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y despues de auer aquello costosamente acabado, reconociendo á Seron,

fué Luis Quijada priuado del dulce vital aliento

por vn caso desgraciado, valeroso cauallero,

gran gouierno de soldado, ayo del Señor D. Juan, adonde quedó esmaltado, de lo bueno que tenia, lo más fino y más cendrado; y en tanto, el Duque de Sesa, por el Alpuxarra entrando, con algunos caualleros y señores de su vando, allanando yua la tierra, los moros arrinconando, muy enfermo de la gota, mas el ánimo tan sano que en los mayores peligros siempre lo tuuo doblado, y al fin de las Alpuxarras se juntaron los dos campos, tan á costa de los moros que no puede ser contado; viéndose el enemigo desta manera apretado,

pues

muchos de su parte acuden la buelta del Marquesado,

donde todos á merced

del Señor D. Juan se han dado;

el qual, con la discrecion de que siempre fué dotado, los hizo sacar del reyno en dia de Todos Sanctos, poniendo el fin á la guerra que auia sido desseado; y boluiéndose á Granada del enemigo triunfando, fué el Señor D. Juan en ella recebido y festejado del modo que merecia Príncipe tan señalado, y de allí partió á Madrid adonde era tan amado, al Comendador Mayor, Lugar teniente, dexando, el qual rehizo la gente que en Granada auia quedado; y otra vez de nueuo tienta por el Alpuxarra el vado,

y

matando muchos moros los panes les iva talando, y los presidios que auia auiendo fortificado:

bueltos despues á Granada, en su lugar han mandado, quel duque Darcos viniesse, despues de auer ya mostrado el gran valor que tenia de los suyos heredado, en la gran sierra de Ronda

allanada por su mano;

y porque al fin le cupiesse parte destotro cuydado, acabase de allanar

y

lo que no estaua acauado, á Granada vino luégo, adonde siendo llegado, en fee de su gran valor y de ser bien fortunado, no quedó en muy pocos dias moro que hiziesse daño, y se començó el sosiego del gran trabajo passado, y los rebeldes al Rey

y

á Dios tuuieron su pago.

ROMANCE VIGÉSIMO QUINTO.

De las ganancias de amor,

señores, no ayays cudicia,

que quanto bien da en vn año
todo lo quita en vn dia,
por el val de la esperança
mi desseo en compañía,
caminaua muy contento
para donde amor viuia,
con el resplandor guiado
de la diosa á quien seruia,
cuya luz, tocando al alma,
ó qué bien que parecia;
el amor, quando lo supo,
á recebirme salia,
y con alegre semblante
desta suerte me dezia:

Muy gran placer me aueys hecho

en esta vuestra venida,

si

quereys sueldo en mi corte

con ventaja se os daria,

y

si dama á quien seruir

que os tengan todos embidia,

de acomodaros en esto

infinito holgaría.

Yo no vengo á ganar sueldo
ni en tu casa le querria,

que contigo, no ha partido
sino á merced estaria;
ni quiero pedirte dama

ques muy hermosa la mia,
sólo á demandar fauor
es agora esta venida,
contra la que ansí me trata
y de tus leyes se oluida.
Amor buelue por tu honrra,
que no es bien que se permita
que vna muger te desprecia
y á quien la sirue persiga.

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