando que no sea regado por rios y que el espacio limpio esté unido al bosque en los lados correspondientes al Este y Oeste para preservar el plantel de la escesiva accion del sol. Nos parece útil la pràctica de abatir el monte, trozarlo menudamente y condenar al fuego estos restos; porque por este medio se consigue destruir los insectos, dejar la tierra perfectamente limpia y con la soltura conveniente á esta planta.

De ninguna manera deben ser muy estensos estos semilleros, por mucha que sea la tierra destinada al tabaco. Deben plantarse dos, tres o mas si se necesitan aunque sean reducidos. Para aconsejar esta práctica tenemos dos razones: la primera es que pueden obtenerse posturas de diverso tiempo ó sazon, de modo que pueden sembrarse gradualmente en su legítima estacion; la segunda es, que si se pierde toda la semilla regada en un solo plantel, ó ya por falta de agua, ó por esceso, y lo que es mas frecuente, por los gusanos ó insectos, quedaron frustradas las esperanzas del labrador, teniendo que acudir al recurso de comprar las posturas, en cuyo me

dio no solo entra el perjuicio del costo, sino tambien el deterioro que sufre la planta traida de léjos, de cualquier modo que se conduzca.

Se practican tambien semilleros fuera del bosque, teniendo cuidado de regarlos cada tres dias y cubriendo la tierra con una especie de enramada de poca altura. Hemos visto suplir esto último con pencas de guano tiradas sobre el mismo terreno donde se han regado semillas, las que se levantan despues de nacer las plantas; lo que nos ha parecido un método imperfecto y poco conveniente, sin embargo de haber obtenido buenos resultados.

En el caso de establecer semilleros al raso, será conveniente desmenuzar bien la tierra y hacer canteros angostos aunque se les dé el largo que se quiera para poder formar esa especie de enramada que no solo mitiga la accion demasiado violenta del sol, sino que pone á cubierto á las tiernas plantas del torrente de las fu ertes lluvias, que antes de nacer, desentierran las semillas y las llevan consigo y si han germinado, las disloca y maltrata. Por las noches deben quedar á descubierto los planteles. El lugar donde ha existido horno de carbon es de lo mejor que se conoce para semillero,

La estacion conveniente para establecer semilleros es de agosto á octubre, si bien no falta quien los riegue desde junio y julio. Limpia la tierra, pulverizada y húmeda, se riega la semilla por medio de una canasta de tejido fino, de modo que no quede amontonada. Nada se opone á que la operacion se practique estando seca la tierra.

Debe tenerse especial cuidado de mantener siempre limpio de yerbas el plantel y revistarlo diariamente á fin de destruir los gusanos ó insectos, que en una sola noche puedea desolarlo enteramente. Sobre estos particulares ha dicho muy bien el Labrador de la Vuelta Abajo que ya hemos citado, que si la semilla se riega espesa por falta de conocimientos y esperiencia, espesa y apiñada nace; se cria débil la postura y las escesivas humedades ó lluvia la pudren con facilidad: si no le quitan la yerba oportunamente con la delicadeza que se acostumbra, esta consume ó destruye la planta, y si no se contienen los progresos del sin número de insectos que con mas o menos abundancia la persiguen, tambien resulta por ese hecho la misma pérdida; y por consiguiente de tales antecedentes, que sea preciso solicitar posturas de otros á costa de su peculio...... Hasta el dia siempre eligieron para semilleros las tierras vírgenes por desmontar, en el concepto de que la yerba y el gusano no se encontrarian en ellas, pero, una vez que han esperimentado que tambien allí se hallan aunque menos abundantes, deberian haber sustituido otras, como las que voy á proponer, para que conciliasen sus intenciones y les exonerase del inmenso trabajo que invier ten en los desmontes de aquellas.-Las elevaciones ó colinas cascajosas de las sabanas, beneficiadas con el arado y bien limpias de

las yerbas que les son naturales reunen cuantas circunstancias puede desear el labrador para conseguir, sin la mortificacion que en las tierras vírgenes, cuantas posturas pueda necesitar, porque economizan trabajo, no crian yerbas, ni producen tantos insectos, ni se detienen en ellas las aguas, y últimamente, porque la raiz ó nabo de la planta es de mucho mas tamaño que aquellas y de consiguiente de mucho mas fortaleza para resistir al rigor de las estaciones."

