y él no se dexaua ver y administraua de allí vna desigual justicia; y era la guarda tan buena que andaua en su compañía, que los de quatro mil passauan que á cargo la tenian; y queriendo establecer ciertas leyes, leyes, que dezia que le fueron reueladas desde el cielo en prophecía, para un solemne vanquete á todo el pueblo conuida, y él mismo con su muger á la mesa los seruia; y despues de muy borrachos les dixo que les venia á dar de parte de Dios la ley que les conuenia, y sacó un libro del seno, en el qual se contenia, y veynte y ocho beodos entre todos escogia, que como apóstoles suyos para predicarle embia; y con este buen despacho de la junta se partian, donde fueron ahorcados que uvo muchos que á sus hijos con gran paciencia sufrian, hasta que un buen ciudadano al Obispo descubria de la muralla un secreto del Rey y todos sus duques; y allí el reynado y la vida acabaron juntamente del que tan si[n] Dios viuia, su fama sola quedando para muchos años viua. ROMANCE CUARTO. ANDAUAN de hazer mayores daños, al Duque de Alba nombrando, cuyo valor y grandeça, para ser bien celebrado, con dezir que no se puede quedará mejor loado; y aunque ya su edad pedia, no guerra, sino descanso, obedeciendo á su Rey la impresa tomó á su cargo; y año de setenta y siete, siendo en España embarcado, por el fin del mes de Abril puerto en Génoba ha tomado, do toda la soldadesca vieja le estaua aguardando, de Nápoles tres mil hombres en vn tercio muy gallardo, y otro con diez compañías de Sicilia conuocado, con hasta mil y quinientos muy valerosos soldados, y con otros tres mil, otro desde Cerdeña embiado, y de aquellos tercios todos eran Maestres de campo: Alons[o] de Ulloa, de aquel que en Nápoles auia estado, en ser discreto y valiente de muy pocos ygualado; y del tercio de Sicilia, Julian Romero el brauo: y á D. Sancho de Londoño, muy valeroso soldado, el tercio de Lombardía le auia sido encomendado; y llebaua el de Cerdeña el valiente D. Gonçalo, que llaman de Bracamonte, con razon muy estimado; y lleuan por General vn caballero gallardo, que era D. Lope de Acuña, de la fama celebrado; y de otros muchos sin estos yua el Duque acompañado, porque lleuó de su casa al gran prior D. Fernando, de gran prudencia en la paz y en guerra experimentado, y tan valeroso en todo como del que fué engendrado; yua el marqués de Cetona, Chapin Viteli llamado, muy valiente cauallero de nacion Italiano; y llegó luego con estos de Pauía el Castellano, muy gran seruidor del duque Sancho de Avila nombrado, hombre de muy grande estima dichoso como esforçado, y sin él vinieron muchos tan dignos de ser honrrados que vuiera bien que dezir de su valor muchos años, aunque la fama se tiene muy particular cuydado: y partiendo el valeroso Duque tan acompañado qual nunca lo fué jamás ningun Príncipe christiano, dentro de muy pocos dias llegaron á los estados, y en la villa de Tumbila |