ROMANCE VIGÉSIMO OCTAUO. DEL Carpio sale Bernardo, penando, confuso y triste, y por mostrar su dolor de negras armas se viste; báse para los palacios donde el Rey Alfonso asiste, y en esto sólo consiste; y con ver que tanto el Rey de vna empresa tan honrrada, y assí, postrado á sus piés lo que seruirte deseo en quanto de mí quisiste; del nombre que mereciste, pues aunque dél te offendiste, lo que de mí te seruiste, y auer tanto que se paga la offensa que recibiste. Respondió el Rey con enojos: Bernardo, siempre supiste el disgusto que me dauas en esto que pretendiste, y no sé por qué porfias, pues há tanto que entendiste que antes perderé la vida que darte lo que pediste. ROMANCE VIGÉSIMO NONO. POR los campos de Almenara sale, quando amanecia, y de tanta valentía, que temblaua de su nombre gran parte de la morisma; y sobre ellas, por diuisa, mil bendiciones les echan quantos con ellos benian, pidiendo á Dios que acreciente por largos años sus vidas; no era Ruybelazquez destos, porque las tiene vendidas y tratado con los moros que se los entregaria, por dar gusto á Doña Lambra que se le finjió offendida, de los que contino fueron espejos de cortesía, que saliendo descuydados de tan gran alebosía, vieron venir tantos moros todo el campo cubrian, y á Ruybelazquez preguntan si los acometerian. que Respondióles el traydor: oy es, sobrinos, el dia en que la casa de Lara ha de ser engrandecida, y no os haga nouedad ser tanta la morería, que es canalla y chusma toda, y gente tan desbalida, que sereys parte los siete con gente socorrería: los Infantes, no temiendo lo que su pecho encubria, en su promesa fiados, contra los moros partian, y la desigual batalla començaron muy reñida; y aunque matan muchos moros al caso poco hazia, que para cada christiano y los vendidos hermanos, á la furia se oponian con gente socorrería, esperança desto los entretenia, tantos matan de los moros De ver como Ruybelazquez entretiene su venida, alguna traycion sospecho que deue tener vrdida, |