Imágenes de página
PDF
ePub

y el escudo de vn rubí
que la vista deslumbraua,
y vn gato lleno de escudos,
es quien le sirue de maça,
quatrocientos peruleros
eran los que le acompañan,
sin la gente de seruicio,
rica y muy acreditada;
de vn mercader caudaloso
es la tienda que lleuaba,
de terciopelo y brocado
ricamente adereçada,

y

la Promesa y Porfía

por sus padrinos señala;

no duerme Amor entretanto, que viendo lo que importaua salir bien apercebido

á hazer esta jornada,

el arco fuerte adereça,

y

las flechas afinaua,

que otras armas no ha querido

sacar para la batalla,

confiado en que con estas
á los Dioses sojuzgaua;
cien escuderos pelones
eran los que le acompañan,
que por no tener cauallos
van en mulas alquiladas,
y cinquenta portugueses
de cabeças barrenadas,

que en començando á querer nunca su fuego se apaga,

y de coplas y sonetos
es la tienda que lleuaba,

que en el campo le ha de ser

para alojamiento armada,

y

á la Verdad y Firmeça por sus padrinos nombraua; y partiendo de esta suerte con tan falida compaña, yua tan soberuio el ciego que al contrario despreciaua; pero no le ha succedido, de la suerte que pensaua, porque en estando los dos metidos en la estacada,

y

y

puso en el arco vna flecha, al contrario le tiraua; dándole en el escudo, fué del golpe despuntada, y de aquella misma suerte todas las que le quedauan; y el Interes, quando vido que ya sin deffensa estaua, á él se acerca y de vn golpe que en descubierto le alcança, le hiço el arco pedaços

[blocks in formation]

mandó prender en vn dia quantos con Amor andauan;

y de vnos hizo justicia,

y

á los otros desterraua: quitó el cargo á la Verdad

y á la Lisonja le daua;

mandó dar muerte á Firmeza,
y dió su oficio á Mudança;
las Finezas del querer
manda salir desterradas,
y la Música y Poesía
á galeras y açotadas,

y

al Engaño y Fingimiento el gouierno encomendaua, de lo principal del reyno que puesto á su cargo estaua; y assí no es mucho que agora el Interes tanto valga,

y que las damas no quieran
sino á los que mejor pagan,
y que no valgan seruicios
aunque Narciso los haga,
si no fueren guarnecidos
con pasamanos de plata,
y que compren la ventura,
acortando la esperança
los que tuuieren dineros
para poder acortalla;

y ningun pobre se quexe
quando mal de Amor le vaya,
sino calle y agradezca

la merced que se le haga;

pues ya se dan los fauores ajustados con la paga, y no pida gullorías, porque no le darán nada; que con esta ley se viue porque el Interes lo manda.

CARTA EN TERCETOS.

A su Siluia, salud Siluano embia, si vn triste coraçon puede dar cosa que puede tener nombre de alegría. Porque de esa belleza milagrosa quien se pudo ausentar, no es bien que tenga sino vida cansada y trabajosa.

Y que quanto á los otros entretenga le offenda, le destruya y atormente,

y á su pesar la vida le sostenga. Aunque basta decir

que

viue ausente

de la luz de essos ojos celestiales,
para que entiendan todos lo que siente.
Pues cuando el sol las partes orientales
tocó el funesto miserable dia

que partí de mi bien á tantos males,
Su luz tasadamente descubria,
porque de un triste velo nubiloso
cubierto el bello resplandor traya,

De mi viuir cansado y congoxoso y del mal que sin vos, señora, siento, pronóstico certísimo y forçoso.

Y de mis daños, condolido el viento, procuraua impedirme la jornada con rigor duro de furor violento. Y siguió la porfia comenzada, hasta que el cuerpo mísero, afligido, llegó sin alma á la primer posada.

« AnteriorContinuar »