PREPARACION DEL TERRENO.

En el mes de setiembre y despues de una cosecha de maiz que puede muy bien haber rendido el terreno, se comienza á arar á una profundidad regular, y á esta primera labor llaman vulgarmente revolver; porque en efecto los despojos del maiz, las yerbas y ojarascas arrancadas por el arado, se mezclan con la tierra y la benefician en gran manera. Despues de quince dias se procede á dar dos labores mas; la primera se llama romper, en la que se va recogiendo la basura ó despojos que no se hayan podrido bien, dejándolos en la orilla del campo destinado á la siembra y no quemándolos; porque es un atentado en el labrador condenar á las llamas lo que sirve esencialmente para conservar ó reanimar la potencia de su terreno; la segunda labor se llama cruzar porque se practica en direccion opuesta á la primera y se verifica algunos dias despues de ésta.

Inmediatamente despues de cruzar se pasa la plana para desmoronar los terrones y aplanar el terreno de modo que desaparezcan en parte las desigualdades que ha dejado el arado. El instrumento que se usa para esto tiene muchas imperfecciones: consiste en un madero grueso y redondo con un agujero en cada estremidad á que vulgarmente llaman narigon, á los que aseguran unas tiraderas formadas, bien de cadenas de hierro, bien de majagua, ó de cuero crudo, asegurándolas reunidas á la estremidad de un palo de tres ó mas pulgadas de grueso y cerca de dos varas de largo, el que en su otra estremidad tiene un gancho ó garabato natural y que precisamente correspondia á la insersion de otra rama del árbol de donde se cortó exprofeso. Esta estremidad es la que se inserta en el yugo de una yunta de bueyes, que es la que arrastra la mole de madera, que como una rastra va aplanando el terreno por donde

pasa.

D. José María Dau propone una reforma sobre estos rodillos é aplanadores en su Cartilla inédita de que es un trasunto nuestro trabajo. Considerando como un gran defecto que esta plana ó rodillo no da vueltas absolutamente dice,,,que no propone un eje de hierro que atraviese todo el madero cilíndrico que se emplea, porque siendo de dos varas de largo no tienen los labradores instru

mento con que horadarlo; pero que puede construirse esta masa de modo que en sus estremidades queden dos cabezas adelgazadas ó con una cintura para atar á ellas anillos de cuero crudo, dejándolos holgados de modo que al tirar por la plana pueda girar libremente, resultando que no arrollará la tierra ni tendrán que hacer los bue yes tanta fuerza." Económica es la idea pero todavía creemos que no llena las miras que dicta esta operacion.

Forzoso es confesar la imperfeccion de todos los instrumentos empleados en las labores de los terrenos; y si la operacion de pasar el rodillo sobre la tierra que se prepara para el cultivo del tabaco, se practica con el solo fin de desmoronar los terrones ¿por qué no se ha de emplear la rastra ó grada dentadas en lugar del rodillo? El tabaco requiere una tierra suelta já qué pues usar un instrumento que puede ser nocivo aun en terrenos arenosos, sí subsiste alguna mezcla de barro ó tierra glutinosa? Creemos que se puede construir una rastra ó grada particular que reuna el doble objeto de aplanar la tierra y marcar pequeños surcos que sirvan para disponer la siembra del tabaco. El instrumento de Mr. Dombasle modificado convenientemente y sujeto á ciertas reglas de economía, reune cuantas ventajas pudieran desearse. (1)

