començaron á hazer deffensa de las espaldas, y hasta mil y quinientos murieron en la demanda, con vn poco de ventura á manos de gente honrada, porque á los que se huyan los villanos los matauan; Mos de Janli quedó preso para su mayor desgracia, porque con más de ochocientos presos en esta jornada acauó la torpe vida para tan mal fin guardada. ROMANCE DUODÉCIMO. DESBARATADO ESBARATADO el socorro que Mos de Janli traya, cuya fama es bien sauida, hombre de muy gran estima, y en llegando á Mons de Henao reforçó la batería, y hízose aquel esfuerço por ver si entrar se podria, primero que del de Orange pudiera ser socorrida; el qual, para aquel effecto, se daua tan buena prisa, que se puso en breue tiempo de nuestro campo á la vista, y por vna puerta falsa quiso socorrer la villa, trauando vna escaramuça con los nuestros muy reñida; á la qual se puso fin quando se acauaua el dia, sin que el de Orange pudiese hazer lo que pretendia; y assí boluerse á Alemania con aquello determina, viendo de lo que trabaja el poco fruto que auia, y que en vna encamisada de los suyos no entendida le mataron quatrocientos, y que si no se retira el daño seria forçoso y mucho más cada dia. ROMANCE DÉCIMO TERCIO. RETIRADO ya el de Orange, vióse la villa cercada, de poderse deffender sin remedio ni esperança, pues no les era posible de la secta luterana, de en cas de el Príncipe Conde al entrar por vna calle vn hombre le dió vna carta, y parándose á leella no se temiendo de nada, sin saber de adónde vino le dieron con vna bala que le rompió el braço y mano con que y sospechando que el Rey auia vrdido aquella trama, entrándole á visitar le preguntó cómo estaua, y respondió el Almirante: aunque esta mano está mala, la lengua y estotra queda sana para la vengança, y ésta será tan costosa, que si mi vida no falta, costará más de cien mil primero que el año salga. Succedió como lo dixo, mas no como lo pensaua, porque el Rey, disimulando vna soberuia tan braua, con acuerdo del Consejo, para aquella noche manda á los cathólicos todos que se pusiesen en arma, y que á todos los herejes, en oyendo vna campana, despojasen de la vida saqueándoles las casas. Y ansi Mosiur de Guise, á la hora concertada, fué en casa del Almirante donde sin deffensa entraua, destocadas le dieron y |