Pero si se considera necesario ó útil emplear el rodillo es preciso, siquiera, que el instrumento corresponda á la operacion y al objeto porque se practica: el primer designio que el veguero se propone es desmemuzar la tierra aterronada; y si por el contrario es demasiado suelta, comprimirla con el peso de esta masa, á fin de evitar que el agua filtre demasiado pronto y seque festinadamente por la escesiva permeabilidad. Ahora bien: si se emplea el rodillo úsese siquiera esa masa con un número suficiente de dientes, ó constrúyase este cilindro en forma acanalada y que de trecho en trecho presente un filo ó cuchilla en torno de su superficie circular, ya que se crea muy costoso construirlo de hierro. El Sr. la Sagra dá la preferencia al descrito y dibujado en el tomo 8o de los Anales de Roville, bajo el nombre de rodillo esqueleto. Casi todo es de hierro fundido y de hierro forjado: la superficie presenta canales circulares con los bordes cortantes y separados por vacíos de un ancho igual al de las canales, de suerte que el rodillo está en esqueleto, y observado de frente parece formado de discos que presentan un borde cortante en su contorno. (2)

Por lo demas, cualquiera que sea el instrumento que se emplee en la operacion, es preciso investigar primero, si el terreno la requiere por sus cualidades; y si se practica, debe elegirse el tiempo

(1) Este instrumento se encuentra descrito y representado con làminas de-, mostrativas, asi como el modo de manejarlo en las Memorias de la Institucion agrónoma por D. Ramon de la Sagra, tomo 1. página 61. (2) Véase la obra citada anteriormente.

mas conveniente. Si la tierra está demasiado húmeda, el peso de esta masa propende á unir las partes movidas; que adheridas despues y secas, producen una dureza perjudicial; y si por otro estremo está demasiado seca, el rodillo no puede desmenuzarla sino de un modo imperfecto.

Convenimos de buen grado en que las escesivas labores desvirtuan el terreno pricipalmente si no está beneficiado por los abonos; pero para el tabaco es indispensable revolverlo cuanto sea posible, y ni aun asi puede evitarse el plantío de la multitud de insectos que traidoramente lo persigue.

SIEMBRA.

Supuesta una asistencia cuidadosa á los semilleros, así para mantenerlos siempre libres de yerba, como para destruir los insectos, se procederá á la siembra cuando se presente buena sazon. La mas conveniente al tabaco es cuando comienzan los chubascos del Norte es decir, desde octubre á diciembre. Estos son los meses en que precisamente debe sembrarse el tabaco; y lo dicta no solo la esperiencia sino razones de analogía con otras plantas con quienes tiene muchos rasgos de semejanza: las lechugas y otras legumbres vienen perfectamente en esta estacion.

Se pondrá sumo cuidado al tiempo de arrancarlas del semillero; de esto depende en gran parte la seguridad del plantío. Se colocarán en canastas y se conducirán al campo por la tarde poco tiempo ántes de ocultarse el sol, que las marchita considerablemente. La mayor parte de los vegueros dejan permanecer las posturas amontonadas mas tiempo del que necesitan; lo cual es muy perjudicial.,,Aunque prendan bien, dice el Sr. Dau, se quedan revegidas y no dan buenas hojas." No hemos observado este hecho.

Se hacen surcos con el arado no muy profundos y se esparcen ordenadamente las posturas por estos surcos, que distarán tres cuartas uno de otro: las posturas se sembraran á la distancia de una tercia entre sí; teniendo cuidado los sembradores de tomarlas con delicadeza, sin quebrarlas, ni apretar las raices; procurando que Ja tierra que se arrime á la planta esté suelta. No nos decidimos enteramente por la distancia que acabamos de establecer para la siembra; por el contrario, tenemos razones que se oponen á la demasiada aproximacion. En terreno á propósito, las hojas principales tienen mas de tercia y aun de media vara, que no toman direccion vertical, esto es, no inclinan sus puntas hacia la tierra, sino cuando se acerca el tiempo de su madurez; de modo, que permaneciendo horizontales se han de confundir precisamente las hojas de mua planta con las de las inmediatas: este solo inconveniente es de mucho peso si se considera los perjuicios que sufre la vegetacion